Cómo están queridos lectores, como es sabido el staff de estrellas de esta página está en Río a todo confort.
El cruel jefe, el corresponsal internacional ibérico y la sensual morocha llevan las sensaciones de cada encuentro desde la cancha.
Este sufrido escriba, en cambio les acerca a ustedes las noticias parapetado frente a un televisor. Esta vez saliendo a las corridas del trabajo y sentado en un bar.
Así es, los parroquianos tomando algo y viendo el hockey televisado como si fuera la final de un mundial de fútbol.
La tele carece de panorama para ver los movimientos colectivos, pero lo reemplaza con una inigualable exactitud para los detalles.
El partido contra los Belgas comenzó complicado, a los 3 ‘ Cosyns puso el 1 a 0 pero ahí nomás a los 12 ‘ empató Ibarra de corto, primer estallido en el bar que se volvió a repetir a los 15 ‘ con Ortiz y a los 21 ‘ con la clásica arrastrada de Peillat.
Tres a uno, parecía encaminado. Ahí estaban los comensales a puro grito en el barcito, este escriba amenazó con pararse en la silla pero el mozo cuidadoso de su mobiliario canceló con mirada fulminante la iniciativa del voluminoso escriba.
Descanso del primer tiempo, licuado y tostadito…¡ A ver si el jefe, mi villano favorito, se da esos lujos en Río!
El segundo tiempo fue para cuidar la diferencia, los argentinos haciendo honor al apodo defendían como Leones, pero quizás muy atrás para nuestros nervios, así llegó el golazo de Boccard gambeteando a todos a los 44’. Panorama incierto hasta que Bélgica trocó jugador de campo por arquero y en una combinación de error infantil en la salida de los europeos y de gran presión alta de Mazzilli llegó el gol de la tranquilidad a los 60′ . Cuatro a dos y a buscar el oro.
La Argentina llegó a la final luego de vencer en 5 partidos empatar en 2 y perder solamente contra la India el histórico gran equipo de la época en que se jugaba en césped natural.
La magnitud del logro es tal que solamente cuatro disciplinas de conjunto lograron el oro en la historia olímpica argentina. El total es de 6 oros en deportes por equipo.
Dos de polo, dos de fútbol, una de básquet y una de hockey masculino. Impresionante.
El goleador: Para darle un marco aún más brillante a esta actuación del hockey, el goleador es argentino. Gonzalo Peillat con 11 goles. En el comienzo del torneo parecía que no estaba conforme Gonzalo con sus promedio entre goles y ejecuciones en los cortos, pero bastó que agarrara ritmo y confianza para meterla una y otra vez y ser una vez más goleador. Un crack.
El epílogo del partido me encontró festejando con los parroquianos. Aunque no esté en Río de Janeiro con el jefe y los cronistas estrellas, me voy a dar una vuelta por la costanera festejando a orillas del más humilde pero criollo Río de la Plata.
Para final les dejo una cancioncita de los Beatles en homenaje a nuestros muchachos…se llama “Sueños dorados”.