YA HAY VARIOS EQUIPOS Y ESTÁ EN PLENO AUGE.
(Fuente: El Confidencial; Cronista: Sara Massa)
Un deporte minoritario, muchas ganas y unas madres muy animadas. El hockey se ha puesto de moda entre las mamis de Valencia. Cansadas de llevar a sus hijos a entrenar y esperarlos, se han vestido de corto, han cogido los palos y ni cortas ni perezosas se han puesto a jugar. El Valencia Club de Hockey y el Giner de los Ríos son dos de los equipos que han montado equipos de madres. Al igual que los de veteranos, se trata de lo que lo que los clubes llaman ‘equipos sociales’, grupos cuyo objetivo principal es desarrollar el componente social alrededor de la práctica del hockey. La iniciativa ha tenido una gran acogida por parte de la Federación Valenciana, los clubes y las madres y ya se están pensando nuevas medidas para el futuro.
Chema Fernández es el director técnico de la Federación Valenciana de Hockey. En conversación con El Confidencial, reconoce que “después de ver que en otras Comunidades Autónomas estos equipos ya se habían puesto en marcha, los clubes valencianos hicieron los mismo”. De momento, esta iniciativa está siendo todo un éxito. Así lo reconoce Santiago Sánchez, director técnico del Valencia Club de Hockey: “La iniciativa sale desde nuestro club y se va haciendo más grande. Había equipos de madres que jugaban en otras Comunidades y propusimos que, en una jornada del día del club donde suelen jugar todos los padres, lo hicieran nuestras madres. Hicimos dos o tres concentraciones para que jugaran y conocieran el hockey y les convenció. Cuando lo planteamos en serio, primero fueron 10, al mes siguiente ya eran 15 y ahora son 18”.
Con el hockey mamis en pleno auge, Santiago tiene claro lo que más le llamó la atención de esta iniciativa: “Para mí fue una sorpresa que de repente un grupo de 18 madres, que la mayoría de ellas no habían hecho deporte nunca, se pusieran a practicar deporte y un deporte tan extraño como podía ser el hockey. Lo que veo más positivo dentro de esta iniciativa, es que dentro del propio club ya hay familias enteras que juegan al hockey. Esto hace que todos entiendan un poco las peculiaridades del deporte. Tenemos familias que el padre juega en el equipo de veteranos, la madre en el de mamis y los niños en sus categorías correspondientes. Eso a nivel social le da un plus al club”.
Desde la Federación, la predisposición es máxima para que esta iniciativa siga su curso. Así lo explica Chema Fernández: “Las hemos animado a hacerlo. Hemos habilitado espacios para entrenar y son los propios clubes lo que montan el equipo y nos lo comunican. Nosotros nos dedicamos a la tramitación de licencias, hay unas especiales que han salido ahora. Al final, esto está siendo algo experimental”. El director técnico asegura que desde la Federación Española tampoco ha habido ningún problema: “Ha ayudado a que todo el mundo tenga cabida y se lo pasen bien. Al final esto no es competición y lo importante es que disfruten”.
De momento, todavía no hay ninguna Liga en la que puedan jugar, pero sí se organizan “actividades, entrenamientos y partidos amistosos, lo que para ellas es una motivación”, reconoce Chema Fernández. El equipo más veterano es el Valencia Club de Hockey y la idea de su director técnico es que este proyecto se asiente en el futuro. “Desde el punto de vista del club, lo primero es consolidar esta iniciativa porque no queremos que sea una moda de dos o tres temporadas, sino que tenga su recorrido. Lo siguiente que nos gustaría es, que igual que está compitiendo el equipo de veteranos, encontrar algún torneo para que hagan sus jornadas de convivencia y puedan competir con otros equipos de madres iguales que ellas. Y nos gustaría que desde la Federación y con el apoyo de los clubes tuviéramos una pequeña competición, con otros equipos de aquí de Valencia que a raíz de esta iniciativa también se han formado. Nos gustaría que así entendieran definitivamente el deporte que practican sus hijos”, reconoce Santiago Sánchez.
Sergio Tafalla es el entrenador del equipo Giner de los Ríos. Nunca había entrenado a gente mayor que él, ahora enseña a las madres de los niños que entrena. El técnico está viviendo una gran experiencia. “Al principio es un poco complicado. Ellas están acostumbradas a ver hockey, a ver jugar a sus hijos y unas lo hacen mejor y otras, peor. Tienen un nivel parecido, pero al llegar el primer día y darse cuenta de que esto era complicado, empezaron un poco las vergüenzas. Poco a poco les vas haciendo ver que todo el mundo que empieza les pasa esto y aun encima ellas tienen un hándicap y es que han empezado siendo mayores. En general, lo llevan bastante bien, hay muy buen humor en los entrenamientos y es un medio de desconexión para ellas”. En su primera experiencia como entrenador de mamis, Sergio ha tenido que empezar de cero: “Al final es enseñarles lo mismo que a los pequeños. La acogida ha sido muy buena, aunque al principio es verdad que algunas han tenido problemas en las piernas, que les dolía la espalda, porque alguna no había corrido en su vida y la primera vez que lo hicieron fue el día que nos pusimos a entrenar”.
Algunas de esas dolencias de las que habla Sergio las sufrió Pepa, la jugadora más antigua del Valencia Club de Hockey. A sus 48 años y con dos hijos y una sobrina jugando en el club, Pepa vive el hockey con pasión. “Tenemos entre 35 y 50 años y casi todos nuestros hijos juegan al hockey. El club siempre mostró predisposición en que no todo fuera para los niños sino también tener en cuenta a los padres, por eso hay el equipo de veteranos. Así que sólo faltaban las madres por pasar de la grada al campo. Se hicieron unas jornadas con las niñas del hockey femenino, funcionó bien y dijimos ‘vamos a hacerlo’. Nos gusta el hockey y es divertido. Es más un tema social, lo pasamos muy bien y nos reímos. Simplemente queremos aprender un poco y hacer un poco de ejercicio. Cuando hacemos partidillos con otras mamis de otros equipos es una fiesta”, reconoce a este periódico.
El equipo de mamis entrena los lunes y miércoles de 18:30 a 20:00 horas. Pepa reconoce que “se hace muy ameno” y que cualquier persona puede practicar este deporte y así entender lo complicado que es: “Al jugar, nos damos cuenta de lo difícil que es. A veces decíamos algo y ellos decían ‘bajar y hacerlo vosotros’ y ahora no decimos nada. Es verdad que no es un deporte que desde la grada se diga mucho, se cuidan las formas y no se presiona mucho. Pero sí que es cierto que desde la grada se ve de una forma y cuando bajas allí, entre la dificultad de llevar la bola y el palo, que lo ves azul o todo verde y espacios tan grandes, cambia completamente la forma de verlo”, reconoce. Esta jugadora nos cuenta lo que dicen sus hijos cuando las ven jugar: “Ellos se ríen, les hace gracia y están contentos. Les parece bien que juguemos. En un torneo nos reíamos porque había una niña que le decía al entrenador: ‘saca a mi madre, saca a mi madre’ (Risas). Ella sólo quería ver a su madre en el campo”, concluye.
