(Producción HAP)
Con 21 años, ya acumula trayectoria en San Luis, Mendoza y Europa, y a fuerza de goles en torneos nacionales, locales, regionales y del exterior, la delantera puntana Valentina Rinaudo, quien además fue capitana de la selección de Mendoza, sueña con jugar en Las Leonas.
Nació el 6 de agosto de 1993. Su papá le regaló –al igual que a sus hermanas Florencia y Antonella- un palo y una bocha cuando tenía sólo 6 años. Un año después comenzó a jugar en el club La Torre de San Luis capital. Tras algunos inconvenientes dirigenciales el padre se fue y fundó Las Lomas Hockey Club (hoy fusionado con GEPU Hockey), donde jugó hasta los 16 años.
Un año más tarde repartía su tiempo entre el último año del colegio en San Luis (donde se recibió como Bachiller con Orientación en Ciencias Políticas) y los primeros pasos en Mendoza entrenando para Vistalba. El director técnico de ese equipo, José González, le había sugerido que para seguir creciendo fuera a Mendoza, teniendo en cuenta que tenía mejores canchas.
“Hice tenis, me gustaba mucho pero luego dejé; practiqué una vez gimnasia artística pero no es lo mío (ja), ahora algo de golf, cuando puedo juego en San Luis o en Mendoza”.
“Desde chicas habíamos formado un grupo de amigas con mi hermana y cinco o seis más con quienes nos juntábamos y estábamos todo el día juntas, pileta, cumpleaños; una de ellas es Paula Sosa, otra es Camila Pérez que ahora está viviendo en Córdoba. Hay otras amigas del barrio e del colegio y son Valeria Paudla, Jime Debiana, Valentina Labarra, Florencia Ofria, Juliana Farrero (que tiene a Gerónimo, su hijito), Antonella Lombardi, Sol Ceballos, Florencia Sánchez Gil y Valentina Sánchez Gil; nuestro barrio era Juana Koslay que está a 12 km de la capital puntana, es un barrio muy tranquilo, a tres cuadras están las sierras, estábamos a diez minutos de Potrero de Funes”.
Simplificando su estilo de juego la puntana se definió como una goleadora nata: “agarraba la bocha y me iba al área, no había otra forma, siempre delantera”. Contó que cuando eran chicas, jugaba con su hermana Antonella (volante) y que cuando tenían la bocha no se la pasaban a nadie “nos odiaban a las dos”, recordó Rinaudo.
Tiene dos hermanas más: Emilia, que reside en Buenos Aires, y Guillermina, que es la más chica y tiene buen potencial como jugadora de hockey.
Luego de jugar en las provincias cuyanas Valentina se fue a Europa donde vistió por dos temporadas la camiseta de Unión Deportiva Taburiente de las Islas Canarias de España. Y cuando terminó el contrato regresó a Mendoza para continuar con su sueño de seguir jugando al hockey.
Una vez instalada se encontró que en el club que ella había dejado, Teqüé-Vistalba (fusión de Vistalba y Teqüé Rugby Club que llegó hasta comienzos del 2014 cuando tomaron nuevamente caminos independientes) las cosas habían cambiado. El entrenador González ya no estaba y, además, existían problemas extradeportivos. Por lo que decidió cambiarse a Andino, uno de los equipos más grandes de Cuyo.
Estuvo en entrenamientos regionales, nacionales, estuvo en la preselección que primero compitió en Uruguay y luego fue a Singapur.
Allí, como siempre, continuó de delantera y explicó que esa decisión la tomó porque lo único que quiere es “jugar al hockey, crecer en lo deportivo y hacer bien las cosas. Para mí el hockey es una forma de vida”.
“De chica prioricé el hockey a muchas otras cosas, todo el trabajo que hice, toda la garra que le puse, la convicción de llegar, eso es hockey”.
Con respecto a su carrera contó que el salto lo dio hace dos años cuando en un Torneo Argentino de Selecciones la pasaron a mayores y terminaron terceras. “Fue un torneo que estaba con las mejores, compartí equipo con Macarena Rodríguez, Carolina Armani y dije pucha estoy acá, encima soy puntana y capitana de la provincia vecina. Esa oportunidad la aproveché al máximo”; confesó Valentina.
Rinaudo señaló que lo mejor se dio al año siguiente, ya consolidada en mayores, cuando Mendoza fue campeón (en Córdoba) ganando la final contra Buenos Aires por penales australianos. En esa oportunidad ella también fue capitana y además fue quien definió la serie.
Sobre los regionales dijo que para los del interior sería mejor si se hicieran a principios de año porque la mayoría llegan cansadas o con responsabilidades en la selección. Y resaltó la importancia de los nacionales: “para quienes jugamos en las ligas del interior del país lo tomamos como algo muy importante, aspiramos a ganarle a los equipos que están en mejor nivel y jugar contra los equipos de Buenos Aires”.
Sus gambetas, goles y logros hacen que la joven puntana sueñe con ponerse de nuevo la celeste y blanca, ya lo había hecho en el CENARD cuando jugó partidos internacionales cuatro frente a Corea, Canadá, Uruguay y Estados Unidos. “No tuve la posibilidad de escuchar el himno, de estar todas paradas, pero ponerse la camiseta de Las Leonas fue increíble”, relató y confesó que cuando era chica miraba a, las hoy históricas, Luciana Aymar, Soledad García, Cecilia Rognoni, Mariné Russo y desde ese momento su meta siempre fue la Selección Argentina.
Rinaudo aseguró que con sus 21 años se siente chica de Selección. Y auguró que en un futuro se ve jugando al hockey en mi mejor potencial. “Trabajo para eso y mi meta hoy es ser parte de Las Leonas”.
Pasado el tiempo y cuando recuerda su etapa de niña, dice que le aconsejaría a una nena de 7 años que comienza en el hockey “que se divierta con amigos y familia, que haga muchos amigos, porque eso es lo más lindo que le puede dar el deporte, que prefiera el deporte a salidas y otras cosas, y a medida que vaya creciendo pueda tener metas claras”.
Simple y divertida (como ella se definió), con el apoyo de su familia “mi familia me bancó mil y una, no estaría hoy jugando si no hubiera sido por el apoyo de mi familia” y amigas de Mendoza y San Luis, elige los asados de los domingos y estar en la pileta tomando sol con sus afectos. Prefiere los sorrentinos caseros que hace su mamá, la chocotorta de su hermana Florencia y las frutillas con crema, por encima de todos los manjares que le puedan ofrecer.
Valentina Rinaudo asegura que sólo vive para el hockey y se esfuerza día a día para destacarse y llegar a jugar defendiendo la camiseta celeste y blanca.