Aquí estamos de vuelta estimados lectores. Cuando todos ingresan en unas tácitas vacaciones en las que por supuesto figuran primeros el villano jefe y el cronista súperstar, este humilde escriba sigue recorriendo los rincones más alejados para llevarles a ustedes las vibrantes sensaciones del hockey.
Esta vez, es cierto, no fue tan lejos el partido. Las instalaciones del Cenard permitieron observar el encuentro entre las leoncitas sub 21 y el primer plantel de Arquitectura.
Buena experiencia para ambos conjuntos.
Para las chicas de la selección, el tener un rival experimentado y combativo que plantea permanentemente un pressing alto se convirtió en interesante exigencia para su juego de bocha jugada al ras y traída desde el fondo.
Para las arquinas sumar una nueva experiencia a nivel de selección, luego de jugar ante el seleccionado mayor chino, les permitió responder subiendo la intensidad y calidad de su juego para estar a la altura.
El test comenzó con la iniciativa del sub 21, moviendo la bocha con rapidez y llegando por el sector izquierdo del ataque, así tuvo varias ocasiones entre el primero y segundo cuarto.
A medida que fueron pasando los minutos, Arquitectura que al principio no le encontraba la vuelta al juego preciso de las seleccionadas, pudo ajustar el bloqueo y emparejar el juego, consiguiendo posicionarse en campo rival en el último cuarto generando peligro para el sub 21.
El encuentro sirvió para sacar algunas conclusiones para las chicas de la selección. El camino elegido de pases rápidos con uno o dos toques de palo es el que el hockey internacional está pidiendo a máximo nivel, la correcta utilización del flick, como salida o como herramienta de transición rápida también será una constante del juego por venir.
El seleccionado está encaminado conceptualmente y deberá, con entrenamientos y minutos de juego, ir ajustando la precisión en la ejecución.
Por parte de Arquitectura, la saludable intención de sumar volúmen de juego a su tradicional sistema de presión, lo mostrará como un rival de cuidado de cara al próximo metropolitano.
Así concluída su tarea, este incondicional redactor dejó los pagos del Cenard, a la espera de los nuevos caminos que señale el impiadoso jefe.
