(Fuente: El Día de La Plata; cronista: Adrián D’Amelio)
Prefirió ver solo la final del hockey masculino entre Argentina y Bélgica, donde Los Leones conquistaron la medalla dorada. Y rompió con lo que venía haciendo en partidos anteriores de la selección nacional. Era el partido para Felipe Oleastro, el jugador de Santa Bárbara que integró el equipo argentino en el proceso previo a los Juegos Olímpicos y que ayer vivió como un jugador más la enorme consagración.
El capitán del equipo de Gonnet, formó parte de casi todo el proceso con la Selección Argentina. Entrenó todos los días en el Cenard, realizó distintas giras previas a la cita en Río, pero quedó a un paso de viajar -en la puerta del avión-, debido a que el técnico Retegui, en el último “corte” que realizó para confeccionar la lista definitiva, lo dejó al margen. Sin dudas, un trago amargo para Oleastro en ese momento.
Este diario estuvo ayer en la casa de Oleastro en City Bell y lo acompañó mientras observaba por televisión la final y la consagración de sus compañeros.
“Me gusta ver los partidos por la TV Pública porque en los comentarios están Joaquín Berthold -ex arquero del seleccionado nacional- que es un amigo y observa muy bien el hockey”, comenta Oleastro.
El partido está por comenzar. Suenan los himnos de los países. Se lo nota tranquilo, aunque siente cierto aire de nostalgia. No es para menos porque él podría haber estado ayer ahí en Río de Janeiro.
“El ‘Chapa’ me informó que no iba a estar en el plantel, después de la última gira que hicimos por España. No voy a ser hipócrita: en ese momento me invadió un gran dolor. Pero con el paso de los días fui digiriendo la situación, ya que entregué todo lo mejor de mi parte y ahora estoy aquí sentando delante del televisor alentando como uno más a mis compañeros de entrenamientos y de miles de kilómetros recorridos para la preparación para los Juegos Olímpicos. Por eso me ciento parte de este equipo”, detalla el mediocampista de Santa Bárbara, mientras observa la final con este diario.
A los dos minutos de juego Bélgica se adelanta en el marcador con un tantos de Tanguy Cosyns. Felipe se muerde los labios; mientras que dice: “No importa, los chicos van a reaccionar rápido, aunque los belgas juegan bien. Tienen un sistema táctico prolijo, ya que pasan la bocha a dos toques… Vamos, vamos que se puede”.
No hace muchos comentarios; mientras transcurre el partido. El reloj indica 11 minutos del primer cuarto. Córner corto para Argentina… “Vamos que en esta se puede”, murmura por lo bajo Felipe ante la posibilidad concreta de gol del equipo del “Chapa” Retegui.
Envío al semicírculo. Gol del capitán Pedro Ibarra. Felipe festeja con un puño apretado; mientras que se repite el tanto en la televisión comenta que “fue una jugada prepara, porque era sabido que en el primer corto los belgas iban a cargar sobre Peillat, pero el ‘Hacha’ estuvo muy bien al pasársela a Pedro, que remató libre y desde una buena posición”.
El encuentro sigue. “Argentina está jugando bien. El juego le resulta incómodo al rival”, sostiene el platense, de familia que siempre ha tendido como “deporte de cabecera” el hockey. Sus padres jugaron en Santa Bárbara; mientras que en la actualidad su hermana Inés forma parte del plantel superior de damas.
Tres minutos después, tras una combinación, Ignacio López ingresa al área y le pega cruzado. “¡Golazo!”, dice Felipe. “Ahora hay que estar más tranquilos que nunca”, añade como consecuencia de que Argentina se pone al frente en el marcador: 2 a 1.
Pasados apenas los 20 minutos, Los Leones cuentan con otra jugada de posición fija. “Ahora, el Hacha le tendría que dar un fierrazo”. Dicho y hecho, ocurre lo que anunció Oleastro. El remate fuerte y seco de Peillat supera la resistencia del arquero Vincent Vanasch para colocar el 3 a 1.
“Hay que seguir así”, opina Felipe y agrega: “Buen partido están jugando pese a que es una final. Bélgica inquieta por las bandas. Se debe corregir eso, porque ellos saben hacerlo muy bien y nos pueden hacer daño”.
Se cierra el primer tiempo con Argentina dos goles arriba. Oleastro vuelve a decir: “Estamos bien pero no hay que descuidarse”. Los Leones van por más, pero también pasan momentos de sobresalto ante los ataques de Bélgica tratando de descontar, pero se encuentran con la figura de Juan Manuel Vivaldi… “Qué arquerazo Juanma, por favor”, exclama Felipe.
Gauthier Boccard aprovecha una posibilidad para poner el descuento (3-2). “Cuánto falta”, pregunta Felipe. “Uy, todavía falta mucho, Bélgica se va a venir con todo, tenemos que aguantar”, añade. Se lo nota por primera vez un tanto nervioso.
Pasan los minutos. Los belgas cuentan con un par de chances de gol. “Ahora no le queda otra que sacar al arquero”, dice Felipe. Es así, el técnico de Bélgica retira a su guardavallas para poner un jugador más de cancha. Argentina se la banca en el fondo.
“¡Salgan de atrás!”, pega el grito Felipe. Hay un error de los belgas y Agustín Mazzilli se lleva la bocha y liquida el partido: 4 a 2. Suena la bocina. “Vamos Argentina. Somos campeones”, exclama Oleastro exultaste.
El partido termina. Los jugadores inician el festejo y Oleastro se emociona, siente que está con sus compañeros en Río.