La exjugadora, exentrenadora y actual delegada del equipo de hockey de la Real Sociedad recibirá hoy el premio Carmen Adarraga.
(Fuente: Noticias de Gipuzcoa; Cronista: Iñaki Egibar Gorka Estrada)
La Diputación Foral de Gipuzkoa homenajeará a Mari Ayestaran por toda una trayectoria dedicada al deporte femenino. El premio pone en valor la lucha de muchas mujeres por hacerse un hueco en diferentes ámbitos del mundo deportivo guipuzcoano, convirtiéndose en referente para generaciones venideras.
La donostiarra ha recibido diversos premios por su trayectoria y por impulsar el deporte femenino, los más destacados son la Insignia de Oro de la Federación Española de Hockey, la Insignia de Oro y Brillantes de la Real Sociedad y la Medalla al Mérito Ciudadano de Donostia en 1998.
¿Se esperaba el premio Carmen Adarraga?
-La verdad es que no me lo esperaba. Cuando me llamó Denis Itxaso para comunicármelo fue una sorpresa. Llevo muchos años metida en el deporte femenino, pero lo he estado porque el hockey es un deporte que me ha gustado siempre, con los años ha ido evolucionando, y el ambiente era bueno y estaba a gusto. No lo haces por recibir nada, pero siempre es bien recibido que te nombren para darte este premio, y la verdad es que al final es un orgullo.
¿Qué significa este premio? ¿Tiene algo diferente o especial?
-Es un premio diferente porque fue creado en honor a Carmen Adarraga, una mujer pionera en el deporte y que defendía el deporte femenino. De todos los premios que me han podido dar este es muy especial porque es un premio a la difusión del deporte femenino. Todavía hay mucho que hacer, pero que la Diputación haya creado este premio está muy bien porque en el deporte femenino aún tenemos mucho que decir.
¿Qué supone ser una referente para las generaciones venideras?
-Para las jóvenes que vienen ahora creo que tengo mucha diferencia de edad, pero si es verdad que al estar tantos años en el hockey he conocido muchas generaciones. El deporte tiene unos años de vida y la mayoría estudia o trabaja, lo que hace que sea difícil de compaginar todos los entrenamientos y desplazamientos. A lo largo de mi vida he estado con muchas generaciones y creo que he podido contagiarles la ilusión que tengo por este deporte, que es muy bonito, y te forma como mujer y deportista.
¿Considera que el hockey ha ayudado a fomentar el deporte femenino en Gipuzkoa?
-Sí, aunque quizá el hockey esté más centrado en Donostia. Aquí tenemos cantidad de ikastolas de las que la Real se nutre. Hemos conseguido que el deporte escolar se involucre con el hockey, cuando hace unos años era impensable. Considero que somos un referente de los deportes femeninos en Gipuzkoa.
¿Cómo ha evolucionado el hockey en los últimos diez años?
-Siempre se puede mejorar, pero es cierto que hemos evolucionado a nivel de equipos, cantera y volumen de jugadoras. Todavía estamos con el hándicap de que tan solo tenemos el campo de Bera Bera, el cual es un campo estupendo, aunque se nos ha quedado pequeño. Llevamos muchos años detrás de las instituciones, que nos prometieron otro campo, para que podamos crecer, pero de momento no llega. Todos te lo prometen y dicen que sí, pero todavía estamos en esas y nos falta un campo más para poder dar salida a todas las jóvenes que empiezan con el hockey.
¿Con un campo más el hockey crecería en mayor medida?
-Sí, además no solo en Donostia. También se puede crecer en pueblos de aquí cerca. El problema es que ahora somos un embudo y no entramos. De esta manera no podemos crecer.
¿Sigue jugando en el equipo de veteranas?
-(Se ríe) Ya lo he dejado porque a partir de los 45 años hay veteranas y yo los pasé hace tiempo. Al final, tengo miedo a lesionarme porque todavía tengo amor propio, me pico, y sé que puedo tener algún tirón. Sigo haciendo deporte porque siempre me ha gustado, pero ya no practico hockey porque hay que correr mucho.
Dijo que tenía “la espinita de no haber disputado unos Juegos Olímpicos”. ¿Ve alguna forma de cumplir ese sueño?
-Lo veo ya impensable. Me hubiera gustado ir como jugadora, pero en mi época España nunca se clasificó. Sí que es una espinita porque las Olimpiadas son el máximo para un deportista. Fue muy bonito que cuando entrenaba a la Real tres jugadoras participaran en unas Olimpiadas y pudieran ganar la medalla de oro.
Ahora es usted delegada en la Real, ¿en los próximos años qué papel le gustaría desempeñar?
-Llevo muchos años y quizá necesite más tranquilidad para hacer mi vida. Hemos incorporado a Nerea Unceta y poco a poco suplirá la labor que hago yo. Mi idea es seguir vinculada al mundo del deporte, pero como espectadora.
¿En los últimos años se ha planteado dejarlo?
-Sí, cuando estás tantos años y, sobre todo, en el tema de gestión, que tienes que estar todo el día pidiendo dinero a las instituciones, al club, al final esto es muy difícil porque es un deporte minoritario y tenemos pocos ingresos. Para mí es una labor bastante ingrata tener que estar pidiendo y en más de un momento he pensado en tirar la toalla, pero también me animaba ver todas las jugadoras amateurs con ilusión, generación tras generación, que lo hacen a cambio de nada y eso es muy bonito. El que haya seguido tantos años ha sido gracias al grupo de gente y jugadoras que he tenido alrededor y me han animado.
50 años vinculada al hockey. ¿Cuál sería su mayor ilusión?
-Que este equipo que tenemos ahora y que esta escuela con todas estas niñas llegaran lo más arriba posible y, sobre todo, que disfrutaran. A mí me gusta que la gente que practica el hockey disfrute del deporte. Por dinero no lo hacen porque no cobran, entonces por lo menos que sea su estilo de vida, que aprovechen que son jóvenes y disfruten de este deporte. Por otro lado, ver ese segundo campo que nos tienen prometido desde hace tantos años y que no llega.
Con la Real a mitad de tabla en la liga, ¿qué objetivos tienen?
-Este año hemos tenido muchos cambios en la plantilla y también cambiamos de entrenador. El equipo día a día va creciendo y no nos marcamos ningún objetivo. Ahora estamos clasificados para la Copa de la Reina, y para el tema de los play-off y la final four todavía nos queda toda la segunda vuelta. Vamos a ir partido a partido para intentar seguir creciendo y lo que venga estará bien.
¿El apoyo del club es suficiente?
-La Real es un club de fútbol y, como dicen ellos, nunca nos van a dejar en la estacada, pero es cierto que se podría mejorar. Es muy complicado porque no tenemos ingresos por parte de la federación y es muy difícil conseguir un patrocinador. Hay preocupación porque vamos creciendo como sección y la Real es fútbol, pero mantenemos conversaciones para intentar ir mejorando la situación.
