Walter y Pamela forjaron una familia al amparo del hockey. A este deporte ofrendaron gran parte de su vidae inscribieron una vasta y fructífera trayectoria.
(Fuente: Los Andes; Cronista: Gonzalo Tapia)
En estos instantes Walter Conna está en la ciudad de Londres donde Las Leonas jugarán cuatro partidos amistosos. El coach es parte del cuerpo técnico del seleccionado mayor de Argentina y llegó a este momento gracias a una brillante carrera como jugador y estratega.
En esta entrega, se cuentan los pormenores de la vida hockística de una gran delantera Pamela Forti (hija del recordado Pelado Forti, ex jugador de fútbol y directivo de la escuela de técnicos de Mendoza) y un enganche o delantero que brilló por sus goles y fantasías: Walter “Cuca” Conna.
El Fantasista de Luján contrajo nupcias con una de las delanteras más destacadas de la historia del stick vernáculo: Pamela Forti que arrancó en Liceo y tuvo un paso inolvidable por Andino y que en la actualidad está ligada al equipo de sus hijas Micaela y Amparo, que destacan en el elenco de Liceo.
Walter Conna es una de los próceres de la historia del hockey es el ‘Gran Capitán’ de los seleccionados de Mendoza y uno de los pocos jugadores del Interior, que vistieron la camiseta Argentina.
Empezó en Peumayén. “Iba a ver jugar a mi hermana Mariela y una vez se armó el equipo de caballeros y ahí empecé por algunas temporadas”, arrancó diciendo el actual DT de Las Leonas.
Pasó luego a Banco Mendoza, donde estuvo solo un torneo. “Eduardo Zawels me llevó al Andino en el ‘87. En el exterior jugué en el UD. Taburiente de España. Lo que recalcó a mis hijas es que disfruten y que tengan un compromiso con el entrenamiento”.
Conna contó de sus inicios “Empecé de cinco y luego volante derecho con Marcelo Garraffo en la selección. Después me hice enganche y delantero (…) En Uruguay jugué a los 37 años un Sudamericano y fui elegido como el mejor jugador del torneo”..
Pamela Forti dejó su huella de campeona en las crónicas deportivas del stick y paseó sus celebraciones de goles por Andino y los seleccionados mendocinos, estuvo en los tres de la época o sea: Juvenil, Junior y Mayor y con las tres divisiones fue campeona. Vistió los colores albicelestes en un Sudamericano en Uruguay y tuvo 18 títulos bajo la tutela de Alfredo Castro en el Andino más glorioso de todos los tiempos, ese que tenía entre sus líneas otros apellidos de linaje hockístico como: Ruzo, Epis; Di Plácido, Rodríguez, Ubriaco, Farconesi,Vega, Quiroga, Hidalgo, Koch y Benítez.
“Antes de hacer hockey hice otros deportes, pero a los once años arranqué en Liceo, cuando estaba en la Boulogne Sur Mer, pero apenas empecé me enamoré de esta disciplina. A los 15 años me convocan al juvenil y en ese momento, me cambio al Andino. Jugué hasta los 29 años y obtuve todos los logros deportivos imaginados”, recordó la ex delantera, que conformó el primer seleccionado mayor de Mendoza que alcanzó un titulo en 1994 en Mar del Plata.
Y Forti agregó: “tengo dos torneos nacionales con Andino, logré 18 campeonato consecutivos con las Azules y fui campeona argentina de lecciones en las tres divisiones, y estuvo en los dos campeonatos de selecciones mayores, donde Mendoza conquistó el campeonato”, reafirma Forti.
Cuando llegó el amor. “A Cuca lo conocí en una cancha de hockey a los 17, esa temporada fue refuerzo para Andino, porque era el jugador estrella en el torneo, él estaba en Banco Mendoza y fuimos a la ciudad de Concepción en Chile a una gira con Andino. Ahí fue que empezamos algo que terminó en lo que tenemos hoy como familia”.
Luego Forti comentó: “por suerte Micaela y Amparo comparten nuestra pasión y hoy disfruto viendo jugar a mis hijas. “El hockey es muy importante en nuestras vidas, vivimos de él e influye en el estado de ánimo de la familia. Significa la pasión, la responsabilidad, y la unión familiar”.
La hija mayor de Cuca y Pame, es Micaela y en la actualidad juega en Liceo: “Prácticamente nací en una cancha de hockey. Por ahí a la gente de afuera les parecía raro que me quedara con mis padres en sus entrenamientos hasta tarde o acompañando a mi papá a sus trabajos entrenando. Ese un estilo de vida, mi padres siempre me apoyaron y nunca sentí la presión de ellos o por el apellido que llevo. Si hubiese elegido otro deporte o no practicarlo me hubieran apoyado igual. Elegí esta disciplina igual que ellos, mi mamá siempre va a mis partidos todos los sábados y el tema del hockey esta presente en mi casa”,
Amparo es la más chiquita de este grupo y también juega en Liceo apuntó: “Para mi el hockey es todo, es mí alegría y mi tristeza, además están mis amigas. pero no solo para mi el hockey es todo, también para mi familia y. es una sensación hermosa. Juego desde los cinco años en Liceo, es el mejor lugar que conozco. Mi mamá nunca falta a ningún partido, mi papá me ve poco por su trabajo, pero cuando va me siento motivada.
Ver a mi hermana ‘Mica’ jugar me encanta, porque es mi ejemplo”.