(Por Hugo Tajes – Hockey Argentino Plus)
Así son las cosas, sea el deporte que sea, sea la contienda que toque, jugar con Inglaterra es un clásico. El hombre es él y su circunstancia, según nos advertía Ortega y Gasset.
De este modo, los encuentros entre argentinos e ingleses, tendrán por siempre la influencia que las circunstancias han marcado, históricamente, en estos rivales. El partido comenzó con la tensión lógica. Eso hizo que no se jugara del todo atildadamente, pero que hubiera empeño de los dos lados por llevarse el triunfo.
Fué el equipo británico el que se adelantó en el marcador a los 12 minutos, a través de un penal convertido por Ashley Jackson. Argentina sintió el impacto, pero igualmente fue por el empate, de ese modo a los 10′ del segundo cuarto y a los 3′ del último, volvió a hacerse presente el héroe de La Haya. Gonzalo Peillat, con sendos remates, aprovechó dos fijos para dar vuelta el score.
Con el dos a uno en contra, los británicos se fueron en busca del empate, más por tozudez que por juego, y allí surgió como siempre Vivaldi, con un par de atajadas notables. Argentina resistió el embate y festejó con el sonido de la chicharra. Ahora queda la posibilidad de aspirar al 5° puesto en el juego con Holanda.
Finalizado el partido, este cronista festejó el triunfo con un té fuerte y de postre una sopa inglesa, para hacer los honores a la victoria contra los representantes imperiales.