(Producción HAP)
En el primer turno de la tercera fecha del Champions Trophy femenino que se está desarrollando en la ciudad cuyana de Mendoza, la tierra del sol y del buen vino, como reza el slogan tradicional de la provincia, se enfrentaron las selecciones de Australia versus su similar de Alemania. Si bien a priori el match se pefilaba como de resultado incierto por los variados pergaminos que obtuvieron en su momento cada conjunto, por historia y categoría de torneos ganados exhibidos en sus respectivas vitrinas, en la práctica, la paridad de fuerzas solo fue un espejismo que no duró mas allá de promediar el primer cuarto de juego, según el nuevo formato implementado por la FIH.
Es que las hockeyroos fueron muy superiores a las germanas en todos los ítems analizables del juego y sin prisa pero sin pausa fueron acorralando a su rival dentro de su campo primero, dentro de sus 25 yardas después y las arrinconaron dentro de su círculo por último, hasta que lograron vencer la resistencia teutona hacia la mitad del segundo cuarto, tras una jugada de cancha completa, en donde fueron subiendo la pelota pasando y corriendo, sumando dos contra uno hasta el punto del penal de las alemanas y definiendo con un push frontal por intermedio de su número 2, Nanscawan, que cerró la pinza, de la mejor jugada asociada de la tarde, a partir de una salida propia.
El uno a cero tenía gusto a poco y en el inicio de la segunda mitad, el apetito de las oceánicas le hizo honor a uno de sus marsupiales insignias, el demonio de Tasmania, devorándose a las nacidas en Deutschland, con feroces presiones de cancha completa que tornaron en pesadilla las salidas de las capitaneadas por Muller. Así las cosas, su número 7, Jodie Kenny, convirtió desde un fijo fuertemente ejecutado a la izquierda de la arquera y minutos después , la imparable número 26, Smith, convirtió el tercer tanto para su escuadra luego de otra jugada asociada que culminó en la tabla de Alemania.
El último cuarto del match, fue mas de lo mismo, las aussies pugnaban por aumentar la cuenta para asegurarse la primera colocación del grupo, mientras esperaban la faena de las Leonas versus Inglaterra (crónica aparte a cargo de Walter Alejandro Molezzi) y si no lo consiguieron fue porque una y otra vez, la magnífica actuación de su portera Cristina Reynolds, evitó lo que a la postre hubiera sido una goleada catastrófica.
Sin embargo, Australia aflojó el ritmo en los últimos cinco minutos del partido y entonces se pudo apreciar lo mejor de la selección de Alemania que tuvo varias chances de descontar a pesar del poco tiempo que le restaba al juego y a no ser por las reacciones felinas de la arquera australiana, su número 5 Wells, otra hubiese sido la historia. Tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe y por dicha razón castellana, sobre la chicharra Franziska Hauke, la número 2 del equipo europeo convirtió con tiro rasante y esquinado de izquiera a derecha, estableciendo cifras definitivas al tanteador. Concluída la fase clasificatoria para ambos teams, las hockeyroos demostraron que están en el camino correcto para volver a ser esa selección invencible de los albores de la década del ’90, mientras que las de Angela Merkel, mantienen la identidad que las hizo reconocidas en todo el mundo del hockey, pero extrañan demasiado a esas jugadoras diferentes que le daban el toque de distinción a sus planteles, como Natasha Keller, por nombrar alguna y a pesar de dominar todas las variables de su estructurada escuela, les faltan “las manos” para llevarlo a cabo.