(Por Hugo Tajes)
Fieles lectores, aquí estamos. El Champions nos lleva a una seguidilla de partidos que nos permite tener un contacto más frecuente. Para estar bien organizados, debemos sistematizar la confección de las notas. Primero establecer la jerarquía del partido: Importantísimo. Por la necesidad de sumar puntos y goles. Por los recientes partidos con este rival. Por la histórica disputa deportiva general con Inglaterra. Segundo: Preparar el escenario, silloncito, Tv de 42 pulgadas, sonido envolvente. Tercero: Fundamental. Las vituallas. Cuatro tiempos, cuatro sandwichitos, cuatro vasos de gaseosa.
Así con todo organizado, pudimos contemplar el juego con tranquilidad. El partido parecía pintar bien, porque en este juego comenzó con más protagonismo Aymar. A diferencia de los dos anteriores, el equipo pareció tocar más la melodía que entonaba Lucha.
Sin embargo, las inglesas dieron el primer dolor de cabeza al equipo nacional apenas a los 7 ‘ de la etapa inicial, Breay definió ante la salida de Succi y puso el 1 a 0. A partir de allí, Argentina atacó pero no consiguió el empate. El primer período terminó con el resultado a favor de las británicas y con mi primer sandwichito consumido en tiempo récord, nervios mediante.
El segundo tiempo de 15′ mostró el juego y las ganas de Luciana Aymar y algunas acciones de Rebecchi, quien a los 3′ de esa etapa consiguió la igualdad. Ahora sí. Segundo sandwich digerido con más calma.
El tercer tiempo destacó a la tercera figura de Las Leonas en el partido, Succi salvó con firmeza un par de llegadas de las visitantes. Luego, lentamente, las blanquicelestes retomaron el control del juego y el tercer sandwichito lo consumimos de la misma manera, despacio, con tranquilidad.
Llegamos entonces al período final, en el que comenzó siendo figura Succi, hasta que a los 6′ de juego Merino puso el dos a uno. Luego aumentó Lucheti a los 9′ y Merino cerró la goleada a los 11’ . Entonces sí, queridos lectores, tarea cumplida. Argentina primera en la zona, a esperar al cuarto de la otra sección. El que no esperó fue el cuarto y último sandwichito, devorado con tono de festejo.
Las chicas se retiraron llenas de felicidad por el triunfo y este escriba se retiró lleno también, pero por el aporte de los 4 sandwichs con gaseosa. Para la próxima fecha se prevee un cambio de estrategia, no del equipo de Capurro, sino de este atosigado comensal que a este paso se retirará rodando de las crónicas.