“Cachito” realizó su primera clínica, con baile, premios y nuevas técnicas.
(Fuente: La Tercera; Cronista: Carlos Gónzalez Lucay; Foto: Hans Scott)
“Puede pasar que recordemos este momento como algo lindísimo. Muchos tenemos sueños y quizás en algunos años les toque jugar con ellos y les digan ‘¿te acuerdas cuando nos sacamos una foto?’. Estamos felices de que hayan venido. Pregunten todo lo que quieran”.
Con estas palabras, Sergio Cachito Vigil, nuevo entrenador de las Diablas y ex campeón del mundo y doble medallista olímpico con las Leonas argentinas, les da la bienvenida a 44 niñas y niños de entre 13 y 16 años, que llegaron entusiastas a la primera clínica del prestigioso técnico.
La clase práctica se lleva a cabo en la cancha del Country Club, bajo el nombre de Clínica de Técnicas Modernas en el Hockey Césped. Sus ayudantes son de lujo, ya que hay 26 jugadoras de las Diablas y seis de la Selección masculina Sub 21. “Pregunten todo lo que quieran a las Diablas y Diablos. Hay una estación de arrastrada; otra de tirada de revés; otra de habilidades; otra de definición y recuperación defensiva”, afirma Cachito.
“Es una buena instancia para unir al hockey y a las categorías. Es lindo compartir con ellas, porque nos empujan a ir con más convicción por los sueño. Cachito viene a crear una revolución y nosotros somos partícipes”, afirma Manuela Urroz, una de las líderes del equipo.
El transandino se mueve por toda la cancha, con pasitos cortos y un micrófono para que todos lo puedan escuchar. “Vení, vení, dame la mano. ¡Festejá conmigo! ¡Muy bieeeen!”, le dice a una pequeña, luego de anotar un tanto. La chica corre y le da la mano.
Los alumnos desfilan por las distintas estaciones, aunque algunos no alcanzan a completarlas. Cachito agradece la recomendación de uno de los jugadores de proyección. “Qué bueno que nos hiciste esta observación. Nos comprometemos a que si alguien no alcanza, veremos la forma en que lo haga”, dice.
Son más de las 13.00, y el DT llama a todos a hacer un círculo. Le pide al head coach, Alfredo Castro, que diga cuál es su sueño. “Mi sueño es que el hockey sea el deporte más grande de Chile”, responde el aludido.
Luego Cachito sortea ocho premios para los asistentes. Y cierra la actividad con un baile. “Bailando el Bugui-Bugui todo será mejor”, canta Vigil, después de revelar que creó esta coreografía en Sydney 2000 para animar a las Leonas, quienes finalmente lograron una medalla de plata”.
“Hace los ejercicios más entretenidos y los arma él. Fue muy bueno, realmente valió la pena”, apunta Joaquín Ilabaca, arquero de la Sub 14. Mientras que la seleccionada adulta, Constanza Palma, añade, entre risas: “Estas clínicas son distintas. No me esperaba terminar bailando”.
Todos alegres cierran la tarde con una selfie.