El Oficial femenino de hockey tiene 11 entrenadores hombres y una sola dama. Mariana Ochello, que llevó a Urú Curé a la máxima categoría, plantea: “Las mujeres somos las que realmente conocemos cómo piensa una mujer”.
(Fuente: La Voz del Interior; Cronista: Eugenia Mastri)
Es tierra de mujeres, pero diseñada por hombres.
El Oficial Damas “A” de hockey completó el pasado sábado su primera fecha. Hubo 22 mujeres en cada campo de juego, intentando representar a la perfección lo que propusieron sus entrenadores caballeros. La realidad se repitió en Universitario, La Tablada y Palermo Bajo, por ejemplo, y en cada uno de los 11 equipos que no tuvieron estampado el escudo de Urú Curé en sus camisetas.
Con Mariana Ochello como entrenadora, el equipo de Río Cuarto fue, por segundo año consecutivo, la excepción a la regla en el Oficial cordobés.
La exvolante de Universidad Nacional de Río Cuarto, que llegó hace seis años al otro club de su ciudad con un proyecto para “reactivar el hockey”, logró con Urú el ascenso en 2014 y lo llevó a disputar la máxima categoría en 2015 por primera vez en su historia.
“Sobreviví. Fue dura la adaptación, pero seguimos. Lo importante es que pudimos mantener la categoría y en la segunda etapa del año repuntamos”, destaca la entrenadora.
Mariana reconoce que sus años como jugadora le dieron un “conocimiento del torneo, de los equipos y de las jugadoras” que luego pudo transmitir a su plantel. “Yo me pongo del lado de técnico y trato de volcar mi experiencia. Siempre fui una volante del montón y sobreviví en el torneo y en los equipos. Eso me hizo trabajar mucho la parte emocional, la fortaleza para superar las adversidades y lo pude transmitir a mi equipo. Todo nos fortalece para sobrellevar el torneo”, dice.
A la hora de hablar del plantel con el que afrontará su segunda temporada en la máxima categoría, Ochello admite que les “falta muchísimo en lo que hace al trabajo en equipo”. “Es muy nuevo, en los últimos cuatro años mantenemos sólo la columna vertebral”, cuenta. Pero valora: “Ahora tengo la base más armada, conservo varias jugadoras del año pasado y tengo juveniles formadoras en el club, que van a ser la rueda de auxilio”.
Su impronta
Mariana revela que con el plantel de Primera de Urú Curé trabajan para tener una identidad de juego. Quiere que los rivales las “empiecen a estudiar y a respetar un poquito más”. Y se define como “una atacante neta”. “Armo el equipo, y si puediera hacer que la arquera salga a atacar, lo hago”, grafica.
“Quiero un equipo compacto, que ataque, que hasta la línea de defensa se convierta en ataque de bocha. Insisto muchísimo en el bloqueo, en la recuperación Nunca planteo un equipo para defender, ni aun como debutante”, asegura.
A la hora de hablar de sus fortalezas para dirigir a un equipo femenino, la DT plantea: “Las mujeres somos las que realmente conocemos cómo piensa una mujer. El desafío es doble, aunque no sé si para mí o para las jugadoras”.
Ochello afirma que “dirigir un equipo de mujeres tiene mucho que ver con la parte emocional, hormonal” y que por eso, desde hace tres años hace un trabajo de coaching para sortear algunas dificultades. “Somos más complicadas en algunos aspectos, pero a la vez tenemos un espíritu de lucha diferente al de un varón”, dice.
–¿Tenés alguna teoría de por qué sos la única DT mujer en Primera?
–Y… te la tenés que bancar. No es fácil. Hay que enfrentarse a hombres dirigentes, que siempre buscan hombres para dirigir. Y también es por una elección de vida. Yo no tengo familia, si no, sería imposible.
