El modelo de educación más deporte que llegó a unos 1500 presos por medio del rugby podría replicarse con otra actividad; Las Leonas lanzarían el proyecto.
(Fuente: La Nación; Cronista: Mauricio Giambartolomei)
¿Rugby en una cárcel de máxima seguridad? ¿Personas violentas jugando un deporte violento? Los prejuicios que encerraban preguntas como éstas fueron rápidamente superados y Los Espartanos, el equipo de rugby integrado por internos del penal de San Martín, hoy ya son una marca registrada. Un modelo de inclusión basado en el deporte y la educación que proyecta introducir otra práctica en las unidades penitenciarias de todo el país: el hockey.
El sueño toma forma en la cabeza del hombre que creó Los Espartanos, Eduardo “Coco” Oderigo, quien en 2009 armó el equipo y luego reprodujo el modelo en cárceles de todo el país. Aunque todavía se trata de un proyecto en estado germinal, parece que no hay barrera que detenga este nuevo objetivo. En septiembre se espera que algunas jugadoras de Las Leonas, junto con su entrenador, Agustín Corradini, visiten la Unidad Penal N° 48 de San Martín y que ése sea el punto de partida.
La idea surgió cuando Julián Crespo (entrenador del seleccionado sub 14 de Buenos Aires), Sofía Maccari (ex Leona y referente del club San Fernando) y Florencia Grundfeld (representante de la firma Reves) estuvieron en el Coliseo, la cancha de rugby donde entrenan Los Espartanos. Los tres se hicieron cargo del entrenamiento, dieron charlas técnicas y organizaron distintos partidos. “Se los escuchaba transmitir el respeto por sobre todas las cosas, el espíritu de equipo y que lo más importante era formarse y mejorar”, recuerda Oderigo.
Ese mensaje fue revelador. A partir de allí comenzó a tomar forma la idea de introducir el deporte en la misma unidad, que también tiene un sector para alojar mujeres. “Queremos que el sistema tenga el mismo funcionamiento que con el rugby: sólo pueden participar quienes estudien en la escuela primaria o secundaria dentro del penal”, explica Oderigo, un abogado penalista que llegó a jugar en la primera división del San Isidro Club (SIC).
De esta forma, en la Unidad Penal de San Martín ya hay unos 180 internos que reciben educación de nivel primario y otros 90 de secundario. El cupo aumentó hace pocos días por la ampliación del cuerpo de docentes habilitados por la Dirección General de Educación de la provincia de Buenos Aires.
“El Servicio Penitenciario Bonaerense no daría el aval para sumar otro deporte. Nos faltaría que se sumen voluntarios para que enseñen a jugar y quienes aporten materiales.Nos faltaría que se sumen voluntarios para que enseñen a jugar y quienes aporten materiales como palos, bochas y equipos”, cuenta Oderigo, también fundador de la Fundación Espartanos.
La fundación, con el apoyo de empresas y del Banco Macro, se encarga de construir canchas de rugby en cárceles de todo el país. Con ese deporte llegaron a 29 unidades ubicadas en La Pampa, Salta, Jujuy, Mendoza, Tucumán, Neuquén, Chubut, Tierra del Fuego, Misiones y Buenos Aires, con llegada a unos 1200 internos. “La primera medida con el hockey es igual a lo que hicimos con el rugby: que las personas se vayan educando mientras realizan deporte. Esto es posible”, destaca el entrenador de Los Espartanos.