(foto de Paula Ottone) (Por Hugo Tajes)
En medio de la vorágine de leones, leonas, clasificación para los JJOO, Cenard, etc., el jefe me encomendó la crónica de la fecha pendiente del metro A. las chicas de Arqui contra las chicas de CASI.
Allí fue este obediente escriba, a tomar nota de lo acontecido en Agronomía. El partido comenzó con pocas llegadas de ambos lados, en un partido trabado. CASI esperaba en zona de mediocampo, para cerrar líneas y salir verticalmente. También cuando traía la bocha de atrás buscaba el juego largo y por el medio, para poner la bocha rápidamente en zona de definición. CASI pasaba dos o tres jugadoras rápidamente a posición de ataque y no se desarmarmaba con las demás.
Las locales en tanto, aferradas a su nuevo libreto de jugar más la bocha y elaborar las salidas, tuvo dos problemas: el primero no llegar a los bloqueos quedando muy abiertas. El segundo, no elegir las jugadas convenientes en cada salida. Si bien es meritorio el buscar más elaboración en el juego, jugar todo chiquito contra un rival que juega al cierre del espacio, es caer en la trampa del rival. En esas situaciones hay que saber cuando optar por una salida con bochas más largas, e inclusive con pelotas en profundidad hacia la defensa rival para saltear líneas.
El primer tiempo se fue con el empate en uno, pocas llegadas y menos remates de cada uno. Pérez para Arquitectura y Santini Echegaray para las sanisidrenses marcaron en esa etapa.
En el segundo período, Arquitectura cerró líneas, se hizo más compacto en el bloqueo y de a poco fue empujando a la visita hacia su propio campo. Otro tanto de Pérez, puso el dos a uno que a esa altura parecía lo más lógico.
CASI se fue hacia adelante , casi por inercia, arrimó algún peligro, pero finalmente no perturbó el triunfo local. El partido no tuvo la intensidad ni el ritmo que a priori se pensaba y quizás haya sido fruto del parate obligado por la World Ligue.
Hablando de la World Ligue, este sufrido cronista tuvo que cubrir los partidos del Cenard a continuación de la jornada de Agronomía , por lo que se dió el siguiente diálogo con el cruel jefe.
Cronista sufrido: “Voy a cubrir Arqui-CASI, es casi el mismo horario de Los Leones, dejo que la W.L. la cubra otro?”
Jefe cruel: “No”
Cronista sufrido: “¿Bueno, por lo menos puedo recibir un viático para comprarme el sandwichito, camino al Cenard?”
Jefe cruel: “No”
Cronista sufrido: “¿Puedo recibir un viático para el viaje en colectivo?”
Jefe cruel: “No”
Cronista sufrido: “¿Ok, lo pago yo. Puedo tomarme 5 minutos para comprarme el sandwichito?”
Jefe cruel: “No”
Cronista sufrido: “Está bien jefe, siempre es un gusto dialogar con usted”
Así ven, fieles lectores, como este oficio de cronista es un verdadero sacerdocio, como alguien afirmó hace ya un tiempo. Algo que comprobó este famélico escriba en la jornada del Sábado.
