Tardecita fría, de una primavera que no se atreve a aparecer. Es la primera sensación que tiene este redactor, rumbo al campo de Agronomía, hogar “hockistico” de las chicas de Arquitectura.
El partido, a priori, presenta más dudas que certezas. Las locales y las visitantes Sanisidrenses, acumulan más tardes de “cero punto” que de alegrías.
Ambos equipos van por la victoria redentora, luego de una interminable sucesión de empates y derrotas.
Para dar clima al melancólico contexto, a este cronista lo ubican cercano al banco de suplentes, donde la sombra se adueña del campo. Allá el solcito aliviador, aquí nosotros, jugadoras suplentes, cuerpo técnico, fotógrafos y escribas.
SIC comenzó el encuentro protegiendo su campo, con una línea de cuatro afirmada en su sector, un mediocampo en rombo, con una jugadora por vez soltándose, para acompañar a dos delanteras bien abiertas.
Arquitectura intentó igualar hacia adelante, priorizando la presión alta con sus delanteras y el acople del mediocampo.
El juego de SIC buscó el ancho del campo y el de las arkinas la verticalidad.
Así transcurrió todo el encuentro, con una leve preponderancia de las locales.
La paridad se reflejó en los números finales: 6 llegadas con peligro, 4 penetraciones, 2 cortos, 4 remates, 2 goles. Todo igual para los dos equipos.
Los dos goles por bando los convirtieron, a los 11′ del primer tiempo Gibrac desviando una bocha larga. Al minuto del complemento igualó Agustín con remate desde cerca. El dos a uno lo consiguió Niño a los 16′ de la etapa final, al tomar un rebote de corto. El empate definitivo fue de Ragghianti a los 22′ en un desvío a la salida de un fijo.
Para las visitantes el empate sirvió para sumar, y establecerse en una posición sin sobresaltos.
Para las locales, que nuevamente, estuvieron tan cerca y tan lejos de la victoria, el punto obtenido, tomó valor para continuar en carrera por un lugar en los play off.