El jefe encomendó a este escriba, la cobertura en los pagos de San Isidro, del juego entre el CASI y Arquitectura. Las callecitas sanisidrenses, y las antiguas construcciones, inspiraron el espíritu tanguero de este melancólico cronista, recordando un clásico del 2 por 4.
El tango dice en una de sus estrofas, la frase que da pie al título de esta nota, y es de “Cuesta abajo”:
Si arrastré por este mundo la vergûenza de haber sido y el dolor de ya no ser.
CASI padecía el no ser protagonista, y la resignación de tener que pelear por escapar a los puestos del fondo de la tabla.
Pero el dolor de ya no ser la cabía principalmente a la visita. Del equipo dificil, que presionaba arriba, que casi no perdía en la primera rueda, se pasó a esta actualidad. De equipo liviano y accesible.
El partido en San Isidro, arrancó transmitiendo eso, las dudas de los dos.
En el planteo táctico, las locales propusieron una defensa escalonada y un medio y ataque más apretados para el bloqueo alto. A su vez, trataron de pasar la bocha finita por el medio, para evitar el bloqueo rival y armar el juego desde allí.
En tanto, las visitantes, buscaron presionar arriba y llegar con bochas profundas, aprovechando las espacios que quedaban detrás del medio y entre la defensa de las sanisidrenses.
El trámite, de entrada, favoreció a CASI, que llegaba al pressing moviéndose en bloque y a su vez, podía saltar la presión rival.
Las arkinas, en tanto, tuvieron oportunidades aprovechando los espacios antes mencionados en defensa, pero no llegaron a concretar.
Pero, en medio de toda esa monotonía, CASI tuvo a Burkart, y eso marcó la diferencia, la capitana de a poco fue haciendo suyo el partido.
En la tercera llegada de las locales, se produjo la apertura del marcador cuando Quirici concretó, con remate al primer palo, en un fijo, a los 17 minutos.
De allí al final, sólo hubo una llegada de la visita y nada más.
El entretiempo, sirvió para que este redactor diera cuenta de un buen tentempie, en el barcito de la histórica sede del club aurinegro. La tibia merienda dio ánimo a quien comenta, para no perder la esperanza de ver un mejor juego en la etapa complementaria.
El segundo período mostró a las visitantes más concentradas en la recuperación de la bocha, y eso posibilitó que pudieran llegar con mejores perspectivas al arco rival. Primero empató Monserrat a los 15 minutos, y a los 22 Sanzo , en lucida acción individual puso el dos a uno para las arkinas.
Pero cuando todo parecía mejor aspectado para la visita, apareció Burkart. A los 27′ empató el tanteador luego de un fijo, rematando a la izquierda de Pereyra Balbi y a los 33′ luego de una acción personal, puso la bocha en el área para el desvío de Hileman quien marcó el 3 a 2 definitivo.
Con las luces del ocaso, este escriba comenzó a transitar las empedradas callecitas sanisidrenses, hacia la zona del bajo, mientras silbaba el clásico tanguito.