Será este sábado de 10 a 18 en la sede de El Plumazo. Está dirigido a chicos y chicas que jueguen o no la disciplina. Las inscripciones son libres y gratuitas.
(Fuente: Uno Entre Ríos; Cronista: Lucila Tosolino: Fotos: Facebook Silvina Dorbessan)
El plantel superior de hockey sobre césped femenino del Club Atlético Estudiantes (CAE) de Paraná organiza para este sábado 23 de julio un seven mix en la sede de El Plumazo. La actividad está dirigida a jóvenes que jueguen o no la disciplina pero que tengan ganas de divertirse y vivir una jornada a puro deporte.
Las albinegras armaron esta actividad para homenajear a quien fue una gran compañera y jugadora de hockey sobre césped del CAE, María Isabel Torné Villanueva, quien falleció en julio de 2015, víctima de una enfermedad.
Sobre el seven mix, las organizadoras detallaron que cada equipo puede estar integrado por tres varones y cuatro mujeres. Además explicaron que la actividad será desde las 10 hasta las 18 y habrá almuerzo para los jugadores, sorteos y premios.
Respecto a las inscripciones, éstas son con entrada libre y gratuita y lo único que se pide desde la organización es la donación de leche en polvo, pañales y/o juguetes, los cuales luego serán entregados a la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe que se ocupará de distribuir los elementos a barrios humildes de Paraná.
La fecha de cierre para que los equipos se inscriban es este jueves 21. Quienes quieran hacerlo pueden escribir un mensaje privado a la Fan Page de la red social Facebook: “Seven mix Marisa Torné-Periquete”.
“Tienen que darnos los siguientes datos: nombre del equipo; nombre, apellido y edad de los integrantes del equipo y algún número de teléfono para contactarnos por cualquier eventualidad”, explicaron las jugadoras del CAE a cargo de la organización.
La representante de las cuatro “C”
La “C” es una inicial que encuadra cuatro palabras que describen a la perfección a María Isabel Torné Villanueva. Los términos a los cuales me refiero son coraje, confianza, corazón y compañerismo. Es que esta mujer, que falleció el jueves 23 de julio de 2015 a los 50 años, fue una excelente persona y jugadora de hockey sobre césped dentro y fuera de la cancha.
Marisa, como se la conocía, vistió la camiseta del Club Atlético Estudiantes (CAE) prácticamente toda su vida y defendió los colores blanco y negro hasta unos meses antes de morir a causa de una enfermedad. Ella se destacó en Primera División y en Reserva de la línea Blanca. En cada partido se lució por sus condiciones físicas y técnicas, pero más que nada por su conducta ejemplar, intachable.
A cada instante, en el césped sintético, Marisa alentaba, apoyaba y ayudaba. No le importaba estar cansada o tener sed. No había tiempo para quejarse o lamentar algún golpe, ella sólo se concentraba en ir hacia adelante, en sacar fuerzas en donde ya no había. Jugaba de mediocampo, se corría todo y colaboraba en cada centímetro de la cancha. Sin duda, una genia.
Siempre priorizaba las palabras de aliento y desechaba las críticas poco constructivas. Se preocupaba por el bienestar de su equipo y tiraba para el frente cuando el panorama no era favorable. Enseñó a sus compañeras que no hay que quedarse con ganas, que nada se guarda y que hay que darlo todo. Que el respeto es un valor fundamental que nunca hay que olvidar y que un gran deportista no sólo tiene destreza y talento, sino corazón. Y de éso, Marisa lo sabía a la perfección porque era una referente, su abanderada.
El ocho como sinónimo de lucha
Sin duda, la triste noticia de su muerte tocó a la comunidad del hockey sobre césped de Paraná, en general, y a la del CAE en especial. Tal fue así, que la institución albinegra decretó duelo por todo ese fin de semana -25 y 26 de julio- y los equipos de caballeros y damas decidieron posponer sus partidos programados.
El número que llevaba Marisa en su camiseta blanca y negra era el ocho. Y a modo de recordatorio y homenaje, la familia del CAE colocó detrás de uno de los arcos la bandera blanca y negra con la remera de la jugadora que lució y transpiró en cada partido con mucho orgullo. Es así, que cada fin de semana, “Mari” dice presente atrás de un guardameta de la sede de El Plumazo.
Su conducta fue su marca distintiva. Ella se convirtió en el común denominador de que no importa la edad sino la fuerza que uno le pone a las cosas que hace. Tras recibir bochazos en prácticas o partidos, ella demostró que no hay que bajar los brazos, sino que hay que seguir luchando con la cabeza en alto para así superarse y demostrar que con ganas, ánimo y entusiasmo todo se puede.
Paso por Talleres
“Mari” jugó hockey sobre césped durante dos años en el Club Atlético Talleres (CAT). Precisamente por ésto la entidad Rojiblanca obsequió una plaqueta recordatoria al CAE, en señal de confraternidad.
“En memoria de su paso por el hockey sobre césped de Talleres, nuestro recuerdo. Con mucho afecto, subcomisión y familia del Hockey del Club Atlético Talleres”, reza la placa.