Aunque la progresión está siendo muy buena, aún quedan cosas por mejorar’ afirma el seleccionador, Fred Soyez.
(Fuente:El Mundo; Foto: Oscar Espinosa)
Hace poco más de un año España cerraba un Mundial desastroso por su tradición. Octava plaza (de 12) para los chicos, y las chicas quedaron lejos de la clasificación para la competición. Ellas, además, también venían de quedar fuera de los Juegos de Londres.
El francés Fred Soyez tomó entonces las riendas de la selección masculina, que cambió de entrada los métodos de trabajo. Semanalmente los chicos entrenan juntos por grupos, en Madrid, Barcelona y Bélgica. Además, una vez al mes se han realizado concentraciones con partidos amistosos, algunos contra potencias mundiales como Alemania, Holanda o Inglaterra.
Estos partidos dan confianza a Soyez de cara al Europeo de Londres que comienza este viernes. «Pese a que hay cuatro equipos en principio superiores», en referencia a alemanes, belgas, holandeses e ingleses, «hemos visto que podemos ganar a cualquiera. Sabemos que tenemos la calidad suficiente para plantarnos en semifinales y conseguir la medalla».
Pese a la progresión hecha, todavía hay puntos que mejorar. «Nos falta mucha constancia y ritmo de partidos en competición. El 60% del equipo es nuevo». Y es que en los últimos años han colgado el stick muchos de los cracks mundiales que dieron tantas alegrías al hockey español.
El último en hacerlo ha sido Santi Freixa. Gugu, el único español en el Salón de la Fama del hockey europeo y uno de los jugadores más carismáticos y queridos en todo el mundo, dejó la selección al finalizar el Mundial y esta semana ha anunciado su retirada definitiva. Ahora es el turno de los Oliva, Lleonart, Sallés o Enrique de ocupar su lugar y reivindicarse entre los mejores del mundo.
Los chicos ya tienen pie y medio en los Juegos Olímpicos tras su quinta plaza en la World League, objetivo prioritario en la planificación de Soyez. El francés ve opciones de medalla olímpica, «algo que hoy sería muy difícil, pero estoy convencido que tendremos muchas posibilidades en un año si seguimos con esta dinámica».
La selección femenina, sin un Mundial de por medio, puso hace dos años este verano en el punto de mira, con el objetivo de entrar en los Juegos en plena forma y con una base de jugadoras jóvenes.
«Hemos hecho un gran cambio en la cantidad de trabajo que realizamos, especialmente en el aspecto físico» apunta Adrian Lock, inglés afincado desde hace años en España en quien la Federación ha confiado para dirigir la transición en la línea femenina, después de haber dirigido en las selecciones inferiores a muchas chicas que ha convertido en internacionales absolutas.
La clave según él para competir contra selecciones completamente profesionales es precisamente entrenar como un profesional. «El principal bloque de entrenamiento de las chicas es con la selección, realizan ocho sesiones semanales por su cuenta aparte de las que programan sus clubes».
Tras quedar fuera del Mundial y muy lejos a nivel de juego del resto de selecciones, incluso de las menos punteras, Lock lanzó un reto a sus chicas: «Si queréis esto, tendréis que trabajar así de duro». Y ellas aceptaron, trabajando duro cada día del año con el objetivo de clasificarse para Río. Su sueño queda ahora mucho más cerca gracias a una sexta plaza en la World League que no refleja su gran papel, plantando cara a las mejores selecciones del planeta.
Tuvieron el pase olímpico a tocar, pero fallaron en los shoot-out en cuartos contra Alemania, la campeona europea. Allí brilló Gigi Oliva, que se está consolidando como una de las mejores mediocampistas del mundo.
Ahora el resto de selecciones vuelve a temerlas, y ellas lucharán duro para lograr una medalla, a poder ser de oro para asegurar la presencia en Río. Sus principales armas: la presión, la verticalidad y el potente arrastre de Lola Riera. Lock lo tiene clar:_«Recuperaremos el respeto al hockey femenino español».
