LA FEDERACIÓN DE HOCKEY VALENCIANA Y LA FUNDACIÓN TRINIDAD ALFONSO LLEVAN EL HOCKEY A LOS COLEGIOS.
(Fuente: El Mundo; Foto: FHCV)
Barcelona, 9 de agosto de 1992. Todo el país estaba pendiente de un equipo de chicas que, a golpe de stick, iban a desafiar a Alemania por el oro olímpico. El hockey hierba femenino logró con aquella sufrida medalla una visibilidad que sus apenas 400 licencias no le otorgaban. Aquel equipo que capitaneaba Mercedes Cohen logró que se volviera la vista a un deporte muy desconocido.
23 años después, la selección femenina quiere volver a ganarse un hueco en unos Juegos Olímpicos. En junio, en Valencia, disputarán el preolímpico que puede darles un billete a Rio de Janeiro el próximo año. Aquel oro del 92 ha servido para que el hockey no sea algo extraño, pero aún está lejos de tener una presencia importante en las practicas deportivas de los españoles. Según el informe del Consejo Superior de Deportes, es uno de los deportes con menos practicantes y en 2013 el INE recoge que la Federación de Hockey (que engloba hierba, hielo y sala) otorgó 11.908 licencias federativas, 832 en la Comunidad Valenciana.
Esa cifra es la que se pretende aumentar con el programa ‘PaLoyBoLa’ que han puesto en marcha la Federación de Hockey valenciana y la Fundación Trinidad Alfonso para llegar el hockey a los colegios. Más de 1.000 niños han participado ya en una experiencia en la que han recibido clases teóricas y practicas impartidas por técnicos y jugadores.
La valenciana Lola Riera es una de las exponentes de la selección que ha visitado varios colegios. “Queremos dar a conocer este deporte para que se vaya incorporando a las actividades deportivas extraescolares. Tenemos que fomentar los deportes minoritarios”, confiesa la jugadora del ESP Complutense. Aunque ha desarrollado su carrera en Valencia, Lola tuvo que emigrar a Madrid para jugar en un equipo de la máxima categoría que le permitiera pelear un hueco para ir a Río. “Las preguntas que los niños me hacen es dónde empecé a jugar, y qué he sentido en los torneos. En Valencia es fácil jugar porque hay dos campos, pero no hay equipos de máxima categoría”, explica.
En los colegios suelen dar sus ‘clases’ en las pistas porque Lola defiende que cualquiera puede jugar al hockey. “Sólo hace falta tener un stick, bolas y una pista”.
A la espera de que el hockey se convierta en una actividad demandada por los alumnos en los centros educativos, esta iniciativa de la Federación ha conseguido que la selección gane aficionados que la arropen en el preolímpico. “Es un orgullo que se juegue en Valencia, en casa, y un sueño poder estar en Río”, asegura Riera.
