(Fuente: revistaelitesport.es, Juan Pedro Fernández. Foto: Arnau Martínez)
La selección española femenina de hockey hierba se juega en Valencia del 13 al 21 de junio la posibilidad de lograr una de las tres plazas que permiten acudir a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.Revista Elite Sport habla con Gloria Comerma, una de las mejores jugadoras de España, que destaca la ilusión y el sacrificio realizado por el grupo para conseguir este reto y analiza el papel actual su deporte en nuestro país. La nueva integrante del Waterloo Ducks belga es uno de los ejemplos de deportistas que han compaginado estudios con el deporte de alto nivel. Con esfuerzo y talento, la meta está más cerca.
¿Cómo ves a España para este preolímpico?
Estamos bien, entrenando mucho. Llevamos varias semanas en Valencia y aún queda un poco, pero sólo faltan por pulir los últimos detalles. Estamos preparadas para enfrentarnos a cualquiera y ganar estos partidos que te hacen estar en los Juegos Olímpicos.
¿Cómo es el ambiente en el vestuario?
Es un grupo muy bueno, nos llevamos todas muy bien. Hay normalmente muy buen rollo entre casi todas. Evidentemente, tienes tus amistades más cercanas, pero estamos muy animadas y con ganas de que llegue el campeonato. Sí que tenemos momentos de bajón, sobre todo psicológicos, y físicos por el cansancio. Ahí es cuando sale el espíritu de buen grupo, nos animamos e intentamos reírnos de la situación. A veces es mejor tomárselo así.
Ya has vivido unos Juegos Olímpicos (Pekín 2008). ¿Qué supone para ti acudir a Río de Janeiro 2016?
Siempre he dicho que tengo la espina clavada de Londres y me acuerdo como si fuera hoy del día que nos quedamos fuera, pero ahora lo veo como otra oportunidad que tenemos de volver a disputar unos Juegos. Intento, más que recordar lo de Londres, acordarme de lo bonito que fue en Pekín e intentar darlo todo para que esta vez se haga realidad y no quedarnos con el mal sabor de boca de 2012. Estamos preparándonos muy bien y si no nos clasificamos no podremos considerarlo un fracaso, sino algo inesperado, porque realmente se están haciendo las cosas para que esto salga bien.
¿No participar en los JJ.OO de Londres supuso un punto de inflexión en la Selección?
Sí. No se preparó con el respeto que merece un campeonato así. No fuimos conscientes de lo que nos jugábamos. La preparación no fue la ideal y desde allí empezaron a desaparecer los pocos patrocinadores que teníamos. Tuvimos problemas para juntarnos en la Selección absoluta a entrenar y la gente dejó de seguir el hockey español. Luego fuimos a jugar un clasificatorio para el Mundial al cabo de dos años y no estábamos al nivel de los otros equipos, estábamos bastante lejos. Ahora se ha hecho un esfuerzo entre todas las jugadoras y cuerpo técnico y se han intentado dejar atrás las excusas a nivel económico. Creo que ahora hemos vuelto a crecer y creo que estamos en un buen momento.
Cuéntanos el extraño caso del Preolímpico de 2008 en Azerbaiyán.
Yo fui una de las involucradas en todo el ‘show’ que se montó. Tengo muy buen recuerdo de ese preolímpico porque nos dio el pase a los Juegos, pero también lo pasé muy mal con todo aquello. No sabemos muy bien quién nos puso un tipo de droga en la cena. En el control antidopaje nos salió positivo a mí y a otra jugadora. Estuvimos tres meses antes de los Juegos peleando porque este dopaje era involuntario. Fue muy difícil. Acabó bien y fue una anécdota más, pero realmente podría haber acabado mal y nos podían haber dejado dos años sin competir por algo realmente de locos.
¿Qué le falta al hockey hierba para crecer?
Creo que falta un plus de todo, de patrocinadores, de empresas que realmente se interesen por nosotras, por nuestra ilusión, por el camino que estamos haciendo. Es necesario que salgan ‘sponsor’ que te ayuden y poder afrontar casi todas las temporadas y concentraciones con ayudas económicas que nos permitan estar más tiempo juntas. Cuanto más entrenas, más medallas ganas. Cuando ganas medallas es cuando salen más patrocinadores, la gente te empieza a seguir más. Yo lo comparo con lo que ha pasado con las chicas de waterpolo. Hasta que ellas no han ganado la gente no las conocía. Ahora ganan medallas, están siempre en los podios y es todo un poco más fácil. A nivel mediático más de lo mismo. Creo que con el hockey nos falta eso, conseguir esa medalla que queremos todas que nos ayude a crecer.
¿Se puede vivir del hockey?
No, realmente los clubes de aquí pagan muy poco para que puedas vivir sólo de esto. Con la Selección tenemos unas ayudas que están bien para vivir el día a día. Yo sé que cuando termine mi carrera deportiva tendré que buscar un trabajo. Tengo mi carrera universitaria (Publicidad y Relaciones Públicas) y ahora estoy haciendo un Master porque sé que el día de mañana lo voy a necesitar. Ahora puedo ir tirando, pero cuando termine no tendré lo típico de un futbolista o de otro deportista.
¿Cómo compaginaste estudios y entrenamientos?
En el último año de Unversidad trabajaba en un Departamento de Marketing por las mañanas. Dos o tres mediodías me iba además a entrenar con la Selección y después lo empalmaba con la Universidad de 15.00 a 20.00. De ahí me iba directa a entrenar. Es muy duro porque el cuerpo casi no te da y acabas sin hacer nada bien. Haces todo, pero todo a medias. La mayoría hemos estudiado y entrenado. Es mucho sacrificio, pero al final con fuerza de voluntad sacas la carrera adelante. Como jugadoras casi amateur, sabemos que lo necesitamos.
Fuiste una de las emigrantes al hockey belga. ¿Cómo te fue en el Leuven?
Sí, estuve allí, y el año que viene vuelvo también, al Waterloo Duck. Allí en Bélgica sí pagan algo más. Yo me he buscado un equipo fuerte, competitivo, que ha jugado la final de la Liga y con los que creo que puedo trabajar bien. Hay un gran entrenador allí y más que dinero he buscado calidad a nivel deportivo. Quiero estar en un club para seguir sumando. Sí que se puede vivir un poco mejor allí, pero tampoco te diré que tienes la vida solucionada ni mucho menos.
¿Qué tiene el hockey hierba en Bélgica que no tenga en España?
Es un país que tiene recursos económicos, patrocinadores y allí encuentras la mezcla de calidad de vida a nivel económico y deportivo. La Liga belga se ha puesto a la par con la de España y creo que va evolucionando.
¿Cuáles son los valores que fomenta el hockey?
En la Selección lo que veo es la ilusión que transmitimos todas. El sacrificio, porque pasamos muchas horas entrenando, corriendo y jugando. La recompensa que tienen otros deportes no la tenemos. Lo hacemos por nosotras. Es la ilusión por estar en los Juegos.
¿Por qué tanta afinidad con el color rosa?
Recuerdo la primera marca que me patrocinó, que me dio una funda de palos rosia y fucsia. A partir de ahí me fui aficionando. En mis comienzos iba buscando a ver si podía encontrar todo rosa y me costaba bastante. Ahora, casi todas las marcas tienen muchos complementos de este color. La gente me conoce un poco como ‘la de rosa’. Me gusta, hay mil cosas que puedo encontrar.
