No les importa hacer el ridículo jugando al hockey, solo piensan en el futuro de sus hijos.
(Fuente: Aleteia; Cronista: Esteban Pittaro)
¿Qué papá corriendo con sus hijos no deja que su hijo gane para arrancarle una gran sonrisa? Mucho más difícil es encontrar a un papá que compita en algún deporte y pierda contra otros papás para la alegría de su hijo. Si bien la intención de este equipo de hockey de papás no es la derrota, pierden hace dos años casi todo lo que juegan para que sus hijos puedan competir en las divisiones inferiores de ese deporte.
Se trata del equipo de hockey masculino de la Escuela de Fútbol Infantil de Lobos (E.F.I Lobos), afiliado a la Asociación de Hockey de Buenos Aires. Cuando hace 8 años este club bonaerense decidió incorporar a sus actividades el Hockey, en pleno auge del hockey femenino en la Argentina, numerosos varones se sumaron a las actividades.
Pero para que los niños y jóvenes puedan competir contra otros clubes de la provincia de Buenos Aires, se necesitaba que haya una representación en el torneo de adultos.
Así, para que sus hijos puedan jugar, un grupo de papás armó la Primera de EFI. Nacieron los “Guerreros”, como se les conoce en Lobos, ciudad de 31 mil habitantes. Arrancaron siendo 12 papás; lo justo para completar la plantilla. Hoy son más de 30.
EFI Lobos integra la División B del Hockey de Buenos Aires. En esta temporada, en Primera, perdieron los 34 partidos disputados. Recibieron 480 goles en contra, y convirtieron 7. El campeón, Universitario de La Plata, recibió 39 y convirtió 244. El año pasado las cifras no fueron demasiado distintas. Pero leyendo las tablas de posiciones de atrás para adelante también se encuentran campeones.
Las grandes alegrías de 2016 llegaron de la Intermedia, la categoría anterior a la Primera en la que muchos clubes compiten con jugadores de reserva.
En el caso de los “Guerreros” son los mismos papás que juegan en Primera que el mismo día juegan dos veces. Este año no sólo ganaron en dos ocasiones, sino que pudieron escaparle al último puesto de la tabla de posiciones. Las victorias, señalaba recientemente el diario La Nación, fueron celebradas como un campeonato.
Lo increíble es que, habiendo apenas dos divisiones de Hockey masculino en Buenos Aires, los “Guerreros”, siendo los últimos de la segunda división, integran una elite de 34 equipos federados que integran numerosos campeones olímpicos: recordemos que la Argentina, por primera vez en la historia de su hockey, alcanzó la presea dorada en los Juegos de Río 2016.
Las puertas que abren los papás, que no tienen miedo a la derrota, dan los frutos en las divisiones inferiores. Esta temporada, en la séptima división (nacidos en 1992), ganaron 9 partidos.
La tabla de posiciones en la que más se destacan los “Guerreros” de Lobos es la del Fair Play. Aun perdiendo los partidos por goleada, por “afano” como se dice por estos pagos, en 34 partidos no recibieron ni una tarjeta roja.
Marcos Rossi es el capitán del equipo, quien en la fiesta del deporte Lobense fue elegido el mejor jugador de Hockey de la ciudad. Rossi se destaca entre los vecinos de Lobos no sólo por su desempeño en el equipo de EFI, sino también por haber participado en la Guerra de Malvinas, hace 34 años.
“Soy un agradecido a la vida porque tuve el honor de ir a defender nuestra patria, tuve la suerte de volver, formé una familia y hoy disfruto de hacer un deporte que empecé a practicar de grande, cuando tenía 50. Malvinas me marcó para siempre, pero el hockey me ayudó mucho”, afirmaba en una entrevista a La Nación el capitán de un equipo que pierde, pero que igual es grande.