En Australia, la selección femenina de hockey logra la medalla de plata y hace historia. Argentina tiene una buena actuación y consigue cuatro medallas. Se estima que son los mejores Juegos hasta el momento.
(Fuente: Vavel; Cronista: Agustín Ares)
En el año del cambio de siglo, la capital australiana fue la elegida para albergar esta nueva edición de los Juegos Olímpicos. Si bien todos esperaban que Grecia organizara esta nueva cita olímpica, se decidió por Sydney ya que, supuestamente, se habría visto a Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional, manejando el arreglo de la elección a gusto.
A pesar de esto, todas las ceremonias y eventos deportivos estuvieron perfectamente coordinados. Participaron 10.651 atletas (6.582 hombres y 4.069 mujeres) que representan a 199 países y compiten en 300 eventos.
En gran deporte que sobresale en los Juegos es la natación: se rompen 14 récords mundiales y 23 olímpicos. La figura más destacada es el localista Ian Thorpe, quien gana tres medallas de oro (400m libre, y las postas 4×100 y 4×200) y dos de plata (200m libre y 4×100 medley).
La velocista estadounidense Marion Jones es la estrella del atletismo al imponerse en los 100 y 200 metros y en la posta 4×400.
En el lanzamiento de jabalina, el checo Jan Zelezny obtiene su tercer oro en igual cantidad de Juegos.
Otro de los dpeortistas que hace historia es el remero británico Steven Redgrave se convierte en el primero en ganar medallas de oro en cinco Juegos en hilera. Un año más tarde, fue nombrado Caballero.
Participación Argentina:
Fueron 145 los atletas argentinos, quienes compitieron en atletismo, boxeo, canotaje, ciclismo, equitación, esgrima, gimnasia, hockey sobre césped, judo, natación, pesas, remo, taekwondo, tenis, tenis de mesa, tiro, triatlón, voleibol, beach volley y yachting.
Como en Atlanta 1996, Carlos Espínola volvió a subirse al segundo escalón del podio. En la clase Mistral, el velista correntino finalizó las 11 regatas con 43 puntos, cinco por encima del austriaco Christoph Sieber.
También en yachting, en la clase Europe, Serena Amato se adjudicó la presea de bronce con 51 unidades de penalización.
Finalmente, Javier Conte y Juan De La Fuente también obtuvieron una medalla bronceada en la clase 470. Allí, terminaron con 57 puntos, bastante lejos de los australianos Tom King-Mark Turnbull (38) y los norteamericanos Paul Foerster-Robert Merrik (42).
El hecho que marcó un antes y un después en el deporte argentino fue la gran hazaña de la selección de hockey femenina.
Dirigidas por Sergio Vigil, el nuevo equipo bautizado Las Leonas, integró el Grupo A, junto a Australia, Corea del Sur, España y Gran Bretaña. El debut vino con una victoria por 3-2 ante el conjunto coreano, para luego obtener un nuevo triunfo, ante las británicas por 1-0. Los ´últimos dos encuentros de la fase de grupos fueron derrotas ante Australia (1-3) y España (1-0).
A raíz del sistema de arrastre de puntos, la selección llegó a la ronda final ocupando el último escalón, sin ningún punto. De este modo, Australia y España encabezaban el grupo con cuatro unidades, seguidos por Países Bajos, China y Nueva Zelanda, con 3 puntos. Así, las chicas debían ganar los tres partidos y esperar que ninguno de los otros países, salvo el local, lograra ganar dos.
Ya en la segunda ronda, el rival a enfrentar era uno de los poderosos a nivel mundial: Holanda. Para dicho encuentro, tanto las jugadoras como el entrenador optaron por un apodo que represente a un conjunto dispuesto a atacar. Así fue como nació el apodo de Las Leonas. Finalmente, el sobrenombre sirvió y fue victoria por 3-1.
Al día siguiente, volvieron a ganar 2-1, esta vez contra China.
Ya con seis unidades, igualaban a las españolas y debían ganarle a Nueva Zelanda y esperar que las ibéricas no hagan lo mismo con a los Países Bajos.
Paralelamente, Argentina vapuleó a las neozelandesas por 7-1, mientras que España cayó por 1-2 ante las naranjas, clasificando a Las Leonas a la final.
Si bien la Argentina venía teniendo una enorme actuación, Australia era la número uno en el ranking mundial e hizo valer dicho mérito. Triunfo por 3-1 y, por consiguiente, la medalla dorada. Con la plata en sus cuellos, el hockey femenino había hecho historia. Una historia que hastw el día de hoy se mantiene. En los últimos cuatro Juegos, se obtuvieron cuatro medallas (platas en Sydney y Londres 2012 y dos bronces en Atenas 2004 y Beijing 2008).
Ahora, en Río 2016, las dirigidas por Gabriel Minadeo buscaran lo que se les viene escapando desde hace 12 años: la medalla de oro.