Jimena Diab, Luján Ligüera, Luciana Gómez y Camila Meritello, campeonas con el equipo de La Barranca contaron sus experiencias. “Con el primer gol nos tranquilizamos”, precisaron.
(Fuente: Deporte Capital)
No fue un fin de semana más de hockey. El sábado, La Barranca enfrentó a Estudiantes y tenía que ganar para acceder a la final. Y lo hizo, por la mínima diferencia. Las campeonas dijeron lo suyo.
“Fue un partido muy difícil y por suerte hicimos el gol a los dos minutos, y pudimos haber aumentado de no ser por la actuación de la arquera (Antonio)”, dijo la temperamental Jimena Diab.
El segundo tiempo fue todo de Estudiantes. “Nos jugamos la vida en el último corto”, añadió. A Jime le quedó la marca en el rostro en una caída. “Había que defender con todo”, resumió.
Es de indicar que Jimena debió ocupar el puesto de central ante la ausencia obligada de Laureana Molina, lesionada. “Tengo mucho carácter y sé que podía hacerlo”.
Luján asintió sobre este aspecto. “Había que defender el gol con el resto físico que te quedaba”. Luciana, la arquera de La Barranca, precisó que “fue un partido muy duro, estaba medio nerviosa y lo único que pensaba era que no tenía que entrar la bocha. Se pudo y también es cuestión de suerte”.
Camila es una jugadora de perfil bajo pero de alto rendimiento y muy útil para el equipo. “Entré tranquila, traté de concentrarme y hacer lo mejor”, enfatizó. Ante la persistencia del Celeste en el ataque, confió que en un momento “se me cruzó que nos podían empatar, pero siempre intenté colaborar con el grupo”.
Y llegó el domingo
El domingo por la tarde, aún con la lluvia, el equipo arribó al club a puro aliento y cánticos. Una manera buena de fortalecerse para la final. “Fueron dos días iguales y sabíamos que íbamos a morir ahí, peleándola hasta último momento”, dijo Jimena.
Luján aceptó que el grupo no entró bien al partido, lo que facilitó el accionar de Independiente. “Fueron muy ofensivas; Brenda (Pereyra) y Celina (Corradi) que se destacan en el juego aéreo y por su dribling, estaban imparables. Jimena (Diab) nos tenía al trote acomodándonos. A partir de que hacemos el primer gol en una contra, nos tranquilizamos y la defensa empezó a funcionar de otra manera. Y con los otros dos (goles) nos sentíamos felices”.
Ante la consulta a Luciana (arquera) como vivió ese vendaval Rojo, afirmó: “tranquila, además contaba con las indicaciones de Jime y después del gol con mucha más confianza”.
Camila, contrariamente a lo que le había sucedido el sábado ingresó nerviosa. “cuando vi que el primer tiro de Brenda lo sacó Caro desde la misma línea, me dio confianza, me relajé y ya no nos paraba nadie”.
En el segundo tiempo y con tres goles abajo, se sabía que la visita iba a incrementar su insistencia. Y el partido se puso 2-3 y devino una acción de Celina, del centro a la derecha, quedó sola con la arquera Luciana y se paralizó el estadio. “Salí a matar, a que no entre la bocha; por suerte se fue afuera contra el segundo palo”.
Y por si faltaba algo, llegaron dos cortos con el anuncio de la chicharra que indicaba el final del tiempo. La Colo lo sintetizó así: “en el primero, la despeja nuestra arquera, me caigo y la bocha queda ahí. En el segundo sale de la base a la izquierda, con Celina en conducción, la sigo con la marca y pega afuera. Allí, el descontrol”.
Luján, emocionada dijo que “tuvimos la primera parte del año con altibajos; luego empezamos a recuperarnos como grupo y encontrar nuestro juego. En el clásico (último juego de la fase clasificatoria) lo ganamos (4 a 2) jugando muy bien. Y ayer (por el domingo) fue un cierre soñado. Con los papás, las nenas, familiares y amigos alentándonos. Fue muy lindo”.
Jimena dijo que “a pesar de las ausencias (Laurena Molina, Candela Franchuk y Débora Arosteguichar) el grupo funcionó como tal, y se vio la fortaleza en una defensa improvisada y que se diera así, fue una alegría enorme”.
Luciana dijo que “el año que viene será el último para mí y vamos a dejar todo para repetir”. Camila remarcó que “salir campeonas nos fortaleció y en lo personal voy a arrancar con todo; además suben nenas de las categorías de abajo y vamos a generar un buen grupo”. Fue sincera al decir que “aprendemos de ellas (las mayores) por su experiencia y creo que vamos a andar bien. En lo personal, descansaré una o dos semanas y luego arranco con el gimnasio y a correr”.
Y el fin de semana venidero se viene el gran festejo de las Campeonas, asado mediante claro está.