El presidente de Universitario y actual jugador de hockey, Marcelo Galland, hizo un amplio balance tras casi un año y medio de gestión. En base a proyectos concretos, ideas y el compromiso de los socios, la CD va sacando al club del oscuro pozo en el que se encontraba.
(Fuente: Diezmas; Cronista: Joaquín Sánchez; Fotos: Matías Adhemar)
Marcelo Galland llegó a la presidencia de Universitario junto a un grupo de deportistas que se oponían a la venta que proponía la anterior Comisión Directiva, en un hecho que rompió con la tradición de un club que fue dirigido por socios “de renombre” y que en su época de gloria ostentó la mayor masa societaria de la ciudad. Esta nueva generación asumió el riesgo de gestionar una institución a punto de quebrar por los problemas financieros y va dando pasos concretos para la recuperación.
“El balance después un año y cuatro meses es positivo porque además de ir adquiriendo un montón de experiencia en la gestión, se están recomponiendo los números y se lo está explotando, en el buen sentido de la palabra, mucho más. Un montón de objetivos que nos fuimos trazando se fueron cumpliendo, que no tiene que ver estrictamente con lo económico, que va a llevar un tiempo largo acomodarlo con el tema deudas y el déficit, que lo hemos reducido. La etapa que estamos transitando es la de generar las condiciones para que el club pueda salir adelante”, analiza la situación de arranque Galland, en el renovado chalet de Gonnet.
– Antes de asumir tenían cierto conocimiento de los números y funcionamiento del club por vivir el día a día como deportistas, ahora que están del otro lado, ¿les sorprendió algo?
– Algunas cosas sí, otras no. Fuimos y somos muy críticos de algunas cuestiones de las gestiones anteriores. Sería injusto machacárselo a la última comisión directiva, porque se llegó a una situación crítica por años y años de dejadez o de falta de ideas, no estoy hablando necesariamente de mala fe. La comisión directiva actual nos estamos dedicando full time y las posibilidades que se abren para el club son ilimitadas.
– ¿Cómo están llevando adelante el Concurso de Acreedores?
– Bien, pero es complicado porque cada mes tenemos que pagar cerca de 200 mil pesos, cosa que ninguna Comisión Directiva lo había hecho. Asumimos y a los dos meses tuvimos que empezar a pagar, por eso digo que el haber reducido el déficit y a la vez afrontar semejantes pagos a los acreedores es meritorio. Recuerdo algunas voces malintencionadas cuando asumíamos que decían ´estos chicos no van a durar dos meses, no van a aguantar y van a pedir la quiebra´. Y sí, es un riesgo que se corrió y se corre, pero lo vamos afrontando y a la vez seguimos cumpliendo con los trabajadores del club, con los cuales sólo tuvimos un foco de conflicto que se resolvió dialogando; ellos entendieron muy bien cuál es su rol dentro del club, que es muy importante porque son el corazón junto con los socios, y que la única forma de sacar la institución adelante es trabajando en conjunto.
– ¿Les preocupa incrementar la cantidad de socios? ¿La cuota del socio es determinante para este momento?
– Sí. Es algo amplio y tiene que ver con cómo se comporta la sociedad hoy en día. En el pasado hemos llegado a tener 20 mil socios, más que Estudiantes y Gimnasia. Hoy nos encontramos con sedes muy grandes, con un club enorme para la cantidad de socios, que es de alrededor de cinco mil, con 3.500 activos y 1.500 vitalicios. No pretendemos llegar a los 20 mil, ni a los 15 mil, pero sí pretendemos incrementarla. Para eso hay que generar las condiciones, que son los servicios. Hoy competimos con los clubes urbanos. Los deportistas son los más fieles, porque a pesar de que el vestuario esté despintado vienen igual. Pero Universitario tiene un rol social importante y esos son los socios que tenemos que recuperar. ¿Por qué los perdió? Quizás por un montón de clubes urbanos que se abrieron en la zona como Olimpo, como Megathlon, empezamos a tener mayor competencia, porque tienen una pileta pero también tienen un vestuario que está impecable. Como nuestra pileta es mejor y mucho más grande, tenemos que mejorar los vestuarios; eso es dar servicios.
– ¿Los beneficia el ser deportistas para gestionar el club?
– Sabemos que tenemos un grado de responsabilidad muy alto y lo asumimos. Universitario es un club tradicional, de los tres más grandes de la ciudad, con socios de mucho renombre… Y se rompió con esa barrera que separaba a la comisión directiva de los socios. Mis compañeros más jóvenes de hockey me dicen: ´yo antes no sabía ni quién era el presidente´. Eso es positivo y te exige más porque constantemente te están preguntando. Seguramente ahora también hay críticas, pero llegan, las escuchamos y las respondemos. Y todo tiene un porqué. Nos sentimos que tenemos muchas deudas en cuanto a infraestructura, pero claro, si tuviéramos esos 200 mil pesos por mes para invertir como las anteriores comisiones directivas, te aseguro que hubiéramos dado vuelta el club. Pero no los tenemos y debemos buscar otras alternativas; en esta situación es importante fijar las prioridades.
– ¿Están generando otra relación entre CD y socio?
– Sí, ese es uno de los objetivos. Realizamos ya dos jornadas solidarias en las sedes de Gonnet y Punta Lara con mucha convocatoria, para colaborar en el embellecimiento del club, que tenía mucha dejadez. Son cosas que emocionan, que te marcan. Han venido padres e hijos a agradecernos. Sin sentido de pertenencia, sin el compromiso de todos los socios no hay manera de sacar adelante una institución tan grande y con tantos problemas financieros. Si bien apuntamos a volver a estar entre los tres más fuertes, puertas adentro queremos mantener el espíritu de club de barrio.
– También generaron iniciativas para abrirse al resto de la sociedad…
– Sí, plantemos que no debe ser un club cerrado. Universitario toda la vida tuvo una gran injerencia en la sociedad platense y estamos peleando para que se vuelva a insertar. Por eso la cantidad de eventos y actividades que estamos realizando. El club lo utilizan escuelas públicas tanto para hacer educación física como campamentos y no se les cobra un solo peso. También en temporada alta hemos incorporado varias actividades sociales; por ejemplo, los viernes a la noche realizamos jornadas de cine al aire libre y te encontrás con cientos de padres e hijos mirando películas al costado de la pileta.
– ¿Es difícil conducir un club con tantos deportes?
– Es complejo, lo tenemos en claro. Nos ha tocado estar del otro lado hace unos años y haber vivido esa ´rivalidad´ sana para ver quién crecía más administrando su dinero, y nadie pensaba en el club. Entonces sucedía que había deportes que andaban muy bien, con superávit cuando terminaba el año con un club que se estaba fundiendo. Tuvimos que entender esa lógica y fue trabajo del primer año generar confianza en las subcomisiones. Estamos transitando el camino de funcionar como un club centralizado, y desde ahí cada una de las subcomisiones. No es solamente manejar el dinero de los deportes, pusimos un gerente deportivo como director general que hace de nexo con las subcomisiones, cambiamos las formas de vincularnos, hemos creado coordinadores. Antes sucedía que ante la ausencia de la Comisión Directiva central del club, cada deporte terminaba administrando sus propios recursos para subsistir. Es parte del orden interno porque el club funcionaba como una anarquía.
– ¿Te afecta el ser el presidente a la hora de jugar al hockey?
– El año pasado dejé de ser el capitán de la Primera aunque seguí jugando. Por mi edad, sino fuera por la responsabilidad que tengo, podría seguir, pero los tiempos no son los mismos, el agotamiento mental no es el mismo, y las exigencias en el deporte de alto rendimiento cada día son mayores… Desde el plano de dirigente es clave para mí, es mi cable a tierra, es terminar el día corriendo con mis amigos y descargando ahí, olvidándome del día a día que es muy estresante; y desde lo deportivo, formo parte de una camada que luego de 26 años de jugar en la Primera B logró el ascenso a la A, y estoy convencido de que es el lugar que tenemos que ocupar hoy en día por la cantidad y calidad de jugadores que tenemos. Soy parte de este grupo y voy a aportar desde donde me toque.
– ¿En qué lugar quieren dejar a Universitario?
– Queremos verlo nuevamente en las más altas esferas de los clubes de la región, y no es una frase hecha, creemos que tenemos todo para hacerlo pero es un trabajo maratónico. Es un gigante dormido que está despertando.
A continuación, el Mono Galland, detalló la situación de cada uno de los proyectos que está encarando la actual comisión directo, todo enmarcado en un Master Plan realizado en conjunto entre socios de la institución con el estudio del prestigioso arquitecto argentino Clorindo Testa para reordenar las zonas de las tres sedes y proyectar un futuro de crecimiento.
Explotación comercial sobre el Camino Centenario. “Pensábamos que de las tres sedes, las dos que podían dar sustentabilidad económica eran las de calle 46 y Punta Lara. Nunca se nos hubiera ocurrido la sede de Gonnet y hoy es lo primero que estamos encarando. Ahora con el cambio de gestión en la política local y provincial, hay que volver a recorrer el camino. Tenemos que hablar con Planeamiento en el Municipio y con Vialidad en Provincia para conseguir los permisos y ahí sí armar el Fideicomiso para lograr llevar a cabo el emprendimiento, que son alrededor de cinco mil metros edificables. Esto también modificaría el ingreso al club, con una entrada importante sobre el Centenario”.
Lanzamiento del jardín. “Es uno de los proyectos más interesantes. Lo veíamos como algo lejano y hoy se está concretando, esperando las inscripciones. A tan corta edad no se puede hablar de un Jardín con orientación deportiva, sí los chicos tienen un taller en el cual se los va orientando, son actividades lúdico-deportivas en las cuales se les empieza a enseñar a manejar el cuerpo. Ya sí en la Primaria, que está proyectada para 2018, y en la Secundaria –para 2024- va a ser con orientación deportiva y funcionará sobre la calle 16.
A los dos o tres meses de haber asumido convocamos a especialistas en la materia, socios del club, para llevar adelante el proyecto educativo que comienza con el jardín. Es jornada completa, entonces además de la currícula que exige el Ministerio de Educación de la Nación, a la tarde están previstos talleres en los cuales se da arte, un refuerzo de inglés, las actividades lúdico deportivas, de vida, naturaleza y cuidado del medio ambiente que tiene que ver con el entorno verde que rodea al edificio”.
Volver a comer. “El club estaba tan dejado que no tenía restaurante, que es otro de los proyectos a concretar durante este 2016. Que también es donde se vive la vida del club, es donde se encuentran los socios e interactúan. Y hace años y años que no lo tiene. Todo eso no es gratis, volver a sacar a flote al club en cuestiones tan básicas también lleva su tiempo”.
Exigencias de alto rendimiento. “El otro proyecto que vamos a encarar es el del gimnasio. Un club con tantos deportes que militan en el alto rendimiento deportivo no puede no tenerlo. Hoy el rugby tuvo un traspié pero estoy seguro que el año que viene va a volver a participar del Grupo 1 del torneo de la URBA; lo mismo con el hockey masculino que tuvo un descenso revoltoso pero tenemos la meta firme de volver a la A; lo mismo con los chicos de básquet y las dos ramas de vóley. En todas las esferas estamos al más alto nivel y no contamos con un gimnasio propio, en el cual le podamos dar excelencia, con planificación, con evaluación, con un trabajo serio que es lo mínimo que necesita un deportista de alto rendimiento. Esperamos que se pueda concretar este año”.
Alta temporada. “La temporada de verano es un ingreso muy importante, por las piletas y por las colonias. Nosotros asumimos a fines del 2014, poco tiempo antes de que empezara la temporada y fue muy exitosa; y este año, el número de nuestra colonia se duplicó de 150 chicos a 300, y esperamos que siga en la curva ascendente. Son cambios chicos, que no te sacan de la crisis, pero son variables a tener en cuenta para evaluar si el camino es el correcto o no. Después el club también alquila las instalaciones para diferentes colonias; una es del Ministerio de Educación, mediante un convenio que tenemos para que utilicen el predio de Gonnet, y las otras tres son privadas y dos de ellas funcionan en la sede de Punta Lara”.
Sede náutica. “Para Punta Lara se está trabajando en el Master Plan y tenemos el firme propósito de hacer el amarradero ahí, un puerto deportivo y una guardería de lanchas. Obviamente son inversiones muy grandes, hay que hacer un dragado muy grande. De ninguna manera es imposible, hay que buscarle la vuelta con inversiones privadas. Pero a diferencia de la comisión directiva pasada que a toda costa quería vender a un precio irrisorio, nosotros queremos concesionar determinados sectores de la sede por determinada cantidad de años, pero que nos produzca un ingreso que nos permita reacomodar las finanzas”.
La pata cultural. “Sobre la Sede de 46, tenemos una idea, y se está trabajando en eso, en que sea un espacio cultural, que tenga ese perfil. Te hablaba de lo deportivo, de lo social y me parece que lo cultural dentro de una ciudad con tanta cultura, tenemos que cumplir un papel importante. El año pasado tuvimos la satisfacción de relanzar el coro, que había dejado de funcionar y ninguna CD había tenido la iniciativa de que se volviera a formar. Tenemos alrededor de 50 coreutas y es uno de los más grandes de La Plata con un solo año de existencia”.
