Lorena y Rolando Rivero, talentosos jugadores que marcaron una época, ahora se destacan como entrenadores.
(Fuente: Los Andes; Cronista: Gonzalo M.Tapia)
Lorena y Rolando Rivero son dos emblemas del hockey mendocino. Ella es una ex genial volante central que jugó toda su vida en Obras y hoy dirige en Peumayén RC.
Él es un talentoso delantero que arrancó en el Club Obras y terminó su carrera como jugador en Mitre de Buenos Aires, y quien en la actualidad integra el cuerpo técnico del seleccionado mayor masculino de hockey, Los Leones, que obtuvo la medalla de oro en los últimos Juego olímpicos de Río.
-¿Cómo se relacionaron los Rivero con el hockey?
-Rolando contesta. A los diez años el profesor Alberto de Luca en el colegio Burgoa nos llevo a COS a una prueba, me encantó… siempre de delantero.
A principios de los ‘90, Rolo emigró a Buenos Aires y eligió el club Mitre. “En un principio tenía dos chances jugar en ‘Sanfer’, porque ahí estaba mi amigo Carlos Retegui, que lo conocía por compartir torneos y a Mitre lo dirigía Jorge Ruiz, que fue quien me llevó”.
Como en cada extensa y entretenida charla, las anécdotas no faltan. “La primera vez a los siete meses de estar en Buenos Aires me volví, porque extrañaba, pero en un asado mi vieja me expresó, ‘¿te querés volver?’ y me dijo que recién estarían abiertas las puertas de casa en diciembre porque tenía que cumplir con la gente de Mitre. Me volví y nunca más retorné, me casé con María Belén Baneta y tengo dos hijos, que son Milagros, que juega en la Novena de River Plate y Benjamín”.
-¿Esta temporada fue la mejor que tuviste?
-Sí. He tenido años buenos como 2010 cuando salimos campeones del mundo con Las Leonas y con los caballeros de Mitre en Primera.
Era un sueño estar en los Juegos Olímpicos porque deseaba tener la experiencia y compartir 25 días dentro de esa villa famosa. En la parte deportiva ni hablar. Mucho se logró. Estábamos entrenados para algo serio y cuando llegamos a la final, los chicos estaban mejor.
Se planificó y trabajó con mucho sacrificio porque hubo entrenamientos duros; es más entrenamos hasta en una cancha de fútbol cinco.
Argentina fue un justo campeón, fue de menor a mayor, se jugó bien el torneo y cada uno de los jugadores respondieron.
Luego, Rivero, agregó: “El objetivo era jugar ocho partidos, porque jugaríamos por un puesto entre los cuatro mejores, queríamos estar en cuartos ya que Argentina nunca había llegado a esa instancia, pero al final terminamos jugando la final y logramos el oro”, dijo quien también es head coach de los seleccionados salteños de hockey
“Para la final comenzamos a trabajar viendo videos de Bélgica y ver quienes nos podían complicar. Vimos que Nueva Zelanda lo hizo y les ganó, y vimos que cosas hacia n ellos, su forma de salir, su juego, su bloqueo y ahí nos enfocamos para desbloquear el bloqueo de ellos y salió todo a la perfección”, dijo Rolo.
-Hicieran historia y de la buena, ¿La medalla sirvió para que crezca el hockey masculino en el país, notan diferencias después de cuatro meses?
-Si hay un cambio. Se nota un movimiento, se habla más de hockey, hay más chiquitos que se han acercado. A la final la vio todo el mundo y a mucha gente la emocionó.
En la actualidad este deporte tiene un gran reconocimiento y ojalá pase lo que ocurrió con Las Leonas y hay que aprovecharlo a full para empujar al crecimiento de la rama masculino.
-Sos Head coach de Salta ¿te gustaría dirigir a Mendoza?
-Sí. Nunca me olvido de mi provincia, me encantaría y siempre que veo a Mendoza en los torneos. Me gusta ver sus partidos, además acá está toda mi familia, hay potencial, excelentes jugadores y muchas cosas por hacer.
Lorena, conocida como Rola, se enamoró del hockey gracias a su hermano en Obras. “Lo seguí -apunta- a él y siempre estuve en Obras, entrenábamos juntos, me vestía de arquera y me tiraba penales y en la actualidad siendo entrenadores, siempre me actualizó con mi hermano”.
“Lorena dejó de jugar y se alejó cuatro años del hockey y eso me puso triste, le insistí y al final retornó como entrenadora y lo hace muy bien”, apuntó Rolo.
“Estoy muy contenta -dijo la Rola- porque en diciembre subí a Primera “A” a las chicas de Peumayén. Trabajamos toda la temporada para llegar a este resultado positivo, en un torneo duro, sobre todo en los cruces. En el partido de la final ante GEPU pudimos ganar 3-2 y logramos el campeonato y ascendimos en forma directa, que era lo que todos esperábamos. En la final Anual jugamos ante Tacurú y vencimos 2-0. Los últimos seis partidos consecutivos de ‘Peuma’ fueron los mejores el año.Tengo jugadoras muy jóvenes y muy talentosas”.
Lorena es asistente técnica en los seleccionados U-21 y mayores de caballeros. “Fue una experiencia que me encantó. En diciembre dejé de dirigir a los varones de Obras. Me costó un montón, pero los objetivos se cumplieron”.
Lorena y Rolando dedicaron unas líneas a sus padres, Jorge y Mirta. “Se sacrificaron mucho por nosotros y estamos acá gracias a ellos. Dieron todo para que nosotros cumplamos nuestros sueños jugando al hockey”.
