(Producción HAP; foto: archivo HAP)
La amenazante tarde de lluvia no resultó un impedimento para que una buena cantidad de público asistiera a las instalaciones del club del ferrocarril, para presenciar un encuentro que a priori prometía todo tipo de emociones por lo que había en juego mas allá de los tres puntos y que a la postre no defraudó las expectativas. Con el premio máximo de ingresar en los play offs o por lo menos despejar el camino a la clasificación del mismo, los dos equipos se plantaron en el sintético de arena del local, Mitre, con la marcada intención de ser protagonistas. Sin embargo, desde el inicio, el tricolor fue una tromba q atacó una y otra vez no dandole respiro a una defensa azul con algunos jugadores titulares ausentes por lesiones y tarjetas, q no hacían pie para contrarestar los embates de Lomas. Por eso no extrañó que tras una excitante corrida por izquierda de su ataque, Sebastián Montelli inaugurara el tanteador, adelantando a la visita uno por cero.
Los minutos que siguieron fueron un monólogo del equipo de Lalo Junquet que no pudo agrandar el score, en parte por apresuramientos propios pero por sobretodas las cosas, debido a la lucida tarea del arquero local, Mariano Ruiz, que se multiplicaba una y otra vez ahogando con acierto todas las chances de gol de la visita. Para ese entonces, Leo Mas, Morales y “Gamuza” Montelli enloquecían a los noveles defensores ferroviarios que no podían hacer pie en los últimos metros de la cancha, siendo desbordados por los hombres del sur cada vez que estos se lo proponían. Así las cosas, Lomas estaba mas cerca del tercero antes de convertir el segundo, como se dice habitualmente cuando queremos plasmar una superioridad manifiesta. Pero, siempre hay un pero, frase hecha si la hay, los goles que no convertís en el arco rival….
El Club Ferrocarril Mitre es la Institución que mas veces salió campeón desde la fundación de la Asociación a la fecha, cuna de algunos de los mas extraordinarios jugadores que dió este deporte a nivel nacional, mundial y olímpico. Un grande con todas las letras, que aún con mal de ausencias (Peillat, Menini, Almada, Riccardi, Salis, por citar solo a los internacionales), tiene un plus que le dá su historia. Y vaya que la hicieron valer. En el medio del vendaval sureño, la dupla Collado-Ruiz movió el banco, encarriló las cosas y de a poco comenzó a acercarse a la valla tricolor. Macera primero y Lucas Martínez después dieron vuelta un resultado que se les presentaba claramente en contra.
El descanso fue un bálsamo para la sufrida parcialidad de Miguelete, el entretiempo se fue en un suspiro y el reinicio de las acciones fue mas de los mismo: Lomas atacando con mucha gente, Mitre defendiendo con uñas y dientes la ventaja parcial. La diferencia de lo narrado durante los primeros 35′, tuvo nombre y apellido: Manuel Silvetti. Nieto de Raúl, un férreo defensor de la década del ’70 e hijo de Roberto, un habílisimo delantero de unos años después, demostró que la genética es cosa seria y con la polenta carecterística de su abuelo recepcionó un flick de una salida y arrancó desde mas allá del medio campo, ganó en la carrera con potencia, desparramó a todos los rivales que se le opusieron por el camino con una variabilidad de gestos técnicos y habilidades aéreas de las que hacía su padre y definió con clase para establecer el tres a uno parcial. La alegría les duró bastante poco, ya que enseguida descontó Leonardo Mas con un penal muy bien ejecutado que hizo estéril el esfuerzo de Ruiz y otra vez a sufrir. Con la clara sensación que “a esta película ya la habíamos visto”, Lomas arrinconó a los azules en su propio círculo, inclinó el sintético hacia el lado del buffet del club, dispuso de innumerables chances para empatar y sino lo logró fue porque el muchachito de esa película se robó todos los aplausos. Otra vez el Chino Mariano Ruiz evitó con sus magníficas respuestas que los visitantes consiguieran algo mas que una derrota digna.
El silbato final, encontró a los ferroviarios felices por haber conseguido el objetivo inicial de clasificar nuevamente a los play offs y a los de la calle Arenales frustrados por tantas chances desperdiciadas, fatal castigo a sus propias imprecisiones. Párrafo aparte para los Bruno, Griguoli, Ferretti, López, Perugino, Comas, Juan, Gioncardi y el ya elogiado Silvetti quienes esperaron pacientemente tener su oportunidad lejos de las luminarias titulares, cumplieron cada uno dentro de sus posibilidades y demostraron que aunque jueguen menos, son dignos representantes de la ganadora estirpe azul.
