(por Hugo Tajes – Hockey Argentino Plus) (Imágenes de la TV)
Algo andaba mal. Por primera vez, la selección jugaba a las 14 hs de Argentina. Como hasta el mediodía yo trabajo en casa y después salgo a cumplir mis tareas fuera del hogar, no iba a poder ver el encuentro como cronista hogareño. Debía ver las imágenes en el trayecto. Los malos augurios se hicieron realidad, la cábala parece ser que era realizar la crónica desde casa.
De este modo, los dioses del hockey nos abandonaron y las holandesas dieron cuenta de las blanquicelestes con autoridad y seguridad. A los 10′ de Waard marcó el primer tanto de revés, y a los 16′ Paumen estableció el dos a cero y dejó la sensación que ya estaba todo definido.
Argentina lo tuvo con Rebechi y Merino, pero no concretó y en otro ataque holandés Lamers, a los 22 puso el inalcanzable 3 a 0.
Lamentándome por esta crónica itinerante, que rompía la cábala de las notas hogareñas, me decidía calmar las penas con un tostado en un barcito y ver algo del segundo tiempo, con más ilusión que certezas.
Así fué, las leonas no pudieron descontar y a falta de un minuto, Lamers estiró las cifras. El 4 a 0 fue rotundo y merecido. Holanda ha sido hasta aquí claramente el mejor equipo del torneo.
Yo por mi parte renové esperanzas para el sábado. Por un lado, podré ver el partido en el que las chicas pelean un valioso tercer puesto desde casa y por otro pude guardar los tickets del barcito, para pasarle los viáticos al insensible jefe, y ver si puedo recuperar aunque sea unos pesitos.
Así estamos las leonas y yo, sin obtener lo máximo, pero con la esperanza de llevarnos aunque sea algo.