(Por Jorgelina Rimoldi)
Duele la derrota ante Holanda. Duele ver a Luciana Aymar haciendo este gran esfuerzo físico y que ni siquiera ella pueda revertir con algo de su magia lo sucedido. Pero queda la chance de ir por la medalla de bronce y no hay que resignar la oportunidad. Hay que dar vuelta la página, mejorar en el funcionamiento y enfocar la cabeza en este próximo partido contra Estados Unidos.
Contra Holanda el equipo no pudo aguantar el ritmo que le impuso el rival. Las Leonas sufrieron esa presión asfixiante y no poder imponer su juego. Holanda dominó en todos los sectores y doblegó a esta Selección. Me hizo acordar a la final de 2010 en Rosario, pero al revés. Pensé igual que Lucha al terminar el partido: “Nos afectó el marco, como le había pasado a ellas en Rosario”. Todo esto es aprendizaje. Lo cierto es que perdimos contra un equipo superior y ahora hay que sacar el fuego sagrado y traer una medalla para Argentina.
Este Mundial me deja algunas sensaciones amargas… la lesión de Lucha, esta derrota contundente y el no haber podido plasmar en situaciones difíciles nuestro juego. Sin embargo tengo confianza en que Las Leonas mañana van a mostrar sus garras y van a subir al podio.
