(por GeEsE) (foto: ENVIADOS ESPECIALES)
La desapacible jornada con que nos recibía un Kyocera Stadium vacío, nos invitaba a ver la recuperación de Malasia enfrentando al utilitario equipo de la reina de Inglaterra, pero lamentablemente para los del sudeste asiático, las cosas no salieron como ellos pretendían y cuando se jugaban solo 4 minutos del primer tiempo, el inglés Mark Gleghorne recepcionó la bocha en el punto del penal malayo y con una media vuelta de scoop (la tan mentada “cucharita”) doblegó la resistencia del guardameta estableciendo la primera diferencia a favor de los del norte de Europa. En un partido chato y aburrido en donde solo se generaron tres córners cortos por bando, los de la rubia Albion cerraron el match a los 67′ con una impresionante arrastrada al ángulo superior izquierdo del golkeeper de la península malaya Roslan Jamaluddin, por intermedio de Ashley Jackson, muy festejado por un centenar de espectadores que se animaron a enfrentar las inclemencias del tiempo. Independientemente que brille o no lo haga, nadie puede dejar de reconocer que el team de las orillas del río Támesis está muy bien trabajado, sabe lo que tiene que hacer dentro del campo de juego y demuestra en cada presentación, porque ocupa el cuarto lugar en el ranking de la FIH. Después de disputadas tres jornadas, Inglaterra confirma que será un empinado adversario que le puede dar un dolor de cabeza a cualquiera de los candidatos, encaramándose entre cada uno de ellos.
Con el argentino Germán Montes de Oca como uno de los árbitros del partido, se enfrentaron en el segundo turno del día los seleccionados de Australia vs. Bélgica, que a priori prometían un excelente match y no defraudaron las expectativas al momento de sonar el silbatazo final. Los aussies golpearon primero cuando a los 7′ de iniciado el encuentro Chis Ciriello marcó el uno por cero tras capitalizar un corto con una arrastrada desde la primera torre arriba a la derecha del arquero El duro golpe al andamiaje defensivo belga quedó patentizado dos minutos después cuando los kookaburras agrandaron la diferencia luego de un push al gol del “cara blanca” (juega con su rostro parcialmente cubierto por una gruesa capa de protector solar debido a una enfremedad autoinmune en su piel), su número 12 Jacob Whetton, para establecer el 2 a 0 parcial cuando el cronómetro marcaba solo los primeros 9′ de juego. Los diablos rojos, hoy de negro con vivos de oro, intentaron denodadamente descontar, pero por errores propios, desperdiciaron cuatro cortos, o méritos ajenos como la firme defensa de los verdeamarillos, le impidieron acercarse en el tanteador durante los primeros 35′. La segunda etapa, fue mas de lo mismo, porque Australia no permitió despertarse a los de Flandes y de madrugada en el reinicio de las acciones cuando se cumplía el primer minuto de juego, facturó su tercer conquista por intermedio de Eddie Ockenden. El tempranero tanto de los oceánicos planchó el partido, aunque a los 46′ descontara Sebastien Dockler, luego de conectar un push frontal entre las piernas del portero en jugada de tiro de esquina estableciendo el 1 a 3 con que a la postre se cerraría el score. Dable es destacar que Bélgica nunca dejó de buscar el segundo descuento, pero falló nuevamente en los dos cortos que dispuso durante la segunda mitad, dejando visiblemente preocupado a su atribulado entrenador Marc Lammers, que veía impotente desde el banco de suplentes como sus players desperdiciaban los fijos, casi infantilmente. Desde la otra banca, el experimentado Rick Charlesworth, parece haber aprendido la lección de los últimos torneos, en donde su equipo es el principal animador en la zona de clasificación arrasando todo lo que se pone enfrente, pero se queda sin respuestas en las instancias finales. Se notó claramente como con el resultado definido a su favor, levantaron el pie del acelerador y si bien nunca renunciaron a atacar con la agresividad que los caracteriza, no se desgastaron inútilmente intentando agrandar la diferencia que los favorecía, guardando combustible para los cruces de semifinales.
El tercer y último turno de esta tercera jornada de caballeros en la zona A, nos encontró en un Greenfields Stadium con una muy buena cantidad de espectadores que aprovecharon el tibio sol reinante, que asomándose, dió la sensación de querer asociarse a esta cita mundialista. Con el arbitraje del local Roel van Eert y el neocelandés Simon Taylor ambos conjuntos se prodigaron en pos de la victoria y si bien los de Salva Induraín estuvieron mas cerca de llevarse la victoria, en el balance general el empate en uno con el que concluyeron las acciones puede considerarse justo. Abrió la cuenta el seleccionado nacional de la India por intermedio de Rupinder Singh luego de cambiar por gol un dudoso penal otorgado a favor de los multi campeones olímpicos a los 28′ de comenzado el match, con un potente remate empujado a la derecha del ágil golero ibérico, Santi Cortés, que por milímetros no alcanzó a rechazar la pelota al estirar su pierna derecha que se coló por arriba de sus pads. Cuando corrían 34′ poco antes del final del primer tiempo, luego que el extraordinario portero Sreejesh contuviera tres disparos de los fowards españoles, su número 11 Roc Oliva capturó la bocha en el borde del círculo y con quirúrgico golpe diagonal al poste izquierdo del arquero, igualó las acciones en un tanto por bando para irse al descanso del entretiempo un poco mas tranquilos. Durante los segundos 35′ los dos equipos procuraron romper la paridad, pero a pesar de sus ingentes esfuerzos nada pudieron variar, dividiendo honores y puntos. Como en la mayoría de los casos que estamos viendo en este excitante campeonato mundial, los dos planteles demostraron dentro del campo de juego, con defectos y errores no forzados, el porque del ranking que tiene cada uno de ellos en la eventualidad.
