El hombre que llevó a la gloria a Las Leonas tiene bastantes similitudes con el Loco, a quien conoce y admira. Con la autoridad que le dan dos medallas olímpicas y una Copa del Mundo, entrega las claves para que las Diablitas sigan el ejemplo de sus vecinas.
Fuente: El Grafico (Chile) Gentileza: Juan Ignacio Gardella
Sergio Vigil no escatima en palabras para explicar un concepto. Cuando quiere que una idea quede clara, se toma el tiempo necesario para desarrollarla, en un estilo bastante parecido al de Marcelo Bielsa.
No es la única coincidencia entre el hombre que llevó a la selección argentina femenina de hockey sobre césped a ganar dos medallas olímpicas -una de plata y otra de bronce- y el Loco -que consiguió una presea dorada-, ya que ambos manifestaron un temprano interés por la dirección técnica.
“Después de que terminaba de entrenar en mi club, me quedaba observando las prácticas de las divisiones más grandes. Me encantaba no sólo ver a los jugadores, sino también al entrenador. Anotaba los ejercicios y luego creaba unos propios. Conservo cuadernos con apuntes de cuando tenía 11 ó 12 años”, cuenta Cachito, que como DT de Las Leonas levantó la Copa del Mundo el 2002.
Por si fueran pocas las similitudes, también es tímido. De hecho, no le gusta que lo equiparen con el actual adiestrador del Olympique de Marsella. “Me da mucho pudor, sobre todo por el respeto y la admiración que tengo por Marcelo, pero he tenido la gratificación de que me comparen con él. Lo conozco y la vida me regaló la oportunidad de que compartiéramos momentos muy lindos”, revela con cierto retraimiento.
SU RECETA PARA LAS DIABLITAS
Para Vigil, el seleccionado criollo femenino de la disciplina ha crecido mucho en los últimos años. De hecho, se ha consolidado como el tercer equipo de América, por detrás de Argentina y Estados Unidos, y tiene la posibilidad de seguir avanzando y superar a las norteamericanas, según el transandino. “Puede soñar con estar en el segundo lugar del podio, porque tiene jugadoras y un entrenador de calidad”, advierte el DT, que a continuación opina sobre los aspectos a mejorar para lograr ese objetivo.
“Primero, creo que falta una cancha para las selecciones, para que puedan entrenar en el horario más conveniente”, avisa Cachito, que luego apunta al elitismo de la especialidad. “Debe haber dos o tres canchas en distintos lugares de Chile que pertenezcan a la comunidad, no a los clubes, para que se generen equipos de chicos motivados con este deporte que no pueden pagar una cuota en un club. Tienen una buena cantidad de canchas en proporción al número de jugadores, pero son todas de los clubes”, complementa.
En lo más macro, para el argentino en nuestro país sí hay cultura deportiva, pero falta extenderla. “La cultura se expande cuando hay más gente que practique un determinado deporte. Así habrá más competencia y más posibilidades de crecer. En Argentina el 80 por ciento de los deportes es practicado por todas las clases sociales”, expone.
UNA REFERENTE NOS VENDRÌA BIEN
Tal como ocurrió con Tomás González, quien motivó a muchos niños a practicar la gimnasia artística, una referente sería muy útil para potenciar el hockey sobre césped. En ese sentido, en Argentina hay una indiscutible: Luciana Aymar, para muchos la mejor de la historia.
“Luchita era una chica que ya a los 15 ó 16 años se sabía que iba a ser crack, porque tenía una habilidad natural extraterrestre, pero lo más significativo de ella es que siempre entrenó como si fuese la peor del equipo. Era la primera en llegar y la última en irse”, destaca Vigil.
Luego agrega: “Siempre tenía algo para mejorar. Como ella lo hacía todo intuitivamente, le costaban algunos aspectos tácticos del juego, por lo que se esforzaba muchísimo. No sólo se apoyaba en los entrenadores, sino que también aprendía de sus compañeras”.
¿Nos falta alguien así en Chile?
Una deportista de esa magnitud ayuda muchísimo. Cuando aparecen iluminan el camino y son un espejo.
Si le ofrecieran un proyecto serio, ¿se haría cargo de la Selección chilena?
Me parece que hay personas muy capaces en este momento en Chile.
Ahí está la diferencia con Bielsa.
