Gentileza: Matias Gln
Por los cuartos de final de la Reclasificación F, Hacoaj B enfrentó a Centro Naval B en un partidazo. Y, aunque no vimos goles durante los encuentros, ambos equipos demostraron porque llegaron hasta esta instancia. Por un lado, un Centro Naval que peleó todas las bochas como la última, que defendió como en una final y que intentó batir de muchas formas a Camila Stolo, arquera de Hacoaj, que fue la figura de la llave. Camila no soló evitó el gol en varios cortos, sino que fue vital en los penales que le dieron la victoria a su equipo.
Pero Hacoaj fue más que salvadas, no solo contó con una defensa sólida (Tal vez de las mejores del campeonato), sino que también intentó jugar y atacar con el gran peso ofensivo que tiene. Por Natalia Devani, goleadora del equipo, pasaron la mayoría de los ataques.
El tiempo había terminado y las oportunidades también. Un partido que, en general, fue de igual a igual se definía por medio de los penales australianos, esos penales que son los que más te hacen sufrir.
La historia de esta definición se puede escribir así: Cinco por un lado, cinco por el otro y dos arqueras en su mejor nivel. La única forma de definir la llave, era esta.
Hacoaj arrancó y falló (Tamara Kulesz), para darle dramatismo a la situación. Luego fue Martina Giotta (Centro) y definió, pero el tiempo no le dio. Priscila Caballero (Hacoaj) tampoco pudo batir a su rival. Agustina Ohaleguy no pudo quebrar a la figura de Stolo y falló. Se mantenía el 0 a 0 en la serie. El tercer penal para Hacoaj lo tomó Natalia Devani que, dejó a la arquera acostada, pero no pudo convertir. Una corajeada de Cami Stolo evitó que Centro ponga el primero de la serie con Lucía Capone. Sofía Leiva (Hacoaj), con ese toque de calidad que la distingue, no dudo en poner el primero y desatar la locura de su gente.
Se abría el marcador faltando muy poco para finalizar y, con muchas dudas y nervios, Belén Blanco fue hasta el arco de Stolo, que no dudó en estirar la pierna para desviar la bocha y poner a Hacoaj muy cerca del objetivo. Todo quedaba en manos de la jugadora número 25 de Hacoaj, Mariana Ceresole, que bajo la mirada de todos, definió y puso a Hacoaj en semifinales
En este clima, Centro Naval se despidió de un posible ascenso con la frente en alto, dejando absolutamente todo, y sin permitir ningún reproche para este plantel. En frente había otro candidato que, entre abrazos, gritos y aplausos, se sentía interminable, con un equipo de guerreras listas para buscar la clasificación a la E. La ilusión intacta para estas jugadoras que, sin duda, viven el mejor momento deportivo de su vida, fruto del esfuerzo y la entrega partido tras partido.