La retirada hockista vive en Santiago, pero recién se abre a enseñar a las chilenas, haciendo clínicas. Está alejada de su deporte, pero mira por TV a Argentina y analiza el trabajo de su mentor, Cacho Vigil, con las Diablas.
Luciana Aymar se está acercando a la gente. Vive en Chile hace tiempo, por su relación sentimental con Fernando González, pero recién ahora está comenzando a hacer clínicas de hockey, impulsada por la marca de ropa que la auspicia. Ya no vive ese deporte como antes, pero quiere hacer algo por el deporte en Chile, por las mujeres, y confiesa que vio las finales del reciente Mundial con sufrimiento, pues las Leonas cayeron por penales en cuartos de final. También da a conocer su mirada al trabajo de su mentor, Sergio Vigil, hoy coach de las Diablas.
¿Cómo ve el trabajo de Cachito Vigil?
Bien, es la persona idónea para ese puesto. Chile necesitaba un entrenador formador y me parece que él lo es ciento por ciento, así que el trabajo que está haciendo es muy bueno. Mira, quedaron a muy poquito de clasificar para este último mundial, ahora se viene una serie de clasificación para los Juegos Olímpicos, así que ojalá se puedan meter.
¿Le ve opciones a Chile?
Sí, le veo opciones, así como se metió Irlanda, España o India, me parece que Chile podría meterse. Es su momento.
¿Qué jugadoras conoce y cuáles le gustan del seleccionado chileno?
Conozco a la Cami (Caram), bueno más que todo las chicas de Under Armour, que es con las que más tengo contacto. Manu (Urroz), Jose (Villalabeitia). He jugado muchas veces contra las chicas de Chile, muchas son jovencitas y no hemos tenido la posibilidad de jugar en contra, pero las conozco. Si estuve entrenando con ellas…
¿Conoce a la niña que nació en Argentina?
…
¿Denise Krimerman?
¡Ah! Denise, sí.
Le pregunto por ella no porque haya nacido en su país, sino porque la han destacado en varios torneos. Fue Mejor Jugadora Joven en una World League.
Sí, la conozco, de hecho es la jugadora que más tengo de vista aparte de la Cami. La última vez que fui a entrenar con ellas vi que es de las jugadoras que más se destacan, por su juego, por su potencia física, además. Así que creo que tienen un lindo equipo.
¿Qué les falta a las jugadoras chilenas para dar el salto a clubes importantes?
Yo, en realidad, me preguntaría qué le hace falta para llegar a lo último, ahí, porque siempre están como ahí, en el último pasito. Y me parece que ya están haciendo todo bien, porque se están entrenando, físicamente han cambiado mucho, juegan con mucha más dinámica, tienen un sistema de juego mucho más fluido. A Chile le falta perder el miedo a ganar, soltarse. Lo que nos pasó a nosotras, pasamos de ser séptimas u octavas (del mundo) a ganar los primeros lugares. A decir “no le tengo más miedo a ganar. Si viene Australia, le gano”. Es perderle un poquito el respeto a esos equipos grandes.
Pero eso ya se ve un poco en las Diablas, en el World League, en los Panamericanos ¿Será esa obra de Cachito?
Creo que sí. Ellas tienen mucha empatía con el cuerpo técnico, y eso está muy bueno. Cacho en ese sentido es el mejor del mundo. Me parece que están perdiendo ese miedo, pero falta lo último, decir “ya está, le pierdo el respeto a todos, voy y juego, de igual a igual”.
Bien sinceramente, ¿cree que Chile se está acercando a Argentina o todavía está a mucha distancia?
Creo que todavía hay una distancia en el juego, como igual digo que hay una distancia entre Holanda y Argentina. Como que está Holanda y después vienen Australia, Argentina, Nueva Zelanda, ahora se metió España entre los mejores, mira a Irlanda. Pero este tipo de torneos, la World League, hacen que los equipos que antes no veíamos tengan más posibilidades y creo que a Chile todavía le falta para llegar a estar entre los mejores del mundo, pero no le falta nada para estar en esos torneos.
Ahora que no está dedicada al deporte, ¿cómo ve su futuro? ¿Entrenando, tal vez?
La idea con este auspiciador es empezar este proyecto nuevo que me tiene bien motivada. Yo me alejé un poco del hockey y ahora como que volví a retomar esta faceta de clínicas y charlas que ya hacía en Argentina, pero acá todavía no había comenzado. Si yo puedo ayudar a que el deporte y el hockey se desarrollen en su plenitud, bienvenido sea, haciendo clínicas, charlas, lo que sea. Y si puedo hacer que la mujer se anime mucho más a hacer deporte, que es algo que me parece que está faltando un poco acá en Chile, también está bueno.
¿Pero no se ve con otras funciones más allá de las clínicas, por ejemplo, en el cuerpo técnico de Cachito Vigil?
Con Cacho tengo una excelente relación, pero no sé si me veo dirigiendo hoy en día. Eso sería como otra vez ponerme en un calendario estricto.
¿Quiere mantener esa libertad?
Sí, ya fueron 20 años de ese calendario, de horarios fijos y estrictos, y la verdad es que prefiero estar disfrutando de otras cosas en estos días.
¿Tiene alguna sobrina o alguna niña cercana que juegue hockey, alguien cercano a quien legar?
No, nada. Mis sobrinas no quisieron saber nada… No, estoy mintiendo: mi sobrina Vicky es arquera, pero juega, le encanta el hockey, pero no salió jugadora. Y mi otra sobrina, nada que ver.
¿Se ha dedicado a algún otro deporte?
Hice tenis mis primeros años, pero siempre me gustó más el deporte de conjunto, como que me volqué más por las amistades.
¿Fernando, tal vez, la tira para ese lado, el del tenis, le habrá regalado una raqueta..?
Sí, tengo mi raqueta, por supuesto, todo, pero de hecho hemos jugado con su papá y todo, pero, nada. Y jugué varias veces contra “Fer”, pero me juega con la izquierda y me gana.
(Fuente: La Tercera; Cronista: Diego Hermosilla)