Ignacio Salas, delantero de Santa Bárbara habló sobre su exitosa carrera, su presente y su futuro a corto y largo plazo. Un trotamundos con mucha experiencia que vive en constante crecimiento.
(Por Jonatan Almeira para Hockey Argentino Plus)
El delantero de Santa Bárbara, Ignacio “Bebo” Salas, dialogó con Hockey Argentino Plus en una charla extensa donde contó sus experiencias en el hockey nacional e internacional, sus objetivos como jugador y su preparación para en un futuro ser entrenador.
“Comencé a jugar al hockey en el Club San Jorge de Neuquén, club que fundaron mis padres, quienes se conocieron jugando al hockey en Tandil. Mi padre es de La Plata y mi madre de Tandil, y siempre tuvieron el sueño de fundar un club y por suerte lo pudieron cumplir” dijo Ignacio agregando que “Me inicié en San Jorge, pero a medida que fui creciendo y me fui poniendo metas más exigentes tuve migrar y me vine a jugar a Quilmes, donde estuve tres años, y tuve la suerte de disfrutar de dos campeonatos. Después me vine a jugar a Santa Bárbara, club del cual mi padre es socio fundador y donde quiero culminar mi carrera”.
Luego de su primer paso por Santa Bárbara, el “Bebo” integró las selecciones juveniles de Argentina. “Con la Selección Argentina jugué torneos de juveniles. Un Panamericano Indoor en el 2007, y luego torneos en la categoría Juniors donde disputé otro Panamericano y el Mundial Junior 2009 de Malasia y Singapur. Ahí viví una experiencia hermosa” dijo Salas, y prosiguió “Después del Mundial en el 2009 seguí mi carrera en Europa. Pasé por España, Holanda, Bélgica e Italia donde me convocaron para representar la Selección por tener doble ciudadanía y como en ese momento me sentía lejos del seleccionado argentino decidí aceptar la propuesta. Jugué para Italia por dos años (2011-2012) que me sirvieron mucho para poder sumar partidos con roce internacional, que me hicieron crecer mucho”.
Luego de su primera experiencia europea e internacional con Italia, Ignacio volvió al país. “En el 2013 volví a jugar a Santa Bárbara, y recibí el llamado para sumarme al seleccionado nacional y al mismo tiempo tenía una oferta de un club de España, pero me decidí por el seleccionado. Me sumé sólo a los entrenamientos porque yo venía de jugar para Italia y la Federación te penaliza con dos años sin competir a nivel selecciones si queres defender a otro país, así que recién estuve habilitado a finales del 2014”, dijo el delantero de Santa Bárbara, quién agregó que “Cuando estuve habilitado para jugar con la Selección Argentina fue en el momento en que se disputó el Panamericano de Toronto y la World League, pero el entrenador (Chapa Retegui) optó por otros jugadores y no pude defender la camiseta nacional. Después de eso, me surgió la chance de irme a Holanda y lamentablemente si optaba por ir a un club europeo perdía las posibilidades de seguir ligado a la Selección Nacional. Prioricé mi carrera y me fui a Holanda, más que nada porque me sentía sin posibilidades en el seleccionado”.
El “Bebo” tuvo un paso muy positivo por el hockey holandés y al finalizar su participación en el viejo continente regresó una vez más al club de sus amores aunque fue por poco tiempo. “Después de Holanda volví a Santa Bárbara donde jugué tres meses y me surgió la posibilidad de irme a Malasia. Fue una experiencia muy nueva para mi, con un hockey muy profesional y que desde el punto de vista deportivo a mi me servía así que opté por ir a jugar unos meses allá”.
A la hora de comparar el nivel del hockey entre Argentina, Europa y Asia, Salas dijo que “El hockey de Europa o de Asia no es tan diferente al nuestro en lo deportivo, sí lo es en infraestructuras. Tienen canchas, clubes y equipamientos de primer nivel. Además poseen un apoyo económico mucho más grande que el que tenemos nosotros en Argentina” y agregó una comparación muy gráfica “En el club donde jugué en Holanda tiene siete canchas disponibles, cuatro de agua y tres mixtas, y si lo comparas con Argentina, ese club sólo tiene más canchas de agua que toda la zona sur de Buenos Aires”. Además, aclaró que “En Asia no hay clubes si no franquicias, que juegan en estadios nacionales de primer nivel, imponentes, muy distinto a Europa”.
En un momento de la charla, se le preguntó a Ignacio cómo se definiría él como jugador, y el “Bebo” se definió así: “Pase por varias etapas como jugador. Siempre me gustó mucho la técnica, a la que le dediqué gran parte de mi tiempo, pero también tengo la suerte de que mi físico me acompañó y estos últimos años empecé a focalizarme un poco más en lo físico, trabajando muy fuerte en cada entrenamiento. Sumado a esto, me siento un jugador muy táctico, por lo que creo ser un jugador completo gracias a la evolución constante, sobre todo por lo aprendido en Holanda y por toda la experiencia y contenido que me brindó Marcelo Garrafo, un entrenador de primera clase que fue el que me hizo el click para que deje de ser solamente un jugador técnico y habilidoso y pase a ser también un jugador inteligente que entiende del juego, por eso no se si lo seré o no, pero hoy me siento un jugador muy completo”.
Con respecto a sus objetivos, Ignacio dijo que “Me cuesta separar mis objetivos personales de los del equipo, porque personalmente no tengo más objetivos que brindarme en profundidad al equipo, pero el sueño que compartimos todos es llegar a la final del torneo para luchar por el campeonato”.
Hoy tiene previsto culminar el año jugando para Santa Bárbara, pero no descartó volver el próximo año a Malasia “Todavía no tengo nada concreto, pero después de la experiencia que viví en Malasia, donde las cosas salieron bien, yo me sentí cómodo y la empresa se sintió cómoda conmigo, están las posibilidades de volver. El próximo torneo dura un mes y va a ser de enero a febrero, así que podría ir y volver a jugar el torneo con Santa Bárbara, pero todavía no hay nada asegurado” aunque dejó en claro que “A una liga europea que dura entre seis y ocho meses no creo que vaya, porque eso implicaría volver a irme por mucho tiempo y la verdad que no tengo las mismas energías que antes, uno extraña a la familia, a los amigos, al club, y volver a Europa implicaría eso”.
Ignacio viene de una familia inmersa en el hockey. Su padre Jorge es entrenador, sus hermanos “Cucu” y “Bochi” son entrenadores de Estudiantes B (Damas) y San Luis (Damas) respectivamente, pero él aún no se siente capacitado para ese rol. “Hoy en día no me veo como entrenador porque siento que aún no estoy listo para los desafíos que quiero afrontar como entrenador, siento que todavía estoy en una etapa de aprendizaje. El año pasado tuve una experiencia muy linda donde hice dupla con Lisandro Zocchi en el plantel B de Santa Bárbara (Damas) donde aprendí mucho rodeado de gente muy linda y con una predisposición enorme y con muchas jugadoras de experiencia que me enseñaron un montón de cosas por lo que sigo estando agradecido a ellos por esa etapa hermosa”.
Cerrando la charla, Ignacio Salas les dejó un mensaje a todos aquellos que se inician en el hockey o quieren seguir creciendo en el deporte “El hockey es un deporte hermoso, donde la evolución personal no tiene límites. Al que se esté iniciándose en el hockey, le diría que se entregue totalmente al deporte, que aprendan a escuchar y sepan aprender”.