Por Sabrina Faija – Diario Clarin
A los campeones olímpicos en Río de Janeiro, la vida les cambió con la medalla de oro. La gente los para para pedirles fotos y ellos deben acomodarse a este momento, que esperan que se aproveche para que más jóvenes se acerquen al hockey sobre césped. Lucas Vila, Juan Manuel Vivaldi, Pedro Ibarra y Lucas Rey charlaron con Clarín sobre este presente distinto.
“¿Puede ser una foto?” El requerimiento surge antes y después de la nota con Clarín. Los mozos de un coqueto restorán de Puerto Madero no ocultan su cholulismo ante la presencia de Los Leones. “¡Eh, vos ya te sacaste!”, bromea Lucas Vila con uno de ellos. “Es raro, porque no estamos acostumbrados a eso y nos vamos dando cuenta de que tuvo una repercusión que nosotros desde allá no percibimos”, confiesa Juan Manuel Vivaldi, que pese a las protecciones que usa como arquero de hockey sobre césped, es reconocido en la calle. Pedro Ibarra, el capitán, y Lucas Rey coinciden: “Antes salías a comer y decías que jugabas al hockey y mucha gente no conocía ni el deporte”.
-El oro cambió la forma en la que los otros los ven, entonces…
-Ibarra: Yo creo que sí. Gracias a este resultado y a que se dio en unos Juegos Olímpicos, pudimos dar a conocer el deporte por toda la Argentina. Lo que más me llamó la atención fue la repercusión mediática que tuvo en el país.
-Vivaldi: Pasa en todos lados. El otro día fui a comer y los mozos y la gente misma que estaba comiendo se levantaba para saludarme. Algo rarísimo. En la calle también te reconocen o te piden una foto.
-¿Se dieron cuenta de que con esta medalla entraron en la historia?
-Vila: De a poco. Todavía no llegamos a ese punto. Festejamos como si hubiésemos ganado algo bueno. El otro día me pasaba que estaba en casa pensando en que logramos un buen resultado. Pero no: ganamos el oro olímpico, que es lo máximo. No tomamos real dimensión de lo que conseguimos. Creo que con el correr de los años y de los torneos vamos a ir cayendo en la magnitud que tuvo.
-Tal vez haberse visto segundos en el ranking de la Federación Internacional de Hockey les ayudó a tomar dimensión…
-Rey: Creo que fue como la frutilla del postre. Después de haber ganado el oro y de conseguir lo máximo que se puede lograr a nivel deportivo, ver el ranking y haber pasado a muchos equipos y quedar segundos hizo que se haya cerrado un proceso olímpico de la mejor manera posible.
-Y ahora, ¿cómo se hace para mantenerse entre los mejores?
-Ibarra: Uno de los chicos dijo ‘¡En qué quilombo nos metimos!’ y creo que es un poco eso. Ahora estamos festejando y no está planificado cómo sigue la vida en la Selección. Pero hay que salir a defender eso de la misma manera que como nos costó llegar. Lo que mucha gente destacaba de este equipo era que cuando entraba en la cancha no importaba quién estaba adelante y eran todos los partidos una final. Y creo que esa es la impronta de este grupo y la vamos a seguir manteniendo, ahora defendiendo lo que nosotros mismos logramos.
El oro que Los Leones lograron el 18 de agosto, doce días después del debut frente a Holanda, se gestó mucho antes. Aunque es el resultado de un proceso de muchos años, en el verano hubo una pretemporada especial y desgastante en Mar del Plata. “Hay una frase que siempre repetía un compañero nuestro, Juan Martín (López): ‘Si existe alguien ahí arriba, si hay alguien ahí mirándonos, que nos dé una mano porque todo lo que estamos haciendo en algún momento tiene que tener su recompensa’. El sacrificio durante este último tiempo fue muchísimo, hubo mucho entrenamiento y dedicación. Por suerte lo pudimos plasmar en el resultado, que tal vez anteriormente no se nos daba”, refleja Rey, quien hasta no hace mucho llevaba la cinta de capitán, lo que se nota en sus palabras.
Con 37 años, a Vivaldi la experiencia también lo respalda y su análisis no deja dudas. “Más allá de toda la preparación que hicimos, que fue dura y fuerte, también hubo un convencimiento de todo el grupo sobre lo queríamos e íbamos a buscar en los Juegos Olímpicos. Eso me pasó como nunca antes en otro equipo. Estábamos todos convencidos de que podíamos jugar esos ocho partidos. Nos habíamos propuesto ese objetivo antes y nada alteraba la meta final. Para mí esa es una de las claves. Además del entrenamiento y la preparación física, tiene que haber un convencimiento de todos de lo que estamos haciendo y de lo que vamos a buscar. Lo sentí como nunca antes en ningún equipo. No sé cómo explicarlo: había como una química, estábamos en la misma sintonía, muy alineados en cuanto a lo que queríamos”, explica el arquero. Y destaca que el hecho de que muchos sean padres, algo que no suele darse en el hockey femenino, favoreció “al carácter del equipo, que es más maduro y más responsable en un montón de cosas”.
-En Perth 2002, Las Leonas fueron campeonas del mundo, lo que transformó el hockey femenino en el país y lo convirtió en el más practicado. Llegó también una década después de un título junior, como ocurrió con ustedes. ¿Creen que la transformación se puede dar ahora entre los varones?
-Rey: Ojalá. Creo que puede ayudar y mucho, pero la tiene mucho más complicada que el deporte femenino. El hockey masculino tiene muchos deportes muy fuertes contra los que competir, sobre todo los que están arraigados en los colegios, que son el rugby y el fútbol. Creo que meterlo en ese ámbito sería un gran avance para después desde ahí derivar a los clubes. Pero lo va a tener bastante complicado, sobre todo por un tema de materiales. Ojalá sea un comienzo y pueda crecer el hockey, pero creo que no va a ser tan fácil como lo fue en la rama femenina.
-¿Y si un chico tiene dudas en empezar por esa estigmatización de que es un deporte de chicas?
-Vila: Ahora pudo ver que es un deporte buenísimo, que es muy divertido y dinámico y que tiene muchas cosas para darle. Que no es todo rugby ni fútbol ni tampoco Leonas. Que hay Leones. Hicimos nuestra parte nosotros dejando al hockey lo mejor parado posible, conseguimos un logro que se pudo ver por tele y eso va a invitar a muchos chicos a por lo menos pensar y tener la opción de jugar al hockey.
-Muchos están involucrados con la formación en sus clubes. ¿Cómo ven el futuro?
-Rey: Soy entrenador de quinta división, que es Sub 21 y es lo que está viniendo. Tanto en San Fernando como en los rivales que vamos enfrentando hay muy buenos jugadores. Todavía son jóvenes y están frescos, pero en un futuro, si se sigue creciendo sobre todo en infraestructura y en la creación de canchas de agua y superficies mejores, los chicos se van a ir adaptando mucho más rápido y Argentina va a ir teniendo un juego más dinámico y más europeo del que tiene ahora. Creo que la calidad humana está, pero sólo faltan esos detalles para seguir potenciando a los chicos.
La infraestructura es un tema debatido en el ambiente del hockey y una tarea de la que debe ocuparse la Confederación Argentina, que en los últimos meses vivió tiempos turbulentos, evidenciados en las renuncias de algunas Leonas y en la decisión de Aníbal Fernández de dejar la presidencia, a un mes del inicio de los Juegos Olímpicos. Sin embargo, a Los Leones no los afectó. “Nunca alteró al humor, a la preparación o al sentimiento de un jugador en absoluto. Este grupo, por su carácter, tiene la facultad de poder abstraerse de todo y de enfocarse solamente en lo que nos hace bien”, remarca Vivaldi.
Antes de aceptar un nuevo pedido de una selfie, estos Leones se toman un minuto para pensar en una persona a la que le regalarían la medalla. Todos coinciden en que sería a sus padres, por apoyarlos en la etapa formativa, y a su familia más íntima. Pero, como grandes hombres, reconocen a las grandes mujeres que tienen detrás. “Mi mujer fue fundamental porque las dos veces que me tocó ser papá, a los cinco días me fui de viaje con la Selección y fue muy duro para mí pero mucho más para ella, que muchos momentos estuvo sola con los chicos. La tendría que partir en dos: un poquito para mis papás y un poquito para mi mujer, que si quiere la puede compartir con mis hijos”, responde Ibarra, papá de Santos (5) y Esmeralda (2). “Entre ellas se apoyan mucho”, agrega Vivaldi, padre de Benjamín (4) y Felicitas (11 meses). ElColo Vila, que recién se estrenó en el cargo con Felipe, no se queda afuera. “Yo todavía le esquivo”, se ríe Rey antes de sumarse a las fotos, de cara al río. Otra más que ayuda a perdurar el recuerdo del oro olímpico.
¿Qué imagen asocian con el oro?
El podio
Ibarra y Vila coinciden en el momento. “Cuando suena el himno”, dice el defensor. “Los segundos antes de subir al podio, con Alemania a la izquierda, Bélgica a la derecha y nosotros en el medio”, aporta el delantero.
El gol de Mazzilli en la final
“Eso que estaba del otro lado y que no veía bien porque me tapaban. Pero recuerdo el festejo de ese gol y que se metía gente del banco a abrazarnos”, elige Vivaldi.
La ronda
Rey deja afuera aquel 18 de agosto y elige un momento repetido en cada partido del torneo: “Creo que ahí todo el grupo en el centro de la cancha es la que más me gusta”, explica.
Lo mejor del otro para lograr el oro
Vila sobre Rey: “Es muy difícil jugar en el medio, aunque de afuera no se note, y él puede resolver situaciones muy difíciles y distribuir el juego. Es equilibrio en la mitad de la cancha, con una calidad espectacular”.
Rey sobre Ibarra: “Es un gran jugador, muy buen compañero y un buen líder, lo que hace que el equipo se sienta respaldado en él y lo escuche”.
Ibarra sobre Vivaldi: “Es uno de los mejores arqueros del mundo y tiene una personalidad que le aporta muchísimo al equipo”.
Vivaldi sobre Vila: “Es un delantero de mucha calidad, muy técnico y muy habilidoso hasta contra tres contrarios. Por ahí, él a veces tenía torneos bárbaros y no podía hacer tantos goles, y este torneo jugó bárbaro y además hizo goles importantes y pudo demostrar la calidad de delantero que es”.