Rosario Damas: PROVINCIAL LO TIÑÓ TODO DE ROJO

Venció a Duendes en una final tremenda y es nuevamente campeón del torneo del Litoral.

(Fuente: La Capital; Cronista: Vanesa Valenti)

Todas a ella. Julieta Acosta anotó el último penal, que posibilitó el título y desató la “montaña humana”.

La sangre hierve, la adrenalina se eleva a niveles impensados y el corazón no da más. Y es Julieta Acosta la que queda abajo de la montaña humana que se agranda con cada cuerpo que se tira sobre otro. Provincial acaba de ganar el torneo de primera división de damas de la Asociación de Hockey del Litoral, el segundo título de su historia. Acaba de cerrar un año de tremendo de rendimiento y de vencer en definición por penales australianos a Duendes A por 3 a 1 luego de que el partido terminase igualado 3 a 3. Con el estadio Mundialista como escenario, la final del Litoral fue un verdadero espectáculo entre los dos mejores del año. En el balance general de ayer el Rojo fue superior y se lo llevó, aunque lo del Fantasma también es histórico.

Las finales se ganan. No alcanza con merecerlas. Y ese dicho trillado lo tenían clarísimo los dos conjuntos. Con ganar, a Provincial le alcanzaba para ser el campeón, porque había sido el mejor de la tabla general, por lo que entonces también se garantizaba el acceso a una Superfinal. Duendes, en tanto, tenía que vencer ayer (la final de los playoffs) para asegurarse poder estar en esa Superfinal, que de ser necesaria definía al campeón del año. Pero ninguno quería pensar en eso y por ello desde el primer segundo de partido no se dieron tregua. Ni Provincial quería usar esa “segunda oportunidad” de salir campeón ni Duendes ocuparse del “más adelante”. Porque el presente era ayer y obligaba al triunfo.

Y en cuanto sonó la corneta de inicio y se empezaron a mover las piezas, la escena delató lo que vendría: un partidazo. A los 11′ pegó Duendes por intermedio de una de sus goleadoras, Agustina Bouza. “La Picky” conectó un centro que envío Giuliana Di Terlizzi y pasó por Sol López para poner en ventaja a su equipo. Tres minutos después lo empató la figura de la noche, Julieta Acosta, con una arrastrada de córner corto. Sol López le puso el palo (y el desvío) a una pegada de Bouza desde afuera del área y le dio de nuevo diferencias a Duendes a los 16′. Demasiadas emociones para un cuarto de hora.

Provincial era más, pero marraba las chances claras. De hecho, en esa primera parte contó con seis córners contra ninguno de su rival. Duendes, en cambio, fue más efectivo y así llegaron a un descanso que igualmente no le daba tranquilidad a nadie. Cuando el Rojo logra hacer funcionar su circuito de pases y le adiciona ritmo, la combinación puede ser fatal para cualquiera. Por eso el mediocampo de Duendes y la defensa no tuvieron respiro, con un intercambio permanente de funciones para contrarrestarlo: la clave estaba en tenerla en el palo. Y a Duendes le costaba más, pero estaba prendido en la diferencia (y en la efectividad) que lo conducía al sueño de ir por el título.

La segunda parte fue aún más intensa. Porque los dos apretaron los dientes. Fue un “palo y palo”, literal. Y en ese andar sin descanso aparecieron los roces mayores, las tarjetas y los golpes. Fue por esos minutos iniciales del complemento, cuando Denise Wasisnki empezó a animarse más y a llevar peligro a favor de Duendes, pero Provincial le pagó con la misma moneda del primer tiempo: la de la efectividad. Ajustó detalles y por más que el Fantasma se acercaba más, no titubeó. Otra vez de córner corto, a los 45′, Julieta Acosta estampó un gol. El del 2 a 2. Se la jugaron a Julieta que se la dio a Paula Montoya, tiró y el rebote le quedó de nuevo a “La Negra” que frente al arco no perdona.

Por primera vez desde entonces llegaron los cortos para Duendes, que malogró tres y le sumó a esa falencia la poca oportunidad de retener la pelota, de armar juego. Provincial, encendido, ahoga. Y ayer estaba convencido de que iba a cometer ese crimen.

Iban 55′ cuando Sofía Villarroya, una de las jugadoras más talentosas que tiene el equipo de Ernesto Morlan, hizo de las suyas. En otra noche encendida, la volante tomó la pelota en el medio, y escaló ante rivales cayendo como dominó, se abrió apenas hacia su derecha e intentó un centro que se llevó por delante una de las defensoras verdinegras mientras intentaba despejar. El daño de la ex Leoncita estaba hecho y por eso Provincial pasaba a ganar por primera vez en el partido. Quedaban 4′ para el final, parecía historia consumada, pero Sol López dijo “no”. Duendes no se resignaba a quedarse con las manos vacías: Sol se las ingenió para poner el 3 a 3 y lo gritó con alma y vida, sacándose la camiseta de la pollera, extendiendo los colores y el escudo, a la vista de todos. De rodillas al cielo y a sus compañeras.

Llegaron los penales y la muerte súbita. Para Provincial habían marcado Paula Montoya y Roberta Zuccali (erraron Eugenia Rambaudi y Jasmín Spinozzi); para Duendes sólo convirtió María Araujo (fallaron Eugenia Gutiérrez, Jimena Solís y Berna Tirabassi). Por lo que para cuando Julieta Acosta se paró mirando a Nina Gattarelo la cosa estaba 2 a 1 y si convertía, Provincial era campeón. Y ahí fue “La Negra”, con esa convicción que no le tiembla ni en los momentos de mayor tensión. Entró al área y sacudió de una para estamparla en el fondo de la tabla y desatar la locura otra vez. Voló a muchos centímetros del suelo ella misma, con su festejo y volaron sus compañeras cayéndole encima, para iniciar la montaña humana que aumentaba con cada uno de los familiares y nenas de las divisiones inferiores que se sumaban a la celebración.

La cancha se había transformado en un hormiguero de emoción roja. Pero alcanzaba con girar la cabeza 45º para ver que las lágrimas eran la única expresión posible de las chicas de Duendes. Las históricas Agustina Bouza y Eugenia Gutiérrez no podían más del desconsuelo. La ex Leona lo vivió tan particularmente que casi no miró la definición por penales, aislada sola en el banco de suplentes. Ni hablar de las más chicas, que fueron el gran alma de esta enorme campaña: Denise Wasisnki, Ariana Silva y Giuliana Di Terlizzi que se ahogaba en llanto, sólo por citar a algunas.

Las finales son eso: dos caras. Y quedaron expuestas. Como si esto hubiese sido un teatro griego. Duendes ganó su único título en 1969 y tenía el gran sueño de cambiar aquellas fotos en blanco y negro por las digitales en full color, pero no pudo ser. Provincial había ganado su único título hace tres años, con este mismo plantel, y ayer agrandó la historia de la mano de Ernesto Morlan. Fueron los mejores del año, pagaron con una final de alto calibre y dieron un gran espectáculo. Provincial se lo quedó, lo tiñó todo de rojo y no puede parar de celebrar.

Se desarma la montaña humana, las chicas de Provincial corren, saltan, intentan una vuelta olímpica, se tiran de palomita a la copa. No pueden más. Nadie puede más. Se apagan las luces del estadio. Terminó todo. Y el Litoral tiene un nuevo monarca.