El arquero de Central Norte, con pasado como goleador y jugador del Federal B, cuenta su particular historia y el nacimiento de su nueva pasión, el palo y la bocha.
(Fuente: El Tribuno; Cronista: Julio Nakle)
Fue una pieza fundamental en el campeonato que Atlas ganó en 2010, también cuando su gol evitó el descenso de Villa Mitre tres años más tarde en el Federal B y tiempo después pudo cumplir su sueño de llegar a Central Norte. Pero de un día para otro colgó los botines, o en todo caso los cambió y se calzó la indumentaria de arquero en el hockey masculino del azabache. Se trata nada menos que de Agustín Lami, el ex goleador y hoy portero, de una área a la otra.
Hijo del ex jefe de la Policía de la provincia, Agustín arranca la charla recordando con gracia algunos episodios, donde la tribuna visitante le hacía saber que ser jugador rival e hijo de un funcionario público, era el favorito para cargar.
“’Ni tu papá te va a salvar’, me gritaban los hinchas de San Antonio cuando jugaba para Villa Mitre. Yo no hacía caso, siempre dejé de lado lo que decía la gente, pero entendía que era parte del folclore y de hecho terminé jugando en la Villa”, dice.
Sin embargo el fútbol quedó atrás y hoy el objetivo es desviar las pelotas que antes quiso anotar, aunque en otra disciplina.
“Hace 4 años me casé y como mi esposa es jugadora de hockey, empecé a acompañarla hasta que me ofrecieron ser entrenador de arqueros en Tigres y después llegué al arco de Central Norte, que también comenzó a participar hace poco”.
“Al principio no entendía -agrega-, pese a que es parecido al fútbol. Este año Central se anotó en la Asociación, pero para jugar el torneo Goga Gómez no tenía arqueros y me llamaron para preguntarme si me animaba a atajar. Nunca había quedado de manera oficial y en ese campeonato lo hice por primera vez”.
Al exgoleador no le fue tan mal, ya que en los penales australianos le ganaron 3 a 0 a Gimnasia y Tiro. Después del festejo del primer triunfo, le preguntaron si quería quedarse y aceptó.
“Central recién se está formando y va a costar muchísimo. Debutamos con Popeye y perdimos 16 a 0, pero podría haber sido peor porque es un equipo que viene hace años en un gran nivel y es el mejor equipo del noroeste argentino”.
Hoy, ya abocado a su nuevo deporte, recuerda al fútbol con gran cariño y agradece todo lo que vivió.
“En su momento dejé el fútbol por una prioridad económica. Me chocaban los horarios de entrenamiento y el trabajo, pero siempre estaré agradecido. Fueron años mágicos”.
Principio y fin
Si bien estuvo muchos años vinculado al fútbol, la carrera deportiva de Agustín Lami fue tan rápida como intensa.
“Hice escuelita en Gimnasia y Tiro un año, pero no me gustó el ambiente y a los 15 años empecé en la cuarta de Unión. Apenas cumplí los 16 comencé a jugar en primera. Tuve un paso por Atlas donde fui campeón del Anual”.
De Atlas volvió a Unión, pero su vinculo más fuerte es con el ciclón del este. “En Mitre jugué el Anual, el Torneo del Interior y de la campaña que hicimos, nos invitan. Ese año casi nos vamos al descenso y empatamos 2 a 2 con Zapla. Yo era suplente y cuando entré pude hacer el gol. Lo festejamos como a un título”.
“En la previa del partido, la gente nos pedía que como sea empatemos porque sino después, no ascendíamos más”.
En 2015, dejó el fútbol siendo hombre de Central y hoy vuelve al azabache, aunque en hockey.