Agustín Bugallo tiene 22 años y por primera vez jugará un torneo oficial con Los Leones, el último campeón olímpico y hoy número uno en el ranking mundial. Desde Londres contó los entretelones de su presente con la Selección.
(Fuente: Tiempo de San Juan; Cronista: Carla Acosta)
Barreal, su querido Barreal, está lejos. Su familia, su novia y aquellos que lo acompañaron en sus inicios con el stick y la bocha también. Los separa un largo trecho, un océano. Pero los une una misma pasión y un mismo sueño: el hockey y Los Leones.
Agustín Bugallo (22) está en Londres con la Selección Argentina de Hockey sobre Césped. Ya vistió antes la camiseta albiceleste en selecciones formativas, pero esta vez es diferente. Está con los mayores, con sus ídolos, con aquellos que el año pasado hicieron historia al coronarse campeones olímpicos en Río y con los que hasta el día de hoy defienden en lo alto la bandera del deporte argentino. Allí está el pibe sanjuanino, ese que nació y creció jugando al hockey con la Cordillera de Los Andes como testigo.
“A los 17 años me fui a vivir a Buenos Aires y al año siguiente empecé el proceso Junior con la Selección. Ahí arrancó todo, terminé el colegio y decidí instalarme en otra provincia con la esperanza de algún día estar en la Selección. Estar en Mitre -su actual club- también fue importante para alcanzar este sueño”, cuenta de antemano.
El hockista es hijo de Fernando Bugallo y Celeste Martínez, el matrimonio que fundó Barreal hockey Club en Calingasta. En esa institución, que a principios no contaba con sede fija y los chicos entrenaban hasta en un playón que les prestaba una empacadora de ajo, Agustín comenzó a formarse como jugador. En aquel entonces tenía como entrenador a Marcos Ceballos, hermano de los futbolistas Lucas y Santiago, fallecido hace una década en la montaña.
“Marcos vivía en mi casa, nos levantábamos a desayunar y nos íbamos al club, en bici o caminando, a ver las categorías formativas. Con él compartí muchas cosas, fue una de las personas que me guió de chiquito. Me acuerdo que una vez hablábamos de lo lindo que sería jugar en un Metropolitano y acá estoy con Mitre. Seguramente estará contento en donde esté. Su hermano Juan Pablo fue después mi técnico en categorías competitivas, con él conquistamos grandes logros deportivos. Hicimos un buen papel en los Argentinos y marcamos historia en San Juan. Gracias a él pudimos lograrlo”, expresa.
Agustín no olvida sus raíces ni a los cientos de niños que anhelan alcanzar la gloria. Y para él no hay excusas, nada es imposible si se quiere, si se sueña. “Este es un ejemplo de que se puede. Si uno quiere llegar lo puede hacer, aunque con doble sacrificio. Solo hay que meterse en la cabeza de que los sueños se pueden lograr”.
El inolvidable mensaje de WhatsApp
Un jueves, mientras cenaba con su novia, leyó el mensaje que esperó toda su vida: su nombre en la lista de concentrados para jugar la Liga Mundial, su primer torneo oficial con Los Leones. “Volvíamos de hacer la pretemporada en Mar del Plata. Habían dicho que iban a dar la lista por el grupo de WhatsApp porque habían jugadores que estaban en Europa y querían que todos se enteraran al mismo tiempo. El mensaje me llegó cuando cenaba con mi novia. Vi mi nombre y no lo podía creer, pensé que era joda. De a poquito me iba cayendo la ficha. Lo miré como cuatro veces porque no lo podía creer (risas)”, recuerda.
De inmediato llamó a sus padres, a quienes no para de agradecer por su constante apoyo en su pasión por el hockey. “En el momento llamé a San Juan y lo fui comunicando de a poquito hasta que se fue enterando toda la familia”
Un León sanjuanino
El pibe Bugallo dice que la convocatoria le llegó de sorpresa, sobre todo porque Los Leones atraviesan su mejor momento. Si bien pudo conocer a los muchachos en Mar del Plata, esta vez volvía a ser diferente, esta vez iba a ser parte del primer torneo importante del Seleccionado Argentino después de los Juegos Olímpicos.
“Todos los chicos son muy copados. Saben que somos los más chicos, que es nuestro primer torneo, entonces tratan de apoyarnos. Nos hablan a Maico (Casella) y a mí, y eso te da confianza para estar adentro de la cancha y tratar de hacer tu juego sin miedo a equivocarte. Son jugadores que capaz de chiquito eran tus ídolos. Estoy muy contento, trato de aprender de ellos siempre”, expresa.
Sobre el DT, Carlos ‘Chapa’ Retegui, comentó “es una relación de DT-jugador. Siempre que tuvo algo para corregirnos lo dijo de la mejor manera y eso está muy bueno. Se aprende muchísimo porque él ganó muchas cosas como DT y hay que escucharlo siempre”.
Agustín ya tuvo su bautismo con la Selección en un amistoso ante Holanda, previo a la Liga Mundial. “En el debut estuve un poco nervioso al principio pero cuando los más grandes me hablaron me calmé un poco. Ya nos estamos soltando bastante. En Junior ya es otro nivel, imagínate en Mayores. Estar en los Los Leones lo tomo con responsabilidad y profesionalismo dentro y fuera de la cancha”.
