(Producción HAP)
Caminar por el predio del club GEBA es respirar deporte, encontrar a socios y deportistas de la entidad que van a practicar distintas disciplinas y otros sólo a verlos pero que siempre están en el lugar que los ayuda a crecer como personas.
Éste es el caso de las hermanas Clara y Sofía Molaguero, quienes son socias y han crecido en las instalaciones del club y defienden los colores de la Institución mens sana en el hockey sobre césped.
Clara y Sofía, nacidas el 23 de marzo (1989) y el 3 de enero (1991) respectivamente, llegaron al club de muy chicas “estábamos aquí con edad de tres o cuatro años, aunque en realidad desde que nacimos venimos porque nuestros padres son del club y comenzamos a jugar al hockey cuando cumplimos siete u ocho años”.
Clara cuenta que “nos tocó jugar separadas porque soy más grande, empezamos las dos en la línea B, después nos cambiaron a la línea A y seguimos así juntas hasta que en el último año de Quinta pasé al B donde estuve muy contenta con el grupo y además tuve a Ricky (Ricardo Pérez) como entrenador. Pero luego tenía ganas de ir a la tira A porque estaban mis amigas y mi hermana, quería jugar con ellas y lo pude lograr cuando llegaron como entrenadores el ‘Pela’ (Martín Herrero) y ‘Emi’ (Emilio Spath) y me dieron la oportunidad”.
En el momento de recordar el primer partido en Primera División en GEBA “A”, Sofía hace memoria que, si bien antes había jugado la Liga, su debut fue en su primer año de mayores enfrentando a Lomas “A” por la Copa de Honor 2010 y que el entrenador Marcelo Garrafo la puso como delantera -siendo defensora- porque hacía mucho calor y se necesitaba rotación de todas las jugadoras, entró unos minutos, “me llegó una bocha en la línea del arco y erré el gol!!!!! ese es mi recuerdo ja”.
En cambio, Clara recuerda que lo suyo en la Primera de la tira “A” fue un martes o jueves por la noche en la temporada 2013 y recibían a Santa Bárbara “A” como locales, “hacía mucho frío, faltaban pocos minutos para terminar, me vieron la cara de frío y me dijeron que entraba (ja), toqué una bocha, hice lo que pude y me sirvió para empezar”.
Al momento de preguntarles si son concientes que este grupo de GEBA está haciendo historia dentro del hockey metropolitano de clubes, Sofía afirma que sí lo son “aunque la verdad por momentos nos olvidamos un poco dónde estamos y no nos damos cuenta de la dimensión de las cosas, desconozco si en algún club pasa algo similar en éste u otro deporte competitivo, son varios campeonatos y nos sentimos firmes. Creo que cuando pase el tiempo nos vamos a dar cuenta de lo que hicimos. Escuchando a alguna de las chicas que estuvieron en todos los títulos logrados, hace unos años decían que cuando salieran campeonas alguna vez iban a hacer tal o cual cosa, y ¡¡¡¡¡eso ya lo repitieron ya en siete ocasiones!!!!! Cuando uno lo piensa dice ‘¡qué locura!’ y se sigue buscando más”.
Clara resalta la diferencia de sensaciones que se tiene de ver las consagraciones desde afuera del equipo o de formar parte del plantel, “es totalmente distinto porque cuando lo miraba como socia del club, observaba un lindo espectáculo y decía ‘¡mirá dónde llegaron las chicas!’ y súper alegre por lo conseguido porque desde chicas deseábamos salir campeonas, ganarle a Lomas, cada vez que íbamos al tercer tiempo de ellas veíamos la cantidad de trofeos, de camisetas, querer conseguir algo de eso, era mucho, y empezar a ver los festejos de nuestro club estuvo bueno pero desde adentro es muy distinto, dado que también es asumir una responsabilidad mayor ya sea se juegue en Intermedia o en Primera porque es acompañar al grupo y todas somos parte de lo mismo”.
Haciendo alusión al comienzo del año y la incertidumbre que se les planteó por la falta de designación de entrenadores, Sofía opina que “deportivamente el año empezó bastante raro para nosotras porque en principio iba a haber cambio de entrenadores pero estuvimos un tiempo sin definición, luego se ratificó la continuidad del cuerpo técnico y costó un poco estabilizarnos, hubo reuniones para tomar decisiones, situaciones que hacía falta hablar en el grupo y por eso nos costó encontrar el ritmo; en la pretemporada veníamos a entrenar solas para no dejar pasar el tiempo porque sabíamos que ese tiempo que ‘perdíamos’ después se nos vendría en contra, pero la experiencia del plantel indicaba que igual teníamos que venir al club y entrenarnos casi por nuestra cuenta las primeras semanas hasta que se rearmó el tema, los entrenadores tomaron las riendas y aquí estamos, ya mejoramos como equipo y lo que es mejor, como grupo”.
Clara especifica que el equipo “tiene una mentalidad como ‘de otro planeta’, no importa qué pasa afuera, y a veces ni lo que sucede adentro, es increíble, son detalles pero es así, hay espíritu de guerra, dentro de la cancha es un equipo ganador como pocos, las cosas que suceden afuera se hablan (como fue la decisión del cambio de definición del torneo) pero no repercute, se sale igual con el cuchillo entre los dientes”.
Y Sofía agrega que “aunque se puedan hablar temas en la semana o un día estemos medio de capa caída o tengamos algún problema o lo que sea, el sábado a las cuatro de la tarde o al momento en que se juegue un partido, salimos a ganar sin importar en los problemas que pudiera haber habido y todas pensamos lo mismo: el sábado se gana y punto, no importan las adversidades o quién sea el oponente; creo que GEBA es lo que es justamente por eso, el plantel tiene esa ‘cabeza’ y convencimiento y a las chicas que van subiendo, se les va transmitiendo lo mismo, al incorporarse al plantel superior ven lo que hacen las más grandes y la garra que ponen y ya entienden el estilo de ‘ganar’ que se tiene”.
Mucha gente marca características de este grupo campeonísimo de damas de GEBA “A” pero sus propias integrantes son las que mejor pueden señalar las virtudes que las instaló como un equipo que marca una época en la historia del hockey metropolitano. Ahí Sofía dice que la personalidad ganadora es principal condición positiva, “creo que eso es lo que nos destaca del resto” y Clara sostiene que “no hay necesidad de buscar otras motivaciones debido a que individualmente cada una de las integrantes del plantel es como un soldado, ningún bajón es bajón para GEBA y ningún tropiezo es realmente una caída”.
Les planteamos un análisis recíproco entre ellas, que cada una hable de la otra y se adelantó Sofía para sostener que “la verdad Clara es una persona muy positiva, es muy buena compañera, ella es la capitana de Intermedia pero al margen de eso, es una persona muy justa, responsable, en el equipo la quieren muchísimo, se apoyan en ella, siempre se le acercan para saber su opinión, no abunda gente que sea tan positiva”.
Clara tomó la posta y dijo que “Sofía es perseverancia en estado puro, yo me ‘quiebro’ más fácilmente y ella para nada, una tiene algo que la otra no tanto; permanentemente se replantea los objetivos y sigue tras ellos sin importar lo que pase, no importa si es titular o si empieza como suplente, tiene muy claro los objetivos personales y los del grupo, persevera, cualquier cosa que pudiera desmotivar ella lo hace a un lado y continúa; es como un caballito que va para adelante siempre”.
Para finalizar, apelamos al sentimiento por el club y le preguntamos qué es GEBA para cada una de ellas …..
Sofía: “Es gran parte de nuestra vida, hablo por las dos porque ya contamos que empezamos juntas y desde muy chicas, ocupa gran parte de nuestros días, le dedicamos muchísimo tiempo al club, a entrenar, a estar acá y, no sé cómo describirlo, creo que se siente y por eso estamos aunque llueva, truene, relampaguee, siempre aquí entrenando y por un objetivo que es el club”.
Clara: “GEBA es amigos, familia, hockey, cada sábado al levantarme es distinto el día a cualquier otro de la semana; la verdad se espera mucho el sábado, y sobre todo venir, jugar y compartirlo con amigas, con mi hermana, con mis viejos que lo ven de afuera, con los padres de mis amigas, es un lugar en el que me siento muy cómoda, es como un segundo hogar”.