(Producción HAP)
La volante de Andino de Mendoza, Bárbara Muzaber (25 años), destacada jugadora cuyana, fue convocada en varias oportunidades para representar al país tanto en las categorías Junior y Mayores, tuvo ya experiencia europea al haber jugado en equipos de Italia y España; trabaja como diseñadora de interiores en una importante cadena de polirubro (Falabella) y habla de las posibilidades de jugar en la Selección de Italia.
Ficha personal
Nombre: Bárbara Yamila Muzaber
Fecha y lugar de nacimiento: 12 de febrero 1990 en Mendoza (Capital)
Familia: Papá Daniel Muzaber (que siempre hizo deporte “es quien más me inculcó el tema deporte, de chica me llevaba, me traía, me compraba las cosas que necesitaba para practicar”) y Mamá Patricia Fernández. Hermanos: Ramiro (26), Eduardo (21, estudia Preparación Física) y Eugenia (18)
Estudio: Diseño de interiores en la Universidad de Mendoza.
Equipos: Regatas (en tenis). En hockey: Andino (comienzos y actualmente), Cus Catania de Italia (2009), Taburiente de Islas Canarias; España (2011 y 2012)
Selección: Preliminares de la selección para Panamericanos 2008 y Grupo de Proyección Olímpica (2010). Espera autorización para Italia.
Entrenadores: Fabiana Epis y Emiliano Monteleone (Andino). Retegui, Nasso, Capurro (Selección)
Amigas: Paula Castro, Verónica Gómez y Macarena Rodríguez (Hockey), Carolina Gutiérrez (colegio Stroberi)
Trabajo: Diseño de interiores en Falabella
Creencias: Ángeles y “las cosas se dan por algo y por causalidad. Hay que aprovecharlo y disfrutarlo”.
Comienzos y primeros pasos en el hockey
Comenzó jugando al tenis a los 9 años en Regatas de Mendoza. Luego de una mudanza cerca del club Andino, su mamá Patricia (Fernández) la anotó en hockey sobre césped. No le gustó y dejó.
“Empecé sola ahí, iba con mi hermano a la escuela de verano pero no conocía a nadie” A los pocos meses regresó para no irse más.”Ayudó que me hice amiga de algunas chicas que hasta el día de hoy son compañeras de equipo. Una de ellas es Paula Castro, hija de Alfredo (reconocido entrenador), que hasta el día de hoy es mi mejor amiga, con ella comenzamos en la escuela de verano, no nos llevabámos muy bien al principio y después sí en Sexta o Quinta división, teníamos 17 años; otra de mis compañeras, Verónica Gómez, de chiquita siempre nos fuimos formando y actualmente nos juntamos todos los días; son hermanas ya directamente”.
Agrega que del colegio también tiene algunas amigas “El colegio era mixto y de aquel grupo destaco a Carolina Gutierrez, siempre nos comunicamos aunque nos vemos poco, somos amigas media cibernéticas, me bancó en todo cuando yo viajaba a Buenos Aires, me bancaba en el trabajo, en los exámenes cuando tenía que rendir, nunca me voy a olvidar, estábamos terminando el año, había que presentar un trabajo, un proyecto y le dije ‘mirá después de tantas veces que tuve que viajar en el año, tengo que viajar de nuevo’ y ahí explotó ‘estoy harta de tus viajes, hacé el trabajo vos sola, no te lo voy a hacer’ y lo tuve que hacer yo, pero tenía razón, me había aguantado todo el año con mis viajes ja ja ja, igual lo hice y me saqué un nueve, lo hice casi perfecto ja”.
Comenta sus primeros pasos en este deporte. “Me acuerdo del palo que me dieron, era de la escuela de verano; el club Andino era un pedazo de club, si bien nos habíamos separado del Andino Tenis, nos habíamos mudado, teníamos la cancha y la pileta, era un pedazo de club aparte las jugadoras que tenia en Primera en ese momento, nadie le ganaba a Andino en ese momento, era lo mejor, estaba muy bien organizado y me acuerdo de mi entrenadora Fabiana Epis, ella fue una de mis primeras entrenadoras que la tuve en el mayor hasta hace poco, y siempre cada vez que me ve me dice ‘¿te acordás que vos de chiquita no querias jugar al hockey?’ ja ja”.
El debut en Primera se dio de manera inesperada ya que Bárbara sólo había jugado un partido en Intermedia. Entró diez minutos contra Peumayén y en esa presentación en la máxima división compartió equipo con Macarena Rodríguez (hoy capitana de la Selección Argentina). Sin embargo continuó en las dos categorías (Primera e Intermedia) hasta que al poco tiempo se consolidó en el primer equipo.
“Ese día no sabía para dónde disparar, estaban Macarena (Rodríguez), las hermanas Epis (una de ellas, su entrenadora en Intermedia). Era una cancha de polvo de ladrillo, hacía frío. El entrenador Monteleone me puso cuando faltaban pocos minutos. Entré, toqué una sola bocha y dije ‘listo acá comienzo’ y así fue”, contó la volante mendocina.
Sobre su juego, Muzaber relató que comenzó “como delantera y luego como volante pero de ocho no de cinco”, como juega en la actualidad. Y confesó: “Me siento mejor de ocho, me gusta hacer pases, asistir, buscar la bocha más abajo. No esperar que llegue, soy impaciente”.
En el país, la mendocina jugó siempre en Andino. En el exterior defendió la camiseta del Cus Catania (2009). Sus afectos pesaron, no pudo terminar el contrato y solo estuvo dos meses. Dos años después, más madura en lo físico y en lo personal, arregló para jugar en el Taburiente de España por tres meses y luego extendió el contrato por casi dos meses más.
“En el 2009 me ofrecieron ir al Cus Catania de Italia, me contactó una entrenadora del Cordoba Athletic, Trinidad Canon, hace mucho que vive allá, le dije que si porque quería hacer la experiencia, me iba toda la temporada, la primera etapa desde septiembre a noviembre y después desde marzo hasta junio pero aunque me gustaron los primeros dos meses, como antes de irme me había puesto de novia, me tiró bastante y dije que no quería volver a ir, estaba sola en Sicilia, y por eso terminó esa primera etapa y en la segunda no volví, ellos se enojaron porque tenía que volver, les dije que no me sentía cómoda y me quería quedar en Argentina y ahí me quedé jugando en Mendoza, las ligas, los seleccionados, la Proyección Olímpica que formó y posteriormente volví a jugar en Europa ya más formada en el 2011, ahí fui al Taburiente de España, que está en la Islas Canarias, sol todo el año, fui de septiembre a diciembre, yo había arreglado por esos meses pero ahí me gustó tanto que volví en el 2012, sola y por un mes y medio extendiendo el contrato y luego retorné y me quedé acá”.
Su paso por la Selección Argentina y la chance de Italia
La jugadora de Andino fue convocada por primera vez a la Selección Nacional en el 2006, mientras cursaba quinto año del colegio. Confesó que no fue buena la experiencia porque un robo le jugó una mala pasada antes del primer entrenamiento en el CeNARD.
Bárbara detalló que “en el colectivo en el que viajaba, paró en un semáforo entre la Terminal de Ómnibus de Retiro y la Villa 31, con una amiga vimos por la ventanilla que un hombre sacó de la baulera nuestros bolsos y se escondió en la villa. Quedé shockeada y le pedí al chofer que pare y así para buscar las pertenencias pero me respondió que ahí no se iba a meter ya que ni la policía entraba”.
Como anécdota de lo sucedido, la volante de Mendoza dijo que llegó a la concentración con lo que tenía puesto y con la amargura de lo sucedido a la mañana. Ya en el CeNARD le prestaron ropa pero no canilleras y que cuando el entrenador Sergio Nasso la vio le gritó “¿qué haces jugando sin canilleras? y le respondí ¡no ves que me robaron todo! Ahí entrené a medias pensando en lo de la valija. La pasé muy mal”, relató.
Un año más tarde Guillermo Fonseca la convocó para el equipo que entrenaba con el objetivo puesto en el Panamericano Junior del 2008 en México, junto a Delfina Merino, Rocío Sánchez Moccia y Sofía Román, entre otras chicas. Aunque en la última lista quedó descartada. Lo mismo le sucedió un año después pero con Fonseca y Carlos Retegui como entrenadores.
“Nos hacían entrenar hasta tres veces por día y esa pretemporada fue bravísima, creo que ahí me empecé a formar más físicamente; nunca había corrido tanto en mi vida ja; íbamos todas las semanas para concentrar y entrenar, una muy buena preparación”.
La última vez que fue convocada a entrenar con planteles nacionales fue en el 2010 cuando el técnico Santiago Capurro la llamó para integrar el equipo de Proyección Olímpica y jugaron varios amistosos con Las Leonas en el país.
Atrás quedaron las listas preliminares de Juegos Olímpicos y Juegos Deportivos Panamericanos. Fernando Ferrara, entrenador de Italia, le pidió que tramitara la ciudadanía europea para que pudiera formar parte de la selección azzurra y jugar el Preolímpico y Liga Mundial pero aunque, en lo deportivo, estaba todo encaminado para que jugara, la falta del acta de nacimiento de uno de sus abuelos imposibilitó que Muzaber se pusiera la camiseta azul peninsular.
“En el 2013 fui a entrenar con el Seleccionado de Italia; me había visto Ferrara en la Liga Nacional, me vio y me preguntó si tenía posibilidades de tramitar la ciudadanía porque quería probarme en la selección de la cual es el entrenador, jugué un par de amistosos sin tener la ciudadanía todavía y me insistió para que la tramitara”.
Si se confirmara esta nueva chance “tana” a la mendocina se le cerrarían las puertas de estar en Las Leonas. “Siempre mantengo la esperanza aunque soy conciente que hoy la selección nacional es un grupo formado y para ir hay que estar muy bien de la cabeza, tener mucho equilibrio, ir a Buenos Aires, entrenar mucho. No es fácil”, sentenció.
Actualmente trabaja en la firma Falabella vinculada al área de ambientación y decoración. “Hice Diseño de Interiores en la Universidad de Mendoza, me metí a full con eso y estoy muy cómoda en el trabajo, me gusta mucho y me brindan apoyo y consideraciones con el tema del hockey”.
Con 25 años, Bárbara asegura que el hockey es un sentimiento muy fuerte y que seguirá siendo la prioridad más que sus afectos. “Es lo que me mueve y así lo siento porque por ir a ver jugar Champions, ser madrina, entrenar divisiones; a mí no me pagan. Lo hago porque me gusta, me encanta estar, me apasiona el hockey. Hoy por hoy es todo lo que tengo y me hace feliz”, sentenció Muzaber
“Creo en los Ángeles, estoy convencida que hay otra fuerza espiritual que nos anda rondando, creo que las cosas siempre pasan por algo, que no son de casualidad, siempre son por causalidad, no es que pasan por suerte, creo que si se dan es por algo y uno lo tiene que aprovechar y buscar el disfrutarlo”.
Remarcó el apoyo que tiene de su familia y destacó que lo que más le gusta es que son educados, honestos y respetuosos. Asimismo admitió que es sus padres siempre estuvieron presentes y que la acompañaron en todas las decisiones que tomó como deportista. La jugadora confesó: “Cada vez que veo otras familias con problemas es como que miro al cielo y digo gracias Dios que me tocó esto a mí”.
Para finalizar se emocionó cuando habló acerca de lo que es el hockey para ella. “Uh es muy fuerte, es un sentimiento fuerte que tengo hacia el hockey, hoy por hoy mas allá de todas las actividades que tenga, el hockey va a seguir siendo la prioridad en mi vida más que todo, inclusive que el noviazgo ja, él ya lo sabe eso, el hockey es mi prioridad y es lo que me mueve realmente porque estas cosas que hago de participar en Champions o ser madrina como fui en el torneo que se hizo en Mendoza en diciembre pasado, o ir a entrenar divisiones menores, no me pagan un mango por hacerlo pero lo hago porque realmente me gusta, me encanta el hockey, me encanta practicarlo, verlo, estar en el hockey, siento una pasión muy grande y hoy por hoy es todo es lo que realmente me mueve y me hace feliz, no encuentro otro sentimiento que se compare, es lo que a mí me caracteriza hoy en día, lo primero que hay en mi vida es hockey realmente, es eso”.