En la temporada 2013 el Club Arquitectura consiguió -luego de varios años jugando en el ascenso- retornar a Primera División A.
Aquí la mirada de Gabriela Genetti, Melina Asorey, Sandra Vior, Guadalupe Alonso y Marilú Barrera, cinco históricas del equipo de Agronomía que se definen como parte del grupo “Vintage de Arqui”; algunas de ellas habían dejaron de jugar el año anterior, otra lo hizo luego de haber conseguido el ascenso la temporada pasada, una continuaba jugando cuando su actividad laboral se lo permitía, pero actualmente todas ellas están colaborando con el crecimiento del hockey de su club, en una nueva línea que se presentó para disputar el ascenso en el Torneo Metropolitano, lo que demuestra una vez más todo el amor que las une con el club.
Periodista: ¿Cómo vivieron el ascenso de Arquitectura a la división superior?
Gabriela Genetti: “Yo lo viví muy intensamente; la verdad que con muchas ganas. Veníamos de un par de fracasos ahí en play off y la verdad que cada vez que me pasó me devastó, me costaba mucho levantarme porque no podía creer tanto esfuerzo y de nuevo no poder lograrlo. Creo que a través de todos estos años la única meta era llevar al club a la A. Por eso, cuando se concretó, sentí como un gran alivio en mi cuerpo, me saqué una gran mochila. La felicidad fue impresionante, estoy súper feliz de haberlo logrado”.
Melina Asorey: “Para mí fue diferente porque el ascenso a la A lo viví desde afuera, muy loco pero con mucha alegría. Haber ascendido a la “A” fue parte de un proceso de muchos años porque el grupo se fue afianzando y fue tomando más confianza. Las chicas que eran chiquitas fueron también creciendo y adaptándose a las más grandes. Se dio un proceso de decantación a través del esfuerzo de todos estos años. Haber estado en ese momento fue una felicidad gigante, no importa haber estado afuera. Me hubiese encantado jugarlo pero me sentí completamente feliz”.
Sandra Vior: “Comparto mucho lo que dijo Meli. Verlo desde afuera es complicado, es difícil. Una tenía ganas de estar ahí y vivirlo porque todos estos años peleamos por eso. Obviamente fue una alegría enorme y el club se lo merecía, se lo merecen las chicas, las jugadoras, los entrenadores, todos los que fueron participando. Se veía venir. Por lo menos, yo lo ví así. Era el año de Arquitectura. Estoy muy contenta!!!!!”
Marilú Barrera: “Me tocó también vivirlo desde afuera, fue medio loco. Me
hubiese gustado ser parte, aunque las que estamos afuera somos parte igual pero estar ahí, en el minuto a minuto, en la cancha, pelearlo, es diferente. Re contenta por las chicas, la verdad que lo merecíamos. Hace mucho veníamos con este esfuerzo y siempre a último momento no pasaba. Esta vez se dio. Cuando empezó el año, como grupo dijimos ‘éste es el año y lo vamos a lograr’, verdaderamente se notó que todas lucharon por lo mismo y fue una felicidad enorme”.
Guadalupe Alonso: “Quizás fue raro verlo desde afuera aunque en los últimos años había jugado en la Intermedia y no estaba en cancha en la Primera. También extrañé no estar en los entrenamientos, en el día a día y en el grupo. Saber qué le pasa a una, saber qué le pasa a la otra, estar en la ronda, cómo se siente en el grupo. Fue rarísimo eso. Y afuera se vio como que más allá de las diferentes expectativas y formas de ser que puede haber como en todo grupo, y habiéndose sumado una camada grande de chicas, se pudo trabajar en ese conglomerado de gente y más allá de los cambios, de las distintas edades y de gente nueva, se las vio súper unidas. Y pudieron lograr algo que por decantación se veía venir y para lo que se trabajó año tras año”.
Periodista: En el instante exacto en que sonó el silbato en la cancha del club San Martín, ¿qué sintió cada una? ¿Qué les pasó por la mente en ese momento?
Gabriela Genetti: “Fue una emoción increíble. Estaba toda transpirada, sentía piel de gallina y las lágrimas que me caían. Estaba desvastada, tirada en el piso y decía ‘gracias, gracias’. Lo peor fue que no supe dentro de la cancha que estábamos ascendiendo antes que terminara el partido. Por eso cuando ví que la tribuna empezó a los gritos, pensé ‘bueno, no sé qué habrá pasado, ¿se habrán peleado?’; en ningún momento pensé que ya estaba, fue como que necesitaba jugar el partido hasta el final. Cuando terminó el partido me preguntaron ‘¿no me viste llorando adentro de la cancha?’ y en verdad no, yo estaba totalmente metida en otra cosa y recién me dí cuenta cuando ví que terminó el partido y se venía todo el malón a festejar, ahí dije ‘bueno el empate nos servía’ ja”.
Marilú Barrera: “Algunas de nosotras estábamos viendo el partido al costado, del otro lado de los bancos y uno de los padres se acercó y nos contó. Tengo la imagen que cada una se quedó mirando a la persona que se acercó, luego nos miramos y empezamos a llorar de emoción”.
Guadalupe Alonso: “Así fue y no supimos quién era esa persona que nos avisó ja. Nos empezamos a mirar y es como que se te vienen todos los años de hockey juntos, es como un resumen de toda tu vida deportiva”.
Melina Asorey: “La tribuna cantaba y nosotras llorábamos. Me acuerdo que me di vuelta y fui para el alambrado a llorar sola …..”
Gabriela Genetti: “Hay audios buenísimos de las chicas que estaban al costado del campo de juego y se los mandaron a Carolina Castagnet (en ese momento estaba en España) y le decían ‘estamos en la A’, hermoso momento”.
Melina Asorey: “La llamábamos por celular a Sol (Calvo) que se casaba ese mismo día y que había estado antes del partido y luego se tuvo que ir para preparar su casamiento. Era tremendo que Sol no pudiera vivir eso y sufríamos por ella. Como se daban los resultados, primero no ascendíamos, después que ascendíamos, era como un torbellino de emociones”.
Sandra Vior: “En el momento preciso en que sonó la chichara, lo único que quería hacer era entrar a la cancha y abrazar a mis amigas de toda la vida porque lo habíamos logrado, era nuestro sueño hecho realidad. Esa fue la mayor emoción. Salimos corriendo para eso, para estar juntas en el medio de la cancha porque aunque fue el logro del año, el grupo participó de los momentos feos y se bancaron la más dura”.
Periodista: ¿Qué fue lo más duro de los años anteriores en el ascenso?
Sandra: “Creo que lo más difícil fue al principio decidir con cuál de mis amigas me quedaba, adónde me iba, qué hacía, pensaba estoy sola en este club, qué significaba eso. Llegar sin entrenador, no entender nada. Eso fue durísimo. Ese momento fue como clave y el que marcó el cambio de la historia. Después era llegar sábado tras sábado, que me pregunten ‘cómo les fue’ y la respuesta era perdí, otra vez, y otra vez y otra, y así todos los sábados. Era una cosa terrible, el único día que empatábamos no nos creían. Eso era feo, nos plantábamos en la cancha y decíamos ‘hoy voy a ganar’ pero empezaban los primeros minutos y se complicaba”.
Melina: “Para mí no sé si fue feo. En el momento fue muy difícil porque me parece que ninguna de las que estábamos, Gaby, Sandra, y otras chicas, estábamos preparadas para tomar la decisión acerca de lo que había que hacer, estábamos entre seguimos jugando en Arqui nosotras juntas o irnos a otro club. Éramos chicas de Quinta División, nuestro primer año en mayores y no estábamos para tomar ese tipo de decisiones. De repente aparecimos jugando en Primera A, en la segunda fecha contra San Fernando perdimos con trece goles en contra. No bajamos los brazos pero me la pasé años llegando a mi casa llorando y más de un sábado no quería salir porque era horrible cómo me sentía, tanto esfuerzo y no se daban los resultados. En el momento me sentía enojada porque no podía ser que no pudiéramos salir de la situación de angustia, descendemos y volvemos a descender. Después, estábamos en la C y seguimos remando para no seguir descendiendo. Ahora entiendo que no estábamos preparadas, que era una locura ascender. Era difícil ver que cuando una jugadora sobresalía del resto, se iba a otro club. Eso también era duro. O que no nos alcanzaban las jugadoras y muchas jugaban en Intermedia y en Primera el mismo día”.
Gabriela: “Además, la cancha vacía también era otra cosa incómoda. Nadie venía a mirar los partidos ni a alentarnos. Estaba la gente de siempre, cinco gatos locos, el resto no pintaba y sí recuerdo eso que jugábamos en la Intermedia y en Primera. La verdad que todos esos años fueron durísimos y parecía que no terminaba, nunca podíamos salir y sentirnos cómodas dentro de la cancha, el grupo no se acomodaba. Nos tocó estar ahí, pero no es como muchas veces se dijo que las que nos quedamos teníamos ganas de jugar en Primera. Como deportistas fue lo peor que nos pudo haber pasado a todas porque nos quemaron y nos bancamos problemas y cosas. Nunca tendríamos que haber pasado por eso. Hoy una chica de 17 ó 18 años entra a un grupo formado, ve a sus referentes, se va sumando de a poco, entran un poco, no tienen responsabilidades. Nosotros teníamos todo eso arriba nuestro y como deportistas todos esos golpes fueron dificilísimos”.
Melina: “Nuestro grupo de amigas era más grande pero las que nos quedamos nos hicimos más amigas aún por eso, porque nos une algo muy fuerte. Después comenzó a llegar más gente y cada año ‘aportó’ algo nuevo con cada entrenador. Ahora, después de 11 años, nos damos cuenta de eso”.
Guadalupe: “En el 2004 vinimos Caro Castagnet, Lala, Valentina y yo, cuatro amigas que luego de haber jugado algunos partidos con las chicas de acá, pegamos buena onda y como estaba Wilson dijimos ‘ya que lo conocemos, vamos a jugar en un club en el que nos sintiéramos cómodas con las gente y que fueran de nuestro mismo estilo’ y así nos incorporamos. Fueron muchos años en Primera C, era muy difícil pero todo ayudó para el crecimiento del club porque en los momentos malos deportivamente, igual crecimos como jugadoras y como deportistas en general y todo eso redundó en el grupo. Comenzó a tener mística más allá de los resultados, nos sentábamos y charlábamos lo que teníamos que corregir. El ascenso de la C a la B del 2010 se logró por el grupo que teníamos. A partir de ahí fuimos tomando confianza y se pudo pegar un salto de calidad. Nos veíamos como un grupo súper afianzado y pensábamos ‘somos mejores que el resto, tenemos que ascender” y así fue”.
Marilú: “Cuando el club descendió, yo estaba en menores con Roque Rognoni, en Sexta División. Y a la distancia veo que el ascenso del 2013 se dio en el momento que tenía que darse y de la mejor manera. Todos estos años cada entrenador fue aportando lo suyo, uno el quite, otro jugar a más toques, otro nos sumó sistema de juego. Nos aconsejaban que nos juntáramos a cenar una vez por mes, y lo hicimos. En un momento nos costaba salir de la situación, vino a colaborar un psicólogo. Nos unió mucho como grupo, esa unión ayudó muchísimo. Siempre fui la más chica del grupo (ja), las chicas más grandes de edad me trataron bien y me dieron mucha contención. Aunque no me tocó jugar en este ascenso, estoy tranquila y súper feliz por las chicas, porque somos parte de ésto, y nadie nos puede quitar la alegría que tenemos”.
Melina: “Los últimos jueves de cada mes teníamos la cena de grupo y en conjunto comenzamos a hacer actividades por fuera del hockey. Los viernes nos juntábamos en ‘El Rinconcito’ y venían Carlos y Sonia. También nos juntábamos a ver videos en la casa de alguna de nosotras. Éramos chicas de diferentes edades y varias que venían desde otros clubes. Y esas cosas fueron sumando y afianzando el grupo. En el año 2010 que luego ascendimos a la B, decímos ‘¿qué más falta?’ en realidad sólo faltaba creérsela un poco más. Ese año sentía que éramos las mejores de la divisional. Faltaba creer que era posible”.
Sandra: “Nadie se bajó del barco. Igual recuerdo que un día en el tiempo que estaba Wilson, me largué a llorar en el medio de la cancha porque estaba saturada de toda la situación y de la negatividad que un poco todas teníamos en ese momento y no sabíamos cómo descargarla. Fue un proceso, primero tuvimos que ocuparnos de defendernos porque era lo único que podíamos hacer en ese momento, éramos un conjunto de jugadoras jugando sin entender la esencia de Arquitectura, hasta que se fue formando el grupo”.
Gabriela: “No podíamos salir ni levantar la cabeza de ninguna forma. Creo que lo del psicólogo, en su momento, ayudó bastante. Igual ya se notaba de parte de todas el esfuerzo y que se iba conformando el grupo”.
Guadalupe: “Creo que Wilson nos dio lo que es técnica, la Vaca Gravellone nos sumó el tema del grupo y lo que es armarse en la cancha como equipo, nos dio mucha viveza. Y la llegada de Gabriel coincidió justo con nuestro sistema de juego porque siempre nos pidió que corriéramos y fuéramos todas para adelante”.
Melina: “Con la ‘Vaca’ empezamos a jugar mucho más rápido de lo que estábamos acostumbrados, a tocar mucho más la bocha. Empezó lo del auto-pase y nos dimos cuenta que estábamos un pasito arriba de nuestra etapa anterior. Cuando vino Gaby, empezamos con el ‘todas para adelante’ y podíamos ser aviones en la cancha (ja), tomamos conciencia y asumimos el compromiso que todas subíamos y bajábamos”.
Marilú: “A comienzos del torneo 2013 empecé a escuchar en distintos clubes que los contrarios hablaban de Arquitectura como mucho más respeto. Creo que si bien en distintos años no teníamos muy claro el decidir qué técnico nos correspondía, estuvieron bien igual las decisiones tomadas y en cada momento estuvimos con el entrenador que necesitábamos”.
Gabriela: “Encontrarnos con Gaby fue clave, y profundizamos algo que veníamos trabajando con la ‘Vaca’ que había una jugadora contraria y cinco de Arqui”.
Sandra: “En la Intermedia, Gabriel siempre nos dijo que no éramos un grupo que tuviéramos mucha destreza física y técnica para meter goles pero ganábamos porque íbamos, íbamos, íbamos y en algún momento convertíamos”.
Periodista: ¿Qué características importantes le ven a este grupo que consiguió el ascenso?
Melina: “A la gran mayoría de las chicas les veo pasión, no sólo por el hockey en sí sino por el grupo, por el club, hacer todo a pulmón, eso da una cuota extra de pertenencia y de amor por lo que se hace. Llegamos a juntar monedas para armar los terceros tiempos, lo mismo con los uniformes o lo que había que comprar para la cancha o las bochas. Cuando cuesta más, después se disfruta el doble. Eso es lo que siento que tiene una persona que juega en Arquitectura. Es amor al equipo y al club”.
Periodista: ¿Qué es lo más importante que tiene este grupo? ¿Qué caracterísitcas le ven?
Guadalupe: “Coincido con lo que antes dijo Meli, ese amor al club, veo la pasión por el club, por el grupo y por formar parte de eso“.
Sandra: “Esta revolución que está dándose en el club es tan lindo y tan bueno, que me da miedo se pueda en algún momento perder esos valores. Porque hay chicas que no vivieron lo que vivimos nosotras y para ellas es más un deporte. Quienes pasaron por aquí siempre nos han dicho que teníamos un grupo hermoso y que no lo perdiéramos. Arqui es una gran familia“.
Marilú: “Creo que es el amor por la camiseta. Ves a otra compañera que se está esforzando aunque le cueste. Eso contagia y le ponés la misma garra por seguir creciendo“.
Gabriela: “En mi caso las veo con ganas. Creo que el grupo está un poco sorprendido con lo que se viene pero igual las ví contentas y con ganas de ser parte. También eso me ayudó a mí a verme dentro pero también un poco afuera porque me cuesta ya poner todo el empeño que sí están poniendo ellas. Comparto con las chicas el tema del amor por el club que es lo que nos une a todas como grupo y como amigas. No hay muchos clubes
que puedan jugar con amigas“.
Al momento de resaltar lo que cada una aportó en el grupo, Sandra tomó la palabra refiriéndose a Guadalupe (Alonso) “mi capitana de Internedia en los últimos años de hockey, aporta sabiduría, experiencia, contención y equilibrio. Es la que ‘armó’ el grupo, lo contuvo, lo ordenó, lo puso en su lugar. Muy neutra y correcta para decidir las cosas. Se manejó siempre bien con el entrenador y supo llevar bien con el entrenador y supo llevar bien el grupo“.
Gabriela coincide “Guadalupe para mí es líder neta. Esa que nace y no se hace. Mi admiración plena a esa gente que tiene ese don de saber cómo decir las cosas y como caer en un grupo“.
Melina aporta que “Guada es una referente increíble, una gran capitana, una líder natural del grupo. No sé si a ella le gusta pero todas la ven así. Siempre es una referente. Afuera de la cancha también. Siempre una acude a ella porque es tranquila. No es de hablar mucho pero siempre tiene ese consejo para darte que te deja pensando“.
Marilú sostiene que “Meli (Asorey) y Lupe (Alonso) son ‘capitanas’, saben hablar en el momento justo, son correctas, son las ‘Vintage’ y para mí eso es palabra mayor. Son mi cable a tierra y las quiero. Gaby (Genetti) es tirar para adelante y poner garra y Sandra (Vior) es esfuerzo, siempre está, aunque le cueste, está“.
Gabriela opina que “Melina y Sandra son mis hermanas de aquellas épocas, de aquellos momentos. Tengo más que admiración y respeto por ellas. Las quiero muchísimo. Dejaron todo por el club. Siempre me va a quedar en el corazón que me hubiese gustado que vivan este ascenso adentro de la cancha conmigo. Yo me sentí un poco sola. Me faltaron ellas y Sol (Calvo). La ‘Osa’ (Barrera) es la luz y el brillo, es una genia. Todo el tiempo tiene alegría y adentro de la cancha es la seguridad“.
Melina reafirma que “la ‘Osa’ es seguridad siempre. Adentro de la cancha siempre me dio mucha tranquilidad y mucha seguridad. Siempre me sentí muy cómoda jugando con ella. Algo que admiro de ella es que si bien es más chica que nosotras, siempre nos tiene a las más grandes como sus referentes, nos tiene un respeto especial y siempre lo hace notar“.
Guadalupe suma que “la ‘Osa’ siempre te saca una sonrisa aunque ella esté mal pero siempre que está ella tenemos alegría” y Sandra concluye “Marilú es la seguridad, es tranquilidad dentro de la cancha es tener paz porque sabés que está atrás para ayudarte y te va a indicar todo. Al grupo le aporta alegría, chispa, energía, todo“.
Guadalupe comenta que “desde que la conoció a Gaby hasta la actualidad, cambió muchísimo. Es otra persona en muchas cosas pero lo que no cambió es la pasión que siente porque siempre dejó todo adentro de la cancha por el club. Es una persona que dice lo que piensa” y agrega Sandra que “Gaby siempre ta va a poner los poner los puntos y te va a ubicar donde tenés que estar. Es un claro ejemplo del esfuerzo. Siempre dio todo para estar, para ser parte y para lograr el objetivo. Siempre fue la más chispita del grupo“.
Cuando le toca hablar de Meli, Sandra cuenta que “es mi gran amiga desde hace muchos años. Es imagen de seguridad, de amor a la camiseta, de responsabilidad, de compromiso, de entrega. Siempre presente y tratando de mediar. Siempre muy neutra. Fue la mejor compañera durante años“.
Melina contesta que “Sandrula (Vior) y Gaby (Genetti) son mis compañeras incondicionales. A cada una las ví en momentos difíciles de su vida personal. Sin embargo, siempre siguieron adelante con un compromiso tremendo”.
Guadalupe finaliza diciendo que “Melina y Sandra son siempre súper responsables y compañeras; Meli siempre responsable como cabeza de grupo y pensando en el resto. Sandra siempre al lado mío y diciendo lo que hay que decir“.
Periodista: ¿Qué es ‘Arqui’ para vos?
Melina (visiblemente emocionada): “Es mi vida, una forma de vivir la vida increíble. Me dio los momentos más felices hasta ahora, muy completo, es mi familia, son mis amigas del alma. Es el club de mis amores en el que aprendí los valores que tengo hoy en día”.
Guadalupe: “Es mis amigas, mi familia, mi pasión. Es mi lugar en el mundo, crecí acá y es en donde puedo ser yo misma”.
Sandra: “Es alegría, llanto, esfuerzo, crecimiento. Es mi amor, mi pasión, mi orgullo y mi familia. Es mi lugar en el mundo del cual me cuesta despegarme. Hoy estoy acá y mañana voy a seguir estando”.
Marilú: “Es el cable a tierra, es mi familia, son mis grandes amigas, las amigas del alma, las del corazón, las que te bancan, las que siempre están. Es parte de lo que soy hoy. En Arqui crecés, te forma y te enseña a vivir. Es donde uno aprende los grandes valores de la vida”.
Gabriela: “Es el amor, la pasión de toda mi vida. La verdad que traté e intenté dejar todo por estos colores, por esta gente y por estas amigas. Todos los valores que tengo y la persona que soy hoy, fueron justamente por estar rodeada de todos ellos. Estoy muy feliz por haber crecido acá”.
