(por GeEse; foto: “Diario As” de España)
En el país del rey anfitrión Guillermo Alejandro de Holanda, la selección de la reina Isabel de Inglaterra y el conjunto del rey Juan carlos de España, igualaron en un tanto por bando y dejaron el campo de juego dividiendo honores, en un encuentro sin demasiadas emociones frente a los arcos, pero con pasajes de ida y vuelta que tuvieron en vilo a la afición presente en el Kyocera Stadium. Desde el inicio, los británicos tomaron la iniciativa del partido y por eso no exatrñó que a los 5 minutos se pusieran en ventaja, tras una corrida por izquierda de su ataque, arrancando desde el medio de la cancha, por intermedio de su número 11 Alaistar Brocdon, quien supo soportar la presión de subir la pelota a máxima velocidad por más de cuarenta metros. Ante la salida del golero español, lo venció con un exquisito golpe amagado al ángulo izquierdo de la portería, dejando sin chance a cualquier tipo de reacción del guardameta.
La furia española estuvo ausente prácticamente durante toda la primera etapa, porque sus jugadores sintieron a todas luces la falta de entrenamiento de conjunto, ya que recién se concentraron el 22 de mayo pasado. Por esa fecha cada uno regresó de las respectivas ligas en las que están participando en el exterior. Un coletazo inesperado de la crisis económica que está sobrellevando el país de los toreros, donde, salvo uno en el club de Campo de Madrid, todos los demás integrantes del plantwel no representan a sus clubes de origen.
Inglaterra continuó atacando, sumando mucha gente en las inmediaciones del arco de Santi Cortés, generando chances de cortos. Un tiro en el poste izquierdo de España, en similar corrida a la del primer gol inglés, hubiera puesto cuesta arriba las aspiraciones de os nacidos en la península ibérica.
El primer tiempo se fue apagando con aproximaciones de los dos lados, pocas incisivas, pero obligando a las defensas de los dos equipos a estar atentas. Los de la rubia Albion, tuvieron las más claras pero por impericias propias o méritos ajenos no consiguieron agrandar la distancia en el marcador.
El regreso de las acciones deparó la jugada polémica de la jornada, ya que a sólo dos minutos del comienzo del segundo tiempo el arquero inglés dejó pasar la bocha dentro de la tabla, en el intelecto que ningún rival la había tocado por el camino. Craso error, porque los españoles pidieron videoref y luego de muchas dudas se determinó que Tubau, había desviado la pelota marcando el uno a uno.
Todo lo que siguió fue más de lo mismo. Ambos conjuntos intentaron atacar, pero sólo fueron avances en los que se prestaban la bocha. Aunque cualquiera pudo desnivelar, hubo una marcada caída en el ritmo de juego.
Las realezas europeas se contentaron con el empate, aunque justo es mencionar que los de la lengua de Shakespeare hicieron un poco más por el espectáculo y la victoria, aunque a los de la lengua de Cervantes poco les importó que se hablara de merecimientos.