Gentileza: Matias Gln
Los globos volaban al ritmo del viento, los redoblantes sonaban al compás de la hinchada, la gente cantaba. Estaba todo listo para vivir una fiesta. Porque eso era, una fiesta en agradecimiento a las dirigidas por Gastón que hace varias 
fechas nos llenan de sueños y esperanzas. Cuando ellas aparecieron estoy seguro que a más de uno se le erizó la piel, como a mi, que se me cruzó por la cabeza todo lo que pasaron estas chicas para estar hoy acá (y de esta manera).
Fieles a la cábala, esperaron a la intermedia para realizar, entre todas, otro de esos abrazos interminables.
Como dato, el rival Hacoaj llegaba tercero, con cuatro puntos más que Lanús, y tenía muy bien entendido que era una final.
La terna arbitral, que tuvo una tarde para el olvido, dio la orden y los sueños de todos volvieron a rodar, otra fecha, otro partido más.
El primer tiempo fue muy parejo ya que ninguno de los dos se sacaba ventajas. Apenas recuerdo para Hacoaj un tiro tapado por Nancy, y para Lanús una gran jugada de Valeria donde terminó resbalando dentro del área. Faltando solo cinco minutos para finalizar la primera parte, El local tuvo un corto que 
Daniela recibió y supo aprovechar muy bien para poner a Lanús arriba en el marcador. Afuera de la cancha se vivió el gol con mucha emoción, la misma que sintieron las jugadoras en el abrazo que se dieron durante el festejo. Con esta ventaja las chicas se fueron al descanso.
El entretiempo sirvió para el incentivo, porque las jugadoras del Grana salieron a llevarse todo por delante. Sabían que Hacoaj lo iba a ir a buscar y pudieron aguantarlo, jugandose cada bocha como la última. Una contra de Lanús podría haber sentenciado el partido, pero Daniela resbaló y la jugada se desvaneció. Hacoaj tuvo una considerable cantidad de cortos como para empatarlo, pero la gran tarde de Nancy, figura de la cancha, se lo negó al visitante.
